COMPLICADO | Crepúsculo | Jacob Black

Vingt trois

—Tú — murmuré con profundo odio mirando a Bella —. Eres una...— hice el ademán de lanzarme sobre ella, pero los brazos de Emmett me detuvieron.

—¡Aurora, no!

—Aurora — me llamó Edward mientras yo forcejeaba para que me soltaran —, no. No es el momento... No vale la pena.

Deje de forcejear, pero seguí mirando de forma asesina a la humana que se había resguardado tras de Carlisle.
Esa maldita beso a Jacob, MI Jacob. Y no solo eso, rompió el corazón de Edward.

—Ya vienen — aviso Alice con impaciencia.

—¿Cuanto tiempo? — preguntó Edward, sosteniéndome en lugar de Emmett por si intentaba atacar a Bella.

Ganas no me faltaban.

—Unos minutos, tal vez diez.

—La manada debe irse — dijo Carlisle —. Los Vulturi no honrarán el tratado con ellos.

Deje de mirar a Bella cuando percibí el aroma de Jacob. Giré, lo vi salir del bosque.  Entonces un neófito rezagado salió a unos metros de él, cerca de Leah. La loba gruñó y se lanzó hacia el vampiro.

—¡Leah, no! — grito Edward soltándome.

Ambos corrimos hacia la loba cuando vimos cómo el neófito envolvía sus brazos alrededor de su blanco cuello. Pero Jake llegó primero, y yo demasiado tarde. Jake alejó al neófito de Leah, pero éste rodeó a Jacob con sus brazos con fuerza y lo lanzaba. Llegué Justo cuando salía de fase y gritaba adolorido.
Los otros lobos se encargaron del neófito mientras que yo me dejaba caer junto a Jacob.

—¡Jake! ¡Jake! — exclame con voz rota, presa del pánico y la preocupación al ver cómo su rostro se contorsionaba del dolor —. ¡Oh, dioses! ¡Jake, estarás bien!

—Jacob, aguanta — dijo Edward, arrodillado frente a mi, junto a Carlisle —. Carlisle te va a ayudar.

—Tiene la mitad del cuerpo roto — dijo Carlisle, examinado a Jake.

—Jacob, aquí estoy — dijo Bella llegando.

Contuve mis ganas de matarla solo porque mi preocupación por Jacob era mayor, pero eso no impidió que apareciera un par de llamas en mi palma en forma de advertencia cuando quiso acercarse más a Jake.

—¡Jacob, yo ya lo tenía! — dijo Leah llegando junto al resto de la manada, convertidos y vestidos.

—¡Leah! — reprendió Sam.

—Tengo que inmovilizar sus huesos antes de que empiece a sanar — dijo Carlisle —. Ya empezó...

—Hay que llevárselo que aquí — dijo Edward —. No ganaremos la pelea con los Vulturis.

—Lo llevaremos a casa de Billy.

—Iré allá en cuanto pueda — dijo Carlisle.

—Aguanta, Jake — susurré. Jake tomó mi mano que tenía en su mejilla y dio un leve apretón mientras seguía jadeando de dolor.

Edward me obligo a apartarme de Jake mientras que los chicos de la manada lo rodeaban y lo levantaban con cuidado.

—Aurora...— murmuró Jake.

—Iré en cuanto pueda — le aseguré, aguantándome las ganas de acompañarlo. Tenía que terminar algo antes —. Lo prometo.

(...)

—¡Ya vienen! — dijo Alice.

Al otro lado del claro cuatro figuras avanzaron con paso decidido hacia nosotros. Hace solo unos minutos que se habían llevado a Jake, sentía una enorme opresión en el pecho. Quería salir corriendo y estar junto a él. Pero me quedé. Permanecí junto a Edward frente a la hoguera de neófitos que aún ardía. Adopté una expresión seria mientras que los cuatro vampiros caminaban hacia nosotros y se retiraban las capuchas.