39 Y si me enredo con él ¿qué?🔥💖

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—¿Se puede saber qué haces?

La sonrisa tímida de Damián se desdibujó al ver a Martin a su lado... ¿pidiendo explicaciones?

Jake tragó saliva y reparó en Damián. El hombre se tensó.

—¿Lo conoces?

—Encantado, soy Martin Driesen, el novio de este dios griego al que le estás haciendo caritas.

—Martin, cierra la boca —espetó Damián entre dientes, mientras que el púrpura subía a las mejillas de Jake.

—Amigo, no sé qué piensas, pero soy casado y solo intentaba tener una conversación aquí.

—¿Piensas que soy tan tonto para creer eso?

Damián se pasó la mano por la cara para frenar la ira que lo embargaba.

—Ven aquí. —Lo sujetó del brazo con fuerza y lo llevó hacia el interior de la casa ante la mirada atónita de Ignacio, quien decidió no intervenir para que el problema no fuera mayor.

Con toda la molestia del mundo, llegaron a los pasillos. De un movimiento, Damián lo estampó contra la pared.

—¿Eres idiota?

—Lo soy, y ya deberías saberlo. Igual no te quiero cerca de ese tipo.

—¿Y quién está pidiéndote opinión? ¿Todavía te crees con derecho sobre mí?

—¿Te gusta?

La voz temblorosa hizo reír a Damián.

—¿Un pequeño puchero? ¿Tu boquita fruncida? ¿Piensas que me importa? Soy dueño de mi vida. Puedo salir y quedar para follar con ese tipo o con cualquiera, y no está en tus manos mi decisión. Si salgo y me enredo con él incluso delante de ti, no vas a poder hacer nada, excepto mirar.

—Damián... —Otra vez intentó acariciar su brazo.

—Tus manos lejos de mí —advirtió.

—Déjame tocarte.

—¿Para qué? Venía dispuesto a mucho más que una simple caricia contigo. —Damián puso sus manos en la cintura y se mordió el labio inferior, dudoso de confesar todo lo que su cuerpo y mente habían sentido todo este tiempo—. He estado maquinando las formas en las que te haría el amor cada día durante las dos semanas en las que estaría aquí. Tenía un puto calendario con más posiciones que el Kama Sutra.

—¿Vas a dejarme hablar?

—¿Y qué vas a decirme? ¿«Lo siento, Damián, no fue mi intención»? Mejor déjame contarte cómo he llegado hasta aquí.

—Por favor, no.

—Sí, claro que sí —continuó el médico—. Como el sexo contigo había resultado demasiado bueno, pensé: «¿Qué lo puede hacer mejor?». ¡Y zas! En una página de internet descubrí un lubricante que hace que la vasodilatación sanguínea sea más efectiva. Conclusión: te da más y mejores orgasmos. ¡Compré un pack de seis tubos! ¡Increíble que haya sido tan iluso!

Las lágrimas empezaron a correr por las mejillas de Martin. ¿Qué mierda había hecho?

—¿Vas a acostarte con alguien hoy?

La respuesta le aterraba, y si Damián llegaba a contestar que sí, iba a morir de tristeza. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos por esconderla, la angustia en el rostro de Damián era algo infranqueable.

—¿Y si me enredo con alguien qué?

—No lo hagas delante de mí.

Damián puso su mano en la pared, sobre la cabeza de Martin.

—Te besaste con tu secretaria delante de mí. ¿No sería lindo darte una cucharada de tu propia medicina?

Martin bajó la mirada, sin saber el modo de solucionar un problema cuyo autor había sido él mismo.

El médico cuadró los hombros y se acomodó el traje, al igual que la camisa.

—¿Qué piensas? ¿El negro me favorece?

—¿Por qué me preguntas a mí? Para mí siempre estás hermoso.

Damián le dio un guiño de ojo y salió al jardín, dejando a Martin abatido.

Por fortuna, estaba afirmado a esa estructura rígida, de lo contrario habría caído de rodillas.

—¿Qué te dijo cuando le dijiste eso? —cuestionó Nacho a un costado de la piscina. Charlaba con el médico minutos después de lo acontecido.

—Nada, solo que no lo hiciera delante de él.

—Bien por ti. Es un idiota.

—Es la clase de idiota por la cual muero.

—Lamento que tu viaje esté siendo desastroso. ¿Has sacado boleto de regreso?

—Todavía no.

—¿Vienes un segundo?

Chris se acercó a Nacho en ese instante, sujetándolo del brazo.

—Ya vuelvo.

El sudafricano lo llevó al centro de las mesas y luego hizo tintinear las copas como se hacía para dar un anuncio especial.

—Bueno —comenzó con una alegría que apenas le entraba en el pecho y hacía latir su corazón con más fuerza—, de más está decir gracias por haber venido. Hoy, hace cuatro años, este hombre decidió empezar un camino conmigo, y después de algunas luchas, sinsabores, alegrías y desafíos diarios, hemos llegado a este punto. Mi Ignacio es todo lo que esperé de la vida, más de lo que merezco, pero bueno, ustedes saben, soy un bastardo afortunado que se sacó el premio mayor. —La gente rio, mientras que Martin se colocó en frente de Damián—. Nadie dijo que amar es fácil. Sin embargo, tú haces que todo valga la pena. —Los ojos de Ignacio estaban llenos de lágrimas y sus mejillas, al rojo vivo—. Para mí nunca es suficiente, así que hoy pienso subir la apuesta y... —Nacho rompió en llanto cuando Chris sacó un pequeño estuche de su bolsillo y agarró su mano—. Ignacio Ellis, me harías muy feliz si aceptas mi propuesta de convertirte en Ignacio Janssen y compartir toda tu vida conmigo.

El moreno le arregló los mechones rubios que se habían desordenado en su frente. Chris era poseedor de unos ojos felinos y pestañas pobladas. El ser más hermoso que había visto, y aún padecía el mismo estremecimiento cada vez que estaba cerca de él.

—Acepto, Christopher Janssen. Soy tuyo, siempre lo he sido.

—Y es así como siempre te he sentido: mío.

El rubio le colocó el anillo frente a los gritos y los aplausos de todos.

Martin sonrió al ver la felicidad a su amigo y dirigió su vista a Damián, que ya se había marchado del lugar.

Había sido demasiado para su sistema. Fue volver en el tiempo a su casamiento con Carla, al juramento de amor eterno, a todo eso que lo había hecho feliz, y ahora parecía no haber existido. Su respiración era profunda, a punto de quedar sin aire, al tiempo que tomaba un taxi rumbo al hotel. El sudor lo sentía frío. Las palpitaciones... ¿Hacía cuánto no le pasaba?

Estaba a punto de sufrir un ataque de pánico.

Necesitaba llegar a su habitación y meterse en la cama de nuevo, y fue lo que hizo.

—Martin —susurró su nombre cuando las lágrimas volvieron a caer de sus ojos y el sedante comenzaba a hacer efecto.

OASIS S.B.O Libro 6 (Romance Gay +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora