16 Mi antiguo yo🔥💖

6.8K 579 48
                                    

Los primeros días de Martin en su país fue como estar en una realidad paralela

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Los primeros días de Martin en su país fue como estar en una realidad paralela. Hacía años que no pasaba más de algunas horas allí. Se sentía un completo extraño incluso en su mismo departamento.

Tenía que comenzar de nuevo. Después de semanas viviendo en medio de un oasis, sentía que había sido lanzado de nuevo a un páramo desierto descalzo, sin agua o alimento, sin una maldita señal que le indicara dónde debía ir. Se levantó temprano esa mañana de martes, tomó una ducha y se preparó mentalmente para lo que sería su día.

—Debemos hablar.

—¿Y de qué querrás hablar?

—Créeme, tengo muchas cosas que decirte.

Había llamado a Laurent el primer día que había arribado. Hamed le había informado que después de eso la mujer regresaría a Abu Dabi. La citó en un café muy discreto. No quería generar más escándalos y tampoco podía darse el lujo de verla en privado, después de todo, ya sabía lo fabuladora que llegaba a ser. Estaba inseguro de que la mujer apareciese, pero necesitaba respuestas como fuera, y, como era su costumbre, tomó el riesgo.

Laurent llegó al café implacable y bella como siempre.

—Driesen. —Dejó su cartera sobre la estrecha mesa y tomó asiento en frente de su adversario.

—¿Desde cuándo me llamas por mi apellido? —preguntó desafiante, sin quitar sus ojos claros de ella, incomodándola.

—Solo dime qué quieres.

—¿Por qué lo hiciste?

Laurent comenzó a reír.

—¿Qué importa eso?

—Cuando alguien me jode la vida, me gusta al menos saber el motivo.

—Escucha —cruzó la pierna y apoyó sus manos en el pantalón de lino blanco—, no es personal. Necesitaba una oportunidad, y tú me la diste en bandeja.

Martin dio un sondeo a su alrededor para percatarse de si alguien los observaba, pero, al parecer, nadie los había reconocido.

—Eres una perra.

—¿Yo? Te has revolcado con todas las mujeres de la embajada, ¿y la perra soy yo? Piénsalo un segundo. Esto iba a suceder tarde o temprano. Era cuestión de tiempo. Eres demasiado descuidado con tu vida personal y constantemente mezclas ambas.

—Eres inteligente. Estabas calificada para acceder al puesto sin necesidad de un escándalo o de sacarme toda posibilidad de estar en un puesto de ese calibre en el gobierno.

—No, quería tu lugar, y para ello debía quitarte del medio.

—Sabes que esto saldrá a la luz en algún momento, ¿verdad?

La mujer le dio una sonrisa ladina.

—Martin, tengo decenas de mujeres deseosas de ponerte la soga al cuello. Muchas de ellas mujeres respetables, que has usado como cajeros automáticos. Si me has citado aquí para amenazarme, espero que lo estés reconsiderando.

OASIS S.B.O Libro 6 (Romance Gay +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora