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Dos días pasaron en que ninguno le habló.

Renjun se sentía cada vez más molesto por la situación, Jeno se encerraba en su habitación y Jaemin salía fuera a comer, sabía que estaban molestos, pero eso era demasiado...

Aunque tampoco los necesitaba, se suponía que vino a la ciudad para estudiar, no para hacer amigos, podía hacer lo que quisiera cuando quisiera.

Tomo su celular y billetera, Jaemin escribía algo en su laptop sentado en la mesa cuando fue hacia la puerta.

—Voy a salir—dijo con una voz pequeña, pero Jaemin solo se encogió de hombros.

—Haz lo que quieras—

Sabía que debía ser indiferente, pero eso continuaba doliendo demasiado, extrañaba las dulces sonrisas de Jaemin despidiéndolo y pidiéndole que se cuidara, asegurándose que estaba bien peinado y esos lindos deseos de Jeno para que tuviera un buen día.

Sin todo eso...todo era demasiado triste.

Nunca antes tuvo a alguien que se preocupara como esos dos se preocupaban por él, nadie lo miraba de esa forma y ahora, realmente nadie lo hacía...

Renjun suspiro mientras caminaba por la calle, quizás podría deshacerse de su orgullo para hablar con ellos y disculparse, pero tampoco sabía cómo hacerlo sin romper en llanto, sus instintos siempre le ganaban cuando era honesto, sí se disculpaba sinceramente o se molestaba mucho terminaría llorando.

Paso junto a un bar y tuvo una pequeña idea, era un lindo bar y tenía algo de dinero, así que solo pensó en ¿Por qué no?

Entró en el bar, estaba casi vacío, solo había un par de personas en las mesas, Renjun estaba seguro que en la noche el lugar se llenaría casi por completo ya que era un lugar muy limpió y con unas lindas mesas, incluso podría ser un buen lugar para ir con amigos, caminó hasta la barra de bebidas y vio al barman, un chico joven de cabello rojo, limpiaba lo que parecía ser una copa dándole la espalda.

—D-Disculpe—habló bajo, realmente nunca había hecho eso, la primera vez que fue a beber fue con Haechan y fue en un restaurante normal, no sabía lo que tenía que hacer.

El barman se giró, tenía una mirada poderosa, de inmediato supo que se trataba de un alfa, pero cuando miro a Renjun, sonrió de una forma muy agradable, haciendo a un lado un mechón de su cabello rojo.

—Bienvenido ¿Qué puedo servirle?—

Renjun movió sus dedos sobre la barra mirando alrededor sin saber que pedir, el barman lo miro para analizarlo con cierta sospecha.

—Niño ¿Eres mayor de edad? Este es un bar—

—¡Claro que lo soy! —saltó a defenderse sacando su identificación de su billetera dándosela al mayor, el pelirrojo lo analizo por unos momentos antes de asentir.

—Está bien, pero parece ser tu primera vez en un bar—continuó limpiando la copa entre sus manos con un trapo—No deberías ir a un bar por primera vez tu solo, debes aprender a beber primero—

—¿Acaso eres mi madre? —preguntó con cierto fastidio por lo entrometido que era el chico.

El pelirrojo sonrió de nuevo y negó—Pide lo que quieras, pero te recomiendo que sea algo rebajado con jugo o soda, para que no te afecte tanto—

Renjun asintió agradecido—Claro ¿Podrías recomendarme algo? Realmente no sé sobre esto—

El barman asintió, tomo un vaso de vidrio y con agilidad preparo una bebida en unos segundos poniendo el vaso frente a Renjun, aunque parecía ser solo jugo de naranja.

Por supuesto que no [Norenmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora