12. Aislada

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Pasó una semana desde que Jan nos había dejado, yo estaba hundida en la depresión, me metí a la habitación de Jan y no salía de ahí para nada, acurrucada en su cama, abrazada de su almohada que mantenía su aroma, de momento en momento iban los muchachos a verme... pero yo no querías hablar con nadie, ni siquiera comía. Mientras tanto los chicos estaban sumamente preocupados.

-¿Qué diablos pasó entre ellos...?

-No lo se Katriel...

-Luca, esto no puede seguir así... se fue sin despedirse, a mitad de la creación del nuevo álbum, ni siquiera sabemos si la banda tendrá problemas porque Jan casi mata a golpes al vocalista de la otra banda...

-¿Por qué no solo lo llamas por su nombre? Es Gerard... Jan golpeó hasta casi matar a Gerard... pero no sabemos por qué exactamente...

-Gerard tiene que haberle hecho algo a _____, Si no Jan no hubiera reaccionado así...

Eventualmente fueron a preguntarme que es lo que había pasado pero yo no dejaba de llorar, no abría la boca más que para gritar de rato en rato, normalmente me funcionaba para descargarme y sentirme mejor... pero eso no pasaba... no dejaba de sentirme mal. Ángeles trató de hacer que me tomara mis antidepresivos, pero no lo hice, no tomé nada.

-Nena no puedes seguir así... soy tu mejor amiga y quiero verte bien... entiendo que hayan terminado, no se por qué... pero la verdad dudo que él se haya enterado de lo que pasó entre Getrard y tu... por favor dime qué fue lo que pasó...

Pero yo solo guardé silencio como había estado haciendo todo este tiempo...

Una buena mañana... harta de sentirme así, me levanté como pude de la cama, me mareé... estaba débil y prácticamente muerta, me di una ducha fría para despertar bien, tomé algo de ropa, y saqué tanta comida como pude de la nevera, tomé mis llaves y sin que se diera cuenta nadie, arranqué mi coche y me fui. Comencé a conducir sin rumbo, mientras mis pensamientos se aclaraban un poco, y llegué a recordar que desde niña quería vivir en Canadá, pisé el acelerador y me dirigí a la frontera, la atravesé casi sin problemas, por suerte nadie me reconoció y entré al país.

Llegué en la noche, tarde. Me fui a una de las partes alejadas, lejos de la ciudad, quería estar sola. Me hospedé en una pequeña cabaña en el bosque, había un pequeño televisor, lo encendí por curiosidad, y justo daba una noticia de mi desaparición, estaban entrevistando a los chicos, Katriel y Ángel estaban muy preocupados y alterados, el único que hablaba era Luca:

-No sabemos qué diablos fue lo que pasó, una mañana no encontramos a Jan y no sabemos dónde está, _____ estaba tan deprimida que no salía de la cama en todo el día, y de repente también desaparece ella, sin dejar rastro, ¡¿Dónde están los dos?!

Pero de repente al canal le llegó una llamada anónima... pero esa voz la reconocería en todas partes...

-_____ no se dónde te fuiste, no debiste salir de casa... por favor no hagas nada estúpido...- y colgó...

¡Era Jan! Jan estaba viendo el programa, Jan estaba preocupado por mí... no quise pensar más, y comencé a desempacar mi maleta. La noticia pasó y vi en el televisión un Gerard con la cara llena de moretones y una herida en el pómulo, saliendo del hospital ¿Tan mal lo dejó Jan?... los reporteros lo inundaban de preguntas, pero solo hubo una a la que respondió:

-No... no voy a levantar cargos en contra de Jan, eso no importa ya...- y miró a la cámara con esos bonitos ojos color café verdoso- solo quiero pedirle a _____ que vuelva por favor...- y se le cayó una lágrima... y yo entré en crisis, y me derrumbé otra vez...

Pasaron unas semanas y yo me sentía mejor, estar sola al aire libre y lejos de todo me había sentado bastante bien, prefería estar afuera, pero de vez en cuando encendía el televisor para ver la noticias... aún me estaban buscando, y por lo que entendí, al no encontrarme, Jan había vuelto a casa, él salía en todas las entrevistas, aunque no decía gran cosa, solo le pedía a nuestros fans que por favor ayudaran en mi búsqueda.

Creí que con todo el revuelo las dos bandas se volverían a unir, aunque sea hasta encontrarme, pero no fue así... de hecho se habían declarado la guerra, y los programas de chismes no ayudaban para nada, lo único que hacían era meter leña.

Mientras yo me aislaba del mundo y la sociedad, en casa nadie dejaba de preocuparse. Jan daba vueltas por toda la casa, esperando que yo salga de algún escondite secreto, él también estaba deprimido, se quedaba a dormir en mi habitación igual que yo en la suya. Ángeles, Luca y Katriel salían todos los días a ver si me encontraban, por lo que entendí, recorrieron todo el país... pero obviamente no me encontraron. Gerard por su lado, contrató gente para buscarme, nadie daba conmigo. No se qué pensaban los demás de mi, ¿Frank me odiaría? habíamos entablado una bonita amistad, pero después de esto ya no sé... 

Luego se les ocurrió rastrear mis cuentas, obviamente para poder vivir las mantenía activas, necesitaba dinero para pagar la renta y la comida, ya no vivía en mi palacio... entonces descubrieron dónde estaba, vi en las noticias que habían descubierto que estaba en una ciudad aquí en Canadá, técnicamente solo iba a la ciudad para comprar cosas para la cocina y sacar efectivo, ya que obviamente en medio del bosque no podía. Y supe que vendrían por mi, lo dijeron en la noticias, pero sabía que no iban a encontrarme, entonces me quedé quieta en mi cabaña, aún no estaba lista para volver.

Pasaban los días y continuaba mi búsqueda... ellos ya estaban en el mismo país que yo, pero no me hallaban, encontré un buen lugar después de todo. Lo único malo es que de a poco se acaba la comida y ya solo me quedaban dos latas de atún... tendría que aventurarme, y para peor, a penas me quedaba gasolina para la ida pero no para la vuelta, entonces tendría que quedarme en alguna gasolinera para llenar el tanque y esperar...

Salí de mi pequeña cabaña y me dirigí a la ciudad, mala suerte, había olvidado mi gorro y mis lentes, no podría pasar tan desapercibida después de todo, pero ¿quién me notaría? todos tienen cosas que hacer. Luego de  hacer la compras, me dirigí a una gasolinera, y vaya que el tanque tardaba en llenarse, me quedé apoyada en el capó esperando, cuando otro auto se detuvo a mi lado, de él salió Gerard todo desesperado, corrió a abrazarme, me quedé helada.

Me hizo un sin fin de preguntas y lloraba a mares... yo no decía nada, no podía... verlo de nuevo se sintió como un golpe en la boca del estómago.

-Estás pálida, ¿te sientes bien? ¿has estado comiendo bien?- al no responder se preocupó más- iré a comprarte algo de comer.

Fue corriendo hacia la tienda... y yo no desaproveché la oportunidad, encendí el coche y aceleré, y me fui sin mirar atrás, esperando que no me estén siguiendo.



Hasta aquí el capítulo xd

¿cómo está quedando?

Veré de actualizar más rápido

GRACIAS POR LEER :3

Última tentación (Gerard Way y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora