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Jeno dormía tranquilamente cuando sintió un par de manitas moviéndose en su pecho, abrió los ojos para ver a Renjun haciendo una mueca de dolor mientras lloraba, se movió rápidamente para verlo mejor.

—¿Aun duele?—

Renjun miro al alfa, sus ojitos aun azules llenos de lágrimas, asintió acercándose más a Jeno.

—Ven, buscare algo más—Jeno se puso de pie, sabía que caminar le dolería así que cargo a Renjun en sus brazos, el pequeño omega seguía desnudo de la cintura para abajo pero el suéter que llevaba era lo suficientemente largo para cubrirlo.

Jeno se paseó por la cocina, era obvio que el café no funcionaba así que buscó en el refrigerador algo que pudiera calentar para que el pequeño bebiera.

Tuvo una idea cuando vio la leche, la sacó y vertió un poco en una olla para calentarlo, miro a Renjun que seguía quejándose bajo por el dolor, el omega se aferraba con fuerza a él, Jeno temblaba mirando el reloj, tragó un poco de saliva preocupándose por Jaemin que había tardado más de una hora en buscar la medicina y aun no volvía.

—D-Duele mucho—Renjun se quejó llorando—En serio duele—

—Tranquilo bebé, pronto vendrá Nana—Jeno acaricio un poco la cintura de Renjun mientras esperaba.

Cuando la leche estuvo caliente la vertió en una taza y la probo, sabía horrible, le puso una cucharada de azúcar y la volvió a probar, era mejor, tomo la taza y camino de regreso al sofá, se sentó y sentó a Renjun en sus piernas.

—Toma, bebe esto, está caliente—Apenas acercó la taza a la boca de Renjun, el omega comenzó a beberlo por completo—Con cuidado, no tan rápido—

En cuanto termino de beber, Jeno puso la taza en la mesa de café y se recargó en el sillón dejando que Renjun se acomodara a su lado, bajo su mano para pasar sus dedos por la cadera del omega, se sentía más relajado que antes.

Sabía que el celo de los omegas podía durar días, en su escuela siempre había omegas que faltaban a la escuela a causa de eso, pero los que podían comprar supresores no tenían que pasar por eso, Jeno miró a Renjun y se acercó para oler la escencia del pequeño, al fin podía oler el aroma, era un extraño olor a vainilla, casi parecía un olor a galletas.

Se preguntaba si sus labios sabrían así.

Escuchó a alguien poner el código de la puerta, Jaemin estaba de vuelta, apenas iba a levantarse cuando Renjun se movió, el omega se inclinó hacia delante y vomito.

Jaemin entró justo a tiempo para ver todo, dejo sus cosas y corrió al lado del omega, Jeno se había quedado paralizado a un lado.

—Renjun ¿Qué pasa?—Jaemin acarició la espalda del omega mientras vomitaba, Jaemin hizo una mueca al notar lo que vomitaba, cuando el omega termino lo miro, esos ojitos se llenaron de lágrimas de nuevo.

—Alfa—Renjun gimió llorando.

Jaemin se giró hacia Jeno completamente furioso—¿¡Le diste leche!?—

Jeno no sabía cómo contestar eso, los ojos de Jaemin estaban rojos, solo murmuró un pequeño—¿s-sí?—

—¿¡Cómo puedes ser tan idiota!?—Jaemin movió a Renjun para alejarlo del lugar donde había vomitado—¡No le das leche a un omega en celo!—

—¿Por qué no?—Jeno estaba asustado por la reacción del más joven, además de confundido y preocupado por Renjun, el omega se pegó al cuerpo de Jaemin llorando.

—¡Porque lo vomitan! ¡Te dije que le dieras café o algo!—

—¡Pues tus instrucciones tampoco fueron precisas! ¡Ese algo puede ser cualquier cosa!—

Por supuesto que no [Norenmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora