Los Tacos De Doña Maggie.

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El puesto de tacos "El Toro de Santa Julia" era muy bien conocido por estos rumbos. Era un gran local que abarcaba toda una cuadra, sus paredes de fuera eran pintadas de color huevo, mientras adentro le llenaba de vida los colores de la bandera con el águila, las mesas eran de madera pura y un mantel rojo, el piso era de loseta blanca y los meseros llevaban trajes negros o blancos.

Nunca hacía falta la gente en este lugar, los héroes locales solían ir con frecuencia después de un buen turno.

La dueña del local se llama Magali y los vecinos de cerca llamaban a su puesto "lo tacos de doña Maggie".

Magali es una mujer de treinta y cuatro años, su pelo es corto y de color café, sus ojos son amarillos y su piel es morena. Su Quirk es una fusión con la hiper-velocidad y los buenos reflejos.

- ¡Qué trages con la boca cerrada, imbécil! - Grito con furia mientras golpeaba al héroe Metalcoop, que comía sus buenos tacos de tripa.

- Pero doña Maggie, la salsa pica de a madres ¿Cómo chingados quiere que coma bien? - Reclamo.

- Si no te parece deberías de ir a ponerle mermelada, cabron - Un chico de trece años acababa de salir de la cocina con una caja llena de botellas vacías - Y luego dicen que yo soy el marica.

El niño que acaba de salir es nuestro cariñoso protagonistas, Juan Quetzali Hernández Hidalgo, un adolescente de trece años, actualmente estudiante de la preparatoria número cinco. Su cabello es rubio y está teñido de azul por la parte de arriba, gracias a su Quirk cambia de color cada de que su humor lo hace, sus ojos son tan almendrados que parecen rubios, su piel es apiñonada y mide un poco más de lo que miden los chicos de su edad.

- ¡Chamaco! - Grito con sorpresa - ¿Por qué no estás en la escuela?

Levantó el plato sucio y empezó a pasar el trapo.

- Se volvieron a plantar a fuera de mi escuela - Dijo aburrido - A este paso no podré llegar a la escuela de héroes, y todo por lo pinches mamones consentidos de mis compañeros.

- Tranquilo chamaco, estás adelantado por dos años, no creo que haya pedo - Doña Maggie estaba abriendo el lugar - Ahora dejan de alegar. Tú tienes trabajo que hacer y tú tienes que salvar la ciudad así que circulando y a la verga.

Dijo antes de sacar al héroe Metalcoop del lugar.

• • •

11:40p.m

- Chamaco ya vete pa'la casa, ya ves que las calles a estas horas están re'solas - Aconsejaba doña Maggie mientras pelaba los chiles para la salsa del día siguiente.

- Pero doña Maggie - Suplico - La casa esta más sola que las calles a esta hora, me vaya a salir el chupa cabras y pa'que quiere.

La chancla de piel, que llevaba doña Maggie en ese momento, voló hasta la nuca de Juan provocando que se cayera de la silla en la que estaba leyendo "112 maneras de transformarse en Quetzalcóatl".

- Sigue diciendo mamadas y verás como terminarás preguntándole al mismísimo Quetzalcóatl como transformarte en él, chamaco igualado.

- ¡Ay doña Maggie! - Se quejo con lágrimas en sus ojos. Tomo su mochila y guardo el libro dentro - Me pega más duro que mi ama y mi abuela juntas... Ahí la veo en la vecindad.

Y salió con rapidez del, ya cerrado, lugar.

No tardó mucho en llegar a una pequeña vecindad de dos plantas color violeta y portón negro, entro en cuanto pudo cerrando la puerta con miedo, apresuro el paso y llegó hasta su departamento, abrió la puerta como desesperado y entro encontrando a su abuela en una silla y con su tejido en las manos.

- ¡Abuela, sigues despierta, viejita! - Dijo con una linda sonrisa.

La señora le miro ofendida.

Debido a su singularidad le era imposible verse más grande de veinticinco.

- Mira Juan Quetzali, ni me estés chingando con tus mamadas que estoy con el Jesús en la boca, ¿Qué horas son estás de llegar? ¡Tú y tu madre son idénticos!

- ¿No a llegado?

- ¡No me cambie el tema con una fregada! - ¡Pam! Otro chanclaso - ¡Se me va a dormír si no quiere que le dé otro!

- ¡Pero por qué me pega! - Grito con lágrimas de cocodrilo, y callando de manera inmediata al ver los ojos rojos de su abuela, corrió a su cuarto y cerró la puerta gritando un fuerte "buenas noches".

El Quirk de su abuela era conocido como Leyenda en vida y le permitía adoptar la forma de cualquier leyenda. No mentía cuando decía que el chupa cabras se le podía aparecer.

MÉXICO en la U.A (Kirishima × Male Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora