Toxic Girl (KJ y Tu).

Cap.12

— ¿Hola? — respondo en tono bajito mientras salgo del penthouse, gemi al sentir lo fresco que estaba el pasillo y suspire sobando mis brazos.

— Linda... ¿Donde estas? Se que tienen dos días libres para retomar el show y me gustaría pasar tiempo contigo — habla papá.

— Oh... — carraspeo — Papá, me surgió un imprevisto y estoy en Londres.

Hubo un silencio por unos minutos.

— ¿Nada malo?

— No papá — si supiera, pensé.

— ¿Estas sola? _____ tu sabes que no me gusta que hagas ese tipo de viajes sola — rodé los ojos.

— ¿Y desde cuando te preocupas? Desde que te casaste con Kris Jenner no hemos tenido ni un puto día para nosotros — musite molesta.

— Cuidado como me hablas, ______. Y creí que habíamos superado el tema de mi boda, creo que es hora de que dejes atrás el hecho de que murió...

— Ni siquiera nombres a mamá — bufé — Mejor hablame cuando realmente tengas tiempo para mi.

Había colgado antes de que respondiera.

Unas manos abrazándome por la espalda me aceleraron la respiración, Kylie pegó su cuerpo a mi espalda mientras me daba un beso en el cuello. El zoologico en mi estómago no tardo en aparecer pero supe disimular lo nerviosa que me seguía poniendo.

— Buenos días mi amor — sonrió mordiendo su labio.

— Buenos días — sonrei — ¿Descansaste?

— Dormí como un bebé — río — Aunque amanecí con un inmenso dolor en las piernas... — lamió sus labios sensualmente y se colocó se puntitas mirándome deseosa — ¿Apostamos que es de lo bien que me has follado anoche?

Mis mejillas se pusieron coloradas inmediatamente y solté un jadeo de sorpresa cuando su boca invadió la mía posesivamente. Mi corazón dió un vuelco pero cerre los ojos, dejando que su boca me diera tan ansiosos buenos días. Kylie era Afrodita. Sin duda alguna esta mujer me tenía hechizada completamente y me gustaba, lo había tratado de negar muchas veces pero todo se volvía tan claro estando con ella. Era como si el mundo se detuviera.

En un juego prohibido, yo ya había perdido.

— Wow.

Kylie soltó una risa.

— Boba.

Sonreímos.

— ¿Quieres ir a desayunar? Tengo un restaurante que seguramente te va a gustar.

— Supuestamente la que tiene que llevarte a lugares soy yo — reímos.

— No te esmeres tanto.

— No te prometo nada, baby boo.

Había agradecido internamente que Kylie no preguntara por la llamada telefónica. Me había molestado bastante aquella llamada con papá, se había esperado más de tres meses para hablarme y cuando lo hacía era para entrar en su papel de buen padre. Desde que se había casado con Kris Jenner habían sido muchos problemas y me dolía en lo más profundo. Ahora el tenía una nueva familia, Kris Jenner ocupaba el lugar que mamá había dejado. Maldita sea, pensé. Y para empeorar las cosas había caído en un abismo llamado Kylie Jenner.

Cuando llegamos al restaurante nos había recibido una chica con el rostro ligeramente sorprendido, supuse que sería alguna fanática pero la rubia no se contuvo en rodar los ojos. Supuse que su humor se debía al pequeño percance que habíamos tenido al salir del edificio; un grupo de chicos nos recibieron emocionados para tomarse fotos, gustosas habíamos aceptado pero cuando una pelirroja me había besado accidentalmente, Kylie había hechado humos por la cabeza. Yo encontraba adorable el hecho de que estuviera celosa, me gustaba pensar que si tenía celos quizás era porque realmente sentía algo. Esa idea se deshechaba cuando Travis Scott hacía su aparición, por ejemplo ahora que le estaba llamando a la rubia.