-2-

8.3K 1.2K 656
                                    

Estaba exhausto, despedirse de sus padres y asegurarles que estaría bien varias veces lo había cansado mentalmente, sus padres le pidieron todo tipo de información sobre el lugar a donde se mudaría, tampoco podía decir demasiado, solo lo que conocía por el video que le enviaron, además les aseguro que les llamaría en cuanto llegara y se instalara.

Había pagado lo adelantado, así que no tenía otra opción, su dinero estaba contado, no podía desperdiciar ni un centavo más, aunque no le importaba, estaba emocionado por conocer el nuevo lugar.

Sus padres le contaban cosas horribles sobre vivir solo, lo difícil que sería y todo tipo de problemas del mundo adulto, pero no le importaba, ahora sabía que había tomado una buena decisión, solo esperaba que no fuera un tipo de engaño.

Llevaba dos maletas con todas sus cosas, por el video sabía que el departamento tenía muebles así que solo llevo ropa, su computadora y un par de cosas que necesitaría por el momento, después si podía conseguir un trabajo podría comprar algo más.

El viaje era largo y extremadamente frustrante, tener a tantos pasajeros, escuchaba a niños llorar entre los asientos del vagón, personas discutiendo o hablando por teléfono tan fuerte que casi podía escuchar la conversación, la persona sentada a su lado olía a cigarro, ese horrible olor, Renjun hizo una mueca mirando hacia la ventana para intentar distraerse y que su cabeza no doliera por el espantoso aroma.

Además de que había diferentes aromas en el vagón, por supuesto que era un vagón exclusivo para betas y omegas, así como los alfas tenían separaciones especiales o vagones especiales para viajar como quisieran.

Renjun odiaba ese sistema, si tan solo la sociedad considerará que lo pequeño y lindo era lo mejor entonces él estaría hasta arriba en la cadena y no hasta el final.

Odiaba a los alfas pretenciosos que creían que podían hacer lo que quisieran contigo, habría deseado ser un alfa para poder tratar a todos como igual, ser amable y mostrarle a los omegas que no tienen que agachar la cabeza cuando lo vieran llegar, demostrar a los alfas que no tienen que ser tan malditamente arrogantes y seguro podría formar una familia.

Aunque también le habría gustado ser un beta, nada mejor que estar en medio de toda la cadena y no ser de uno o de otro, los beta aun eran rechazados por los alfa pero al menos no los trataban como basura, además podría conseguirse un omega de todas formas, pero no...termino siendo lo peor, un omega.

Aun como omega, había decidido que jamás bajaría la cabeza a ningún alfa, jamás dejaría que lo humillaran, él no era un "sumiso" él era fuerte e independiente, no necesitaba el maldito consuelo de un arrogante idiota, Renjun estaba seguro que si en la universidad alguien se burlaba de él por ser un omega o un estúpido alfa venía a decirle que hacer entonces lo mordería y no lo soltaría hasta sentir su sangre entre sus dientes.

No bajaría la cabeza ante nadie, le costara lo que costara.

Al menos en el segundo tren iba solo en su asiento, creía haber desprendido algún olor amenazante después de estar pensando en todo aquello y era mejor para él, su padre le dijo que podía parecer un alfa o beta cuando estaba molesto y eso le daba en favor, su madre decía que nunca había visto a un omega con su carácter y Renjun siempre se sintió orgulloso de eso.

En el camino recibió un mensaje, saco su teléfono pensando que serían sus padres, pero se sorprendió al ver el teléfono del dueño del departamento.

Habían compartido teléfonos en caso de que algo sucediera y para aclarar más cosas, Renjun sonrió cuando vio el mensaje.

"¿Cómo vas? ¿Va bien el camino? ¿Alguien te ha molestado?"

No podía evitar sonreír genuinamente por el mensaje, sus padres le habían enviado un mensaje parecido hace un rato, pero ese era un completo desconocido que se preocupaba por él, se acomodó en su asiento para responder el mensaje.

"Todo bien, ya casi llegó, en algunos minutos estaré en la estación por fin"

Realmente se sentía aliviado de que ese viaje terminara, dos horas de viaje era una eternidad encerrado en un vagón con tantas personas y tantos olores diferentes.

"Te estamos esperando en la estación, solo busca a un chico de cabello rosa, creo que lo conoces por el video"

Wow, Renjun miro bien el mensaje ¿Ellos habían ido a buscarlo a la estación? Estaba realmente agradecido pero se sentía un poco culpable por ser una molestia, sacudió su cabeza, no dejaría que la estúpida culpa por esa torpe timidez de los omega lo confundiera, aunque buscaría como agradecerles, estaba nervioso por no saber encontrar el edificio, no era su primera vez en la ciudad, había ido a ver la universidad y a hacer el examen de admisión, pero tampoco podía pasearse en esa ciudad como si fuera su casa, no conocía todo.

"Gracias, no tenían que hacerlo, pero en serio lo agradezco"

Estaba realmente emocionado, aunque también estaba preocupado, por alguna razón tenía la idea de que podría ser un grupo terrorista listo para secuestrarlo...esa idea no se iría de su cabeza, sería una broma si no fuera real que muchos omegas son secuestrados para ser usados o vendidos, era un tema actual que a la monarquía no le importaba demasiado.

Una monarquía única de alfas puros, era claro que no les importarían los omega.

El tren se detuvo en la estación, Renjun miro por la ventana buscando a algún chico de cabello rosa, su estómago se revolvía por la emoción y los nervios, tomo sus maletas y bajó del tren, en cuanto bajo y miro alrededor pudo ver a dos chicos buscando entre la multitud, uno de cabello rosa y otro de cabello negro, uno era el del video.

Por suerte estaban solos, así que seguramente no le secuestrarían, Renjun tomo las maletas intentando calmar sus nervios y tranquilizar a su pobre corazón, ahora solo quería volver al tren y regresar a casa, pero por más que quisiera arrepentirse no podía dar vuelta atrás, tenía que calmar sus pobres nervios y seguir adelante.

Cerro sus manos sobre la maleta y comenzó a caminar intentando mirar entre las personas para no perderlos de vista, sintió a su estómago dar un vuelco cuando el de cabello rosa cruzo miradas con él antes de tocar el hombro del otro chico señalándolo.

No sabía si tenía que saludar, aunque tenía una maleta en cada mano así que eso sería imposible, así que se conformó por mostrarles una sonrisa, los vio caminar hacia él.

Dios, quería vomitar lo que había desayunado ese día, dejo que esos dos chicos se acercaran lo suficiente, pero en cuanto estuvieron suficientemente cerca los pudo oler...

Dos alfas.

Por supuesto que no [Norenmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora