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 Tenía las rodillas pegadas al pecho, con la caja sobre su cabeza y las lagrimas como cascada saliendo de sus ojos, tenía el rostro húmedo, pero no quería quitarse la Buddha Box de su cabeza para limpiarse la cara.

Su día escolar no fue bueno, aunque nadie pareció notar que no tuvo un buen día, su novio actuaba preocupado hacía él, pero no le satisfacía esa actitud y le hacía sentir mal no estar satisfecho, porque quizá estaba simplemente siendo egoísta, aunque también quería ser egoísta, porque Tweek lo había sido bastante, o quizá no, quizá su pareja simplemente no necesitaba sentirse necesitado ¿era muy tonto el querer que el rubio mostrara afecto?, ¿o que simplemente le mostrara que lo quería cerca? No sabía que quería, ni que necesitaba.

Eric Cartman ¡Claro!, era su culpa, si no le hubiera hablado de esa puta caja estaría mucho mejor, estaría contento y con su novio, novio que probablemente cree que mañana estarán bien ya, seguramente él actuará como que no pasa nada, porque lo quiere lo suficiente como para hacer esto y tragarse lo mal que se sentía ahora.

La caja aún se mantenía en su cabeza, frente a si se reflejaba la pantalla de su celular y en esta, el fondo de pantalla de él y su novio, junto al pequeño Stripe en sus brazos, el tenue brillo del aparato le molestaba, sus ojos estaban irritados y rojos y las pestañas húmedas. Por fin retiro la caja de su cabeza, notó a Tricia mirándolo del marco de la puerta, bastante sería. 

─ ¿Qué demonios quieres? v-vete Era imposible no notar la tristeza en él, hipaba constantemente al hablar, las lagrimas habían dejado trazado un camino por sus húmedas mejillas, los ojos estaban rojos, el dedo indice jugaba inconscientemente con la pulsera que el rubio le había regalado, mientras el pelinegro trataba de desviar los llorosos ojos de la mirada de su hermana frotaba con una mano sus pómulos tratando de detener la interminable hilera de lagrimas.

─ No tienes que cargar con todo ─ Tricia contestó, su hermano mayor, que lucía tan frágil solo la miró, ella emprendió camino y se sentó sobre el colchón que se hundió bajo su peso, sus piernas colgaban de la cama por su baja estatura, las movía de atrás a adelante─ ¿No te gustaría que Tweek se preocupara por una vez? Enserio hermano, una relación es de dos El delgado y pálido indice de la colorada acaricio una lagrima y la retiro de la mejilla enrojecida, mientras Craig rodeaba su propio cuerpo con sus brazos y asentía con la cabeza, aún hipando.

─ Le diré a mamá y papá que no te molesten, yo vendré si necesitas algo, imbécil Craig hizo caso omiso al insulto y se recostó sobre su cama, Tricia se retiró simplemente y cerró la puerta suavemente para no perturbarlo.

Craig se sentía vulnerable, no había percibido problemas en la relación, pero ahora mismo se sentía inmensamente solo, los ojos hinchados le pesaban, así que opto por dejar de tallarse la cara, el sueño comenzó a inundarlo y simplemente se durmió.

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Despertó, sentía la cara pegajosa por las lagrimas que habían resbalado y sus ojos seguían hinchados, su boca estaba seca y aún sentía el estomago revuelto, el pensamiento de Tweek le inundo la mente y se sintió peor, levantó la cabeza y el sol del ocaso le pego de lleno en los ojos, haciendo que los entrecerrara. Sorbió por la nariz y se encaminó al baño, lavó sus manos y cara, para así disimular la hinchazón de su rostro, rápidamente se devolvió a su cuarto para evitar ver a sus padres, sacó su celular y notó los mensajes del rubio y sintió las nauseas venir, trato de ignorarlo y puso la cámara, fijándose en cada detalle de su propio rostro, suspiró y puso la caja sobre si, para evitar tener que mostrar su cara a quien fuera que entrara, porque aunque quisiera, sus padres se preocuparían de que no saliera a pedir bocado de nada, no sentía ganas de comer nada aún si su estomago rugía, si es que entraban su semblante los escandalizaría, parecía enfermo.

Comenzó a vagar por internet, youtube más que nada, distraerse era primordial, no sabía como estaba siendo tan llorón ese día, jamás lloraba y no le complicaba retener las lagrimas, pero en ese momento se sentía tan cansado que simplemente continuaba, sintió el toque en la puerta y carraspeó, Tricia pareció entender porque entró y se sentó junto a él, no le conversó, supuso que le estaba trayendo comida o algo, ella no habló ni nada, él estuvo a punto de pronunciar palabra, pero fue interrumpido.

─ C-Craig necesito hablar contigo la ligeramente aguda voz de su novio le interrumpió, un extraño hormigueo le recorrió el cuerpo. Retiró la caja de su cabeza con la expectativa en él,  porque una parte dentro de si esperaba verlo ahí, Tweek entrelazó sus manos como un acto reflejo, trasmitiendo calma.

─ Y-Yo pensé que estabas molesto a-así que y-yo ─ el muchacho temblaba un poco, Craig apretó su mano y le miró, Tweek se estremeció al verlo a los ojos y los cerró fuertemente, acercándose peligrosamente, sus narices chocaron, igual que sus labios por un corto tiempo, Craig se sorprendió al sentir la huesuda mano apretar la suya en medio del beso, con el pulgar acaricio el dorso ajeno y no se separó, el rubio se alejó de golpe.

─ L-Lo siento mucho, estoy nervioso y, y-

─ Babe, tranquilo no tienes que-

─ ¡S-Si tengo que Craig! ¡No m-me gusta verte así de mal, es mi culpa! El rubio le miró a los ojos y se sintió transparente ante él, los ojos se empañaron así que desvió la mirada, él lo tomó por la barbilla ─ Eres mi novio y  y-yo también tengo que estar para ti ─ Los pálidos dedos rozaron su cara ─ ¿Qué tienes tigre? ─  Craig reprimió una sonrisa, los hoyuelos en sus mejillas se marcaron.

La preocupación del rubio, el tacto en su mejilla, la cara de inquietud que traía le hacía sentir un cosquilleo en el estomago diferente al que tuvo en todo el día, levantó la mirada y volvió a pegar sus labios, como sellando su batalla mental, el  rubio no lo apartó, lo sintió suspirar en medio y jamás pensó que podría sentirse feliz ese día por un detalle así. El rubio mantuvo el tacto en su mejilla y Craig posó ambas manos en su delgada cadera, se separaron suavemente y sus ojos hicieron contacto por un breve momento antes de que sus labios volvieran a unirse. 

Podían hablar luego, tenían mucho tiempo

Y lo mismo supuso Tricia mientras cerraba la puerta del cuarto.

creek one-shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora