MÉXICO en la U.A (Kirishima × Male Reader)

Me Cagan.

Juan estaba agotado, habían pedido un campo algo especializado en la ciudad para poder actuar en su entrenamiento. Llevaban al rededor de doce horas entrenando en una sola técnica, el camuflaje.

Mr. Camp atacaba a Juan mientras esté tenía la forma de Metalcoop y manejaba su singularidad, se veía fácil pero no lo era, Juan no soportaba manejar una transformación de un tipo tan sencillo por más de trece minutos y menos si tenía que defenderse.

— ¡Vamos Chamaco, concéntrate! — Le grito Metalcoop desde las gradas comiendo una bolsita de frituras.

— ¡Eso intentó, ¿Cómo putas manejas esto? Es muy difícil! — Grito agitado, estaba convertido en un hombre incluso un poco más alto que él, de cabellos blancos, fornido de manera exagerada como All Might o Endeavor y con ojos rosas — ¿De qué te sirve estar tan mamado si no puedes hacer más de una cosa a la vez?

Metalcoop termino de comer, se levantó y dio la señal de cambio, inmediatamente el lazo tricolor de su pareja cambio de camino y se lanzo hacia el hombre aprendiendo su cuerpo con fuerza para tratar de destrozar sus huesos, la presión era tanta que sus venas resaltaban, con la otra mano se formo una espada en punta con los mismos tres colores, se esfumó y volvió a aparecer por el suelo rompiéndolo y abriéndose paso hacia el hombre para poder atravesarlo.

Nombre: Mr. Camp.
Edad: 32 años.
Sexo: Femenino.
Singularidad: Campo amasable.

Está singularidad tiene la capacidad de crear un campo protector enorme e indestructible de tres colores, rojo, blanco y verde, es radioactivo con la potencia de poder destrozar todo lo que se proponga.

En menos de lo que espero este mismo lazo que lo tenía sujeto la saco volando por los aires hasta hacerla caer al otro lado del campo rompiendo su otro ataque, con una sola mano logro enredar el cuerpo de la mujer forzando el lazo hasta volverle sólido obligando a la chica a llegar hasta él y robándole un par de besos.

— Pinche presumido — Miro mal a los mayores — ¡No coman pan frente al pobre!

— Cómo chingados no —  Juan hizo cara de indignado con deseos de vomitar al ver cómo Metalcoop se comía la boca de su novia — ¡Ustedes ya tragaron y yo no dije nada, es mí turno, chamaco!

— Le voy a decir a doña Maggie que me están corrompiendo — Justo en esos momentos el cuerpo de Metalcoop empezó a temblar.

Un lado oscuro que pocos saben sobre esa mujer es que fue la etiquetada como héroe número dos en el país natal de nuestro protagonistas, una de las más fuertes y temidas, no se desea ni al peor villano meterse con ella y menos si trae su arma mortal o no, Metalcoop se había enfrentado a esa arma más de una vez y vivido para contarlo.

— Iré por algo de comida, ustedes sigan con el asunto — Dijo antes de salir dejando a ambos hombres solos.

Juan no tardó en mutar su cuerpo para que tuviera parecido con el de Bakugo, atacando por sorpresa a Metalcoop, quién apenas y pudo detener la explosión que corría para su rostro.

— ¡Eso es de cobardes! — Grito en defensa — Déjale eso a los que le van a las chivas, chamaco.

(Aclaro que no sé mucho de Fútbol pero es el equipo favorito de mi primo así que es divertido molestarlo así).

— ¡Muere! — Salto sobre el hombre reventando su tímpano al llevarle una explosión en oído — A la verga wey, ya me sale hasta su frase de mamón. ¡Ah!

Juan salió volando de los hombros del tipo, lo sujeto del tobillo y comenzó a darle vueltas hasta lograr que vomitara su desayuno.

— Oye deberías dejar de vomitar, eso es muy peligroso para tí — Advirtió.

— ¿Neta wey, me lo dices tú?

• • •

Juan respiro con alivio mientras caminaba alrededor de la ciudad, había sufrido durante un tiempo más antes de que a Mr. Camp se le ocurriera llevarlo a patrullar para darle experiencia.

— Al chile sus tamales no tienen sabor — Le repitió la chica mirando mal lo que se suponía y era un tamal.

— Sigo dudando de eso... Parece un burrito envuelto en chicle, comadre — Frunció la nariz al percibir su mal olor — Wacala de perro, aleja eso de mí, Ivonne.

— Chamaquito mamón ni aguantas nada... — Atacó, tirando su comida — Oye, tu aparato está brillando — Dijo señalando el bolsillo trasero del niño.

— Qué raro, es un mensaje de Midoriya pero es sólo su ubicación —  En ese momento su cabello se volvió violeta al ver otro aviso de Metalcoop.

— ¿Qué tu rodilla qué? — Su cara era de completa frustración, también había recibido el mismo llamado.

A M O R.

— La ciudad está bajo ataque, saca al Tamal de dulce de aquí y ven a ayudar, necesitamos de tu apoyo.

— ¡Vergas, necesito ponerte a salvo! — Guardo su aparato antes de tomar el brazo de Juan y salir corriendo.

— ¡Pero mi amigo podría estar en peligro! — Se miraron de una manera que sólo ellos entenderían antes de salir corriendo en camino a la ubicación.

Por el camino se encontraron con algunas personas que se encontraban heridas pero fuera del peligro, Mr. Camp se puso a anteder su situación y Juan aprovecho para seguir su camino, llegando justo en un momento alarmante.

(Tampoco recuerdo qué sucede específicamente aquí, pero vamos es un Fic puedo poner lo que quiera XD).

— ¡Tenya! — Grito con miedo antes de poner el Quirk de Ivonne en acción evitando que el famoso asesino atravesará el brazo de su amigo.

— ¡Quetzali! — Gritaron los tres.

— ¡No mamen, uno no los puede dejar solos tres minutos porque ya se están enfrentando a un puto asesino, neta que por esto no los llevo de visita a México! — Los acuso mientras ayudaba a levantar al chico.

— ¡Quetzali-kun, debes tener cuidado, si prueba tu sangre...! — El cambio repentino de color en el cabello de Juan evitó que Izuku continuará.

— Lo sé, Metalcoop me lo dijo — Sonrió con orgullo — Nunca antes me había sentido tan seguro de algo... Pero este cabron ya se chingo.

Su cuerpo muto hasta volverse brilloso y de un hierro oscuro.

Habían recibido a Metalcoop por una sola razón y esa era que su singularidad era inpenetrable, no había manera de llegar a su piel o sistema, perfecto para enfrentar a alguien como Stain.

Sólo había un problema y ese era la estabilidad que tenía Juan bajo ese Quirk, claro que estaba la solución y posiblemente la destrucción de esta misma, la sangre de Juan no estaba precisamente registrada en los sistemas de salud, quiero decir que era una muestra inexistente.

Stain podía o no detenerlo, probar su sangre podría dejarlo en estado vegetal o no hacer nada, todo estaba colgando de un hilo.