Última tentación (Gerard Way y tú)

11.

-Debe ser un broma...

Pero no se trataba de ninguna broma, nadie decía lo contrario, nadie decía nada, me moví por todo el lugar preguntando a todo el mundo pero solo se me quedaban mirando, nadie me respondía... incluso notaba algunas miradas de repulsión hacia mí.

Se enteraron...

Desesperé y corrí al podio donde suele ir el maestre de ceremonias anunciando a los ganadores, encendí el micrófono y dije:

-Gerard Arthur Way, ¿dónde demonios estás?

El barullo que había se detuvo de repente... todos se quedaron quietos. Pude ver a mis muchachos sentados todos en sus lugares, y Jan... Jan miraba serenamente, como esperando un desenlace decepcionante, me sentí mal.

Y de repente vi a Gerard caminando hacia el podio, pero se detuvo a la mitad y se quedó ahí parado, solo observándome, con una sonrisa melancólica, bajé con cautela, las cámaras nos apuntaban a ambos, en silencio, esperando... esperando que todo explote y que salgamos corriendo juntos del lugar, pero no... no podía hacer eso

-Acompáñame afuera...

Gerard no dijo nada y me siguió, fuimos hasta una bonita fuente en un hermoso jardín que se encontraba dentro del territorio donde se celebrarían los premios. Me senté pesadamente y él a mi lado.

-¿Quieres explicarme que diablos es todo esto?

-¿De qué hablas _____?

-¡No te hagas al idiota conmigo! ¿Cómo es eso de que le pediste el divorcio a Lyn?

-Sabes por qué...

-No Gerard, yo no se nada...

-Te amo _____... por favor... por favor quédate conmigo

-Basta...

-Pero_____- pero lo interrumpí

-No quiero que sigas con esto, todo iba bien, tu recuperaste a tu familia y yo por fin puedo gritar  a los cuatro vientos que me casaré con el hombre que amo...

-Entonces, si tanto amas a Jan como dices hacerlo ¿Por qué fuiste hasta mi habitación esa noche?- me atrapó...

-Necesitaba aclarar lo que sentía

-¿Acostándote conmigo? ¿Siéndole infiel al supuesto amor de tu vida? ¿Haciendo que yo le sea infiel a mi esposa?

-Yo...

-¡Dime _____!

-¡No lo se!

Quise irme corriendo de aquel lugar, pero Gerard me tomó de la muñeca y me jaló hacia él, estábamos muy cerca, tanto que podía sentir ese aroma embriagador que me envolvía completamente, tanto que sentía su respiración sobre mi rostro, tanto que podía sentir su corazón latiendo a mil...

-Si lo sabes...

-No... no lo sé

-Dilo

-No, yo...

-Deja de mentir y dilo- me sentía tan presionada...

-¡Yo te amaba!

-Y aún lo haces...

-No Gerard, ¡Entiende que solo fue un desliz! yo nunca he querido esto

-¿Qué es lo que no querías? ¿Mi divorcio? querida, yo quería divorciarme de Lyn desde hace mucho tiempo, por un momento quise reconsiderar... pero te conocí a ti... y todo cobró un nuevo sentido.