¿Su majestad?

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— Solo son señuelos— soltó luego de pensar un poco—, él las creó para retrasarnos. Mejor lleguemos antes que él hasta dónde Urie.

Ayato asintió con su cabeza y la siguió. Mientras tanto:

<< ¿Hace falta que recalque, que esto se ve bastante mal?>> se preguntaba Inouen para sí misma.

Una de los renegados iba teleportandose a flash mientras seguía el aura de Haise y Saiko. La guiaba hasta el departamento, no había lugar a dudas..., era un aura muy, muy fuerte, como si tuviera a los dueños de la misma a poco centímetros. Pero no lograba sentir la de Urie, y era grave que en éste tipo de ataque, los tres no estuviesen juntos.

<< Esto es demasiado peligroso, y para un ataque de éste nivel Izaya y Beyond deberían de estar aquí>> preocupó. Sabía que esto era anormal, y que solo un guardián podía esparcir este tipo de magia por toda la ciudad.

Las criaturas que Inouen veía no parecían inteligentes. Y a medida que pasaba las veía quietas, caminando sin rumbo, solo existiendo... no parecían ser lo vacíos que solían destrozar seres mágicos y asesinar sin piedad, no parecían ser los mismos que ayudaron a la destrucción entera de un distrito.

En el departamento, Urie había saltado desde el balcón. Cuando abrió puerta corrediza, el aura de sus hermanos recayó sobre él.

Era fuerte, demasiado densa. Y para sentirlos cerca, sabía que ya no estarían aquí.

<< ¡Maldición! >> rechizó dentro de él. Ellos sabían de lo que estaba pasando.

Cuando iba a comenzar a caminar por todo el apartamento, en busca de alguna pista sobre el paradero de sus hermanos, Inouen rompió la puerta corrediza del balcón mientras gritaba un "Detente" paranoico.

Pero Urie ya había puesto un pie en la sala.

El volteó su rostro, y miró a Inouen de pie con los ojos abiertos de par en par. Su pecho subía y bajaba alterado, y su corazón latía como loco.

El suelo se iluminó, trazando a luz un sello astral que recitaba en letras rusas "Stop", si en inglés.

El sello empujó a Urie a estar en su seno, sin dejarlo moverse. Urie sintió que su cuerpo había sido tomado por el mismo, y no solo su cuerpo: sino el control total de todo su ser... sentía sus emociones plásticas, su respiración artificial, y su cuerpo vacío a pesar de poder mover todo, menos sus piernas...

<< Ellos hicieron esto>> supo.

Ambos se quedaron en silencio. Urie estaba descifrando todo, ordenando las piezas de todo el complicado juego; Inouen estaba recuperándose, había caído sobre una rodilla y su mano derecha en su pecho, su cabeza baja mientras tomaba aire.

— No puedo liberarte de allí— Habló ella.

 — Tienes que hacerlo— ordenó.

— No— dijo negando por segunda vez—, de verdad no puedo romper una magia que está ligada a ti— ella también se había dado cuenta.

Ella, sobre el escalón superior que limitaba la sala bajó su mano los pocos centímetros para tocar el sello.

La yema de sus dedos rozó el trazo luminoso y la repelió como un golpe eléctrico. El sello iluminaba la casa oscura, y Urie en medio de él se confundía cada vez que respiraba y sentía su cuerpo en el aire.

—Esto— apuntó el sello—: No era para mí— supo una vez sintió la fuerza del sello.

Inouen levantó nuevamente su mirada hacía él. Urie estaba de espaldas a ella.

—La fuerza de este sello es demasiada como para venir de uno de ellos— él se refería sus hermanos—; Este símbolo está hecho por los dos, y su fuerza en suma rebasa por mucho la mía sola. Eso quiere decir, que este sello está hecho para alguien incluso más poderoso que yo— concluyó.

Urie comenzó a liberar su aura, y mientras Inouen se colocaba de pie para respirar e informar a Urie sobre lo que pasaba, un aura real, de poder, un aura de corona, la pisó: obligándola a arrodillarse ante su esencia.

— ¿Qué estás haciendo?— interrogó Urie mientras veía que ella hacía una reverencia profunda.

—Su Majestad...

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Sassán...

Linaje Baudin (&quot;Los Baudin&quot;)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora