Festival.

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En el segundo combate de Juan obtuvo menos problemas.

Se había enfrentado contra una chica con cabello de enredadera, al principio había sido algo difícil, pero lo logro. Simplemente mando a la chica fuera del límite usando un agujero transportador, claro que después de eso volvió a vomitar.

El siguiente combate era uno definitivo, si ganaba peleará con Bakugo y podrá quedar entre los primeros dos, si lo pierde quedará en el tercer lugar.

Por fin iba a enfrentarse a Todoroki, estaba que se moría del éxtasis y los nervios.

Sus amigos habían estado a su lado durante una pele antes, incluso Ochako que acababa de recibir una paliza por parte de Bakugo.

— ¡Ya ni la chingas Katsy, mira como dejaste a mi niña! — Le gritaba a todo pulmón, mientras abrazaba a su amiga y Katsuki le gritaba que era un imbécil y que no le iba a decir que hacer.

— Bueno, bueno, Quetzali-kun, dejemos de hablar de mí, ya estás a punto de pasar a pelear contra Todoroki-kun — Dijo, ya sonrojada, Ochako, Juan era una persona que mostraba mucho afecto a sus amigos y siempre lograba que se sonrojaran o se avergonzarán.

— Debe de ser difícil, te vas a enfrentar a tu amigo — Dijo Hitoshi.

Estaba alejado en una esquina, Juan era más empalagoso con él que con los otros.

— Nel, el pendejo me las va a pagar. Le voy a dar bien bonito — Su greñero se teñia de un rojo vivo.

— Se han visto muy enojados entre los dos... ¿Paso algo? — Ejiro estaba recargado entre los hombros de Juan.

— Tiene la lengua muy larga el muy cabron — Susurro, abrazando al dientes de tiburón, estaba demasiado frustrado y los abrazos le ayudaban mucho.

Miro a sus amigos. Estaba Izuku, ese pequeño pecoso que siempre le hacía preguntas sobre su singularidad, el que le decía que era increíble y le hacía sentir importante.

También estaba Ochako, la niña tierna y que tanto quería Juan, ella le daba apoyo y lo trataba como un hermano, siempre le hacía ver el lado positivo en las cosas.

Tenya no estaba, le había surgido un inconveniente pero Juan podía imaginarlo con ello. Era el chico que siempre le recordaba las normas, como si le preocupara que algo le pasará por no seguirlas.

Momo y Kyōka. Las chicas que lo cuidaban como a un hermano menor, le contaban anécdotas curiosas, le recomendaban música, le daban consejos y lo defendían en algunas ocasiones.

Ejiro y Katsuki. Juan queria mucho a Ejiro, era muy apasionado y siempre le daba ganas de dar lo mejor de él cuando lo tenía cerca, como si fuera un ejemplo a seguir.
Katsuki le recordaba a su hermano mayor, siempre le gritaba e insultaba para hacerle ver cuánto lo quería.

Sero e Hitoshi. Sero le transmitía una paz y diversión increíble, algo que solo había sentido con su antiguo novio, pero no podía ver a Sero como algo así, lo quería solo para su amistad.
Hitoshi le recordaba a Metalcoop, ese hombre que quiso mucho como si fuera su padre, eran idénticos, si no fuera por las estupideces que suele decir Metalcoop.

— Los quiero — Sonrió alegremente, sintiendo su cabello cambiar a un naranja vivo.

La primera llamada no tardó en sonar y Juan salió hacia el pasillo que conducía a la arena.

Suspiro de manera excesiva, se arregló las mangas, sacudió su cabello cambiando el color a un tono blanco con mechones negros, destapó sus oídos dejando ver lo puntiagudo de sus orejas, paso sus dedos por todos sus tatuajes visibles, se lamió los labios, dejando ver lo puntiagudo y alargado que eran sus dientes.

Miro la luz que daba de fuera, trono su cuello y entro escuchando los ladridos del locutor.

— ¡Nuevamente, de este lado, tenemos a nuestro extranjero favorito. Este niño nos a dado peleas reñidas y apariciones fabulosas! — El público grito de exitación, alabando el nombre de Juan y gritando frases de apoyo.

Juan se sintió levemente avergonzado, trataba De mantener la postura y verse rudo. Pero a los ojos del público se veía como un pequeño gatito que está apunto de jugar con su juguete favorito.

Su mirada se volvió mucho más vacilante y fría que otras veces, Todoroki acababa de entrar a la cancha.

— ¡En el otro extremo tenemos a un rival igual de fuerte y sorprendente, el chico que toda chica quisiera tener de pareja! — Los dos se miraban como si llevarán un odio desde hace años, ni siquiera se permitían parpadear — ¿Quién ganará está pelea? ¡Averigüemoslo!

Los gritos se detuvieron, la maestra a cargo se aseguro de repetirles las reglas a ambos, como si temiera que se hicieran daño.

La chicharra sonó.

El hielo ataco a Juan este salió despegado al cielo con enormes alas en su espalda, luego bajo en picada convirtiendo su brazo en un diminuto cañón y disparando al bicolor.

Todoroki esquivo las balas, eran de sal una parte de Juan no quería que Todoroki saliera lastimado.

Pero la otra lo quería ver en silla de ruedas.

Como debía de esperarse Todoroki evitó los balines creando un arco de hielo.

Alejandra y Rei miraban todo con cautela y confución. Sus hijos se llevaban bien ¿No? ¿Entonces por qué tenían cara de no haber cagado?, como diría Juan.

Llevaban poco tiempo en la arena, quizás quince minutos. Ninguno tenía interés de perder.

— ¿Cuántos dulces de leche tienes bajo la cama? — María hacía lo posible por no parpadear. Su hermano estaba golpeando a Todoroki, se había convertido en un topo y lo agarraba por sorpresa, el público reía.

— Dos bolsas de 125 dulces... ¿Cómo sabes que tengo dulces bajo la cama? — Guadalupe habría volteado a ver a su hermana, pero estaba más concentrada en ver cómo quemaban a su hermano.

— Apuesto tus dulces por mis gomitas de chile a qué Juan hace un idiotez.

— ¡Eso no se vale, él siempre hace estupideces! — Miro a su gemela algo molesta. Guardo silencio — ¿Cómo es qué estás tan segura de que este es un momento de esos?

— El, el tatuaje que tiene en su muñeca izquierda... — María era la parte del Quirk que tenía una visión más aguda, podía ver a metros lo que sucedía y extrañamente su mirada se había fijado en esa parte.

Hace unos momentos Juan le había hecho una llave a Todoroki, lo tenía en el piso y estaba por sacarlo de la arena, pero Todoroki logro congelarlo. En ese momento, cuando Juan alzó la mano para destrozar el hielo, María lo vió.

Su tatuaje que tenía hace pocas semanas, ese que parecía una máscara vudú.

»— Está por romperse — Las gemelas cerraron el trato con un apretón de manos, luego se encogieron un poco en su lugar aúnque aún podían ver.













Festival Parte Siete.








N/A:

Cómo disculpa por la tardanza les daré dos datos curiosos de Juan y otro de su padre.

¹- Los tatuajes de Juan son marcas que le salen en la piel cuando su ca forma peligrosa, el "Alebrije" y el zorro que para él era una manera de mostrar enojo.

²- Juan tenían tres hermanos mayores por parte de su padre, una chica y dos chico, dos de ellos ahora están muertos, el otro, hablaremos de él otro día nwn.

¹- El padre de Juan lo necesita para sobrevivir.

MÉXICO en la U.A (Kirishima × Male Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora