Adrien salía del instituto, esperaba a que su chófer llegara por el como era ya costumbre de todos los días, llovía, era la lluvia más fuerte que había visto en su vida. La temperatura empezaba a bajar ¿Cuanto tardará su chófer en recogerlo?
-Oh no, esta lloviendo -escucho una voz a su lado. Dio media vuelta para ver de quien se trataba y ahí estaba ella.
Aquella chica de cabello Azabache atado en dos coletas, quien caminaba a paso lento sosteniéndose de su inseparable bastón.
Sin que ella se diera cuenta el joven modelo la miraba, ella aún no se había percatado de la presencia del joven. Pues este no emitía sonido alguno, a pesar de ser ciega eso no quitaba que no pudiera reconocer los sonidos, las cosas, sabores y más.
Sus compañeros la admiraban, pues a pesar de no poder ver, de no tener una vida tan normal como otros. Ella siempre mostraba una sonrisa, transmitiendo a sus compañeros un “todo esta bien”
-¿Hay alguien?-pregunto curiosa, escuchando de manera atenta por alguna voz que le dijera que no estaba sola.
-H-hola -dijo él un tanto tímido, nunca iba a olvidar lo que pasó esa mañana.
-¿Quien es?-volvió a preguntar, el chico relajo su expresión y contestó.
-Adrien, soy Adrien tu compañero de clases -dijo él, causando una sonrisa en el rostro de la joven.
-Oh, hola Adrien no sabía que estabas aquí -comentó ella con alegría, con una radiante sonrisa adornando su rostro.
-E-eh si, es que mi guardaespaldas se volvió a retrasar.
-Entiendo, ¿Sabes? Tu me agradas, eres un chico de buen corazón. Gente como tú hay poca -respondió tímida, causando impresión en su compañero.
-Pues muchas gracias, tu también eres muy especial -contestó él.
-También quería darte las gracias por ayudarme y defenderme de Chloé y Sabrina -agradeció tocando con las llemas de sus dedos su mano, lo que causó un respingo de su parte.
-No es nada, me alegro haber ayudado. Tienes amigos maravillosos, se nota a kilómetros el cariño que te tienen.
-Sipí, son grandes amigos. Me alegro de convivir con ellos -el silencio reino por minutos luego de que la chica terminará aquella frase.
No sabían que decir para romper ese cálido silencio, que si bien no era para nada incómodo ambos ansiaba saber más del otro.
-Adrien -llamó la joven en un pequeño susurro, mientras juntaba ambas manos en señal de nerviosismo.
-¿Qué ocurre?-pregunto curioso.
-Puedo tocarte -ese comentario descolocó al joven modelo.
-¿Perdón?
-Sí, ¿puedo tocar tu rostro? Quisiera saber como eres -Adrien suspiro tranquilo, con que era eso solamente.
-Claro -respondió sereno.
-¡Muchas gracias!-contestó ella, para después ir acercándose al joven y con una de sus manos empezar a sentir su rostro.
Marinette empezó a identificar como era el rostro del joven modelo, piel suave, nariz pequeña, ojos grandes. En definitiva un chico guapo y apuesto. Podía darse una idea de cómo sería en su mente.
-Nunca había sentido un rostro como el tuyo -aquella frase descolocó al joven.
-¿Tan feo soy?-pregunto, causando una risa en su compañera. La cual considero muy linda.
-No para nada, de hecho eres muy apuesto y muy guapo -por instinto llevo su mano a su cabeza.
De pronto un sonido de una bocina los sobresaltó, era el chófer del rubio que había llegado por él
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Lady Fairy (AU Miraculous LadyBug)
FanfictionUn chico con el corazón destrozado y una familia rota. Su padre no le da la atención que requiere y se siente solo en aquella frívola mansión. Después de mucho rogarle a su padre dejarlo asistir a la escuela, finalmente es convencido por la asistent...