Lady Fairy (AU Miraculous LadyBug)

Capítulo 17: Tsurugi

Hoy eran las pruebas para los esgrimistas novatos, quienes esperaban tener un lugar en el equipo.

Los cupos eran limitados, por lo cual debían dar todo de sí para obtener un lugar entre los más destacados.

Marinette se encontraba en una de las bancas, junto a Alya. Pues acordaron que debían apoyar a los chicos en su esfuerzo.

Pero más que nada, darle su apoyo a Adrien. Quien a pesar de ya tener un lugar desde hace tiempo, dedicaba su formación y experiencia a entrenar a los más novatos.

—¡Muy bien!—felicito el rubio —El punto es para ti, tuviste motivación y atacaste primero.

—Muchas gracias, joven Adrien —sonrió —Este ha sido mi sueño desde hace tiempo, estoy seguro que con sus enseñanzas. Lograré encontrar un lugar.

—Por favor, no tienes porqué ser tan formal —dijo él. —Solo dime Adrien.

—E-esta bien —respondió el joven —Señor... ¡Que diga, Adrien!

El muchacho rió divertido por la timidez del joven, quien simplemente coloco una mano en su cabeza.

—Adrien se ve más feliz que de costumbre —dijo Alya.

Y era verdad, Adrien parecía tener una mejor actitud con el pasar de las semanas, ya no se aislaba como era su costumbre o faltaba a clases y su humor estaba mejor.

—Supongo que pasar tiempo de calidad con la mujer que se ocupa de sus obligaciones, ha hecho que este más feliz —dijo la azabache.

—O tal vez una chica lo ha puesto así —sonrió pícara.

—¡De verdad!—dijo la chica —¿De quién estamos hablando? ¿La conozco? ¿Es de nuestro grupo o de su clase de esgrima?

Alya se quedó anonadada por la despistes de su amiga, lo que provocó que se golpeara la frente.

—Oye, no seas así —dijo indignada —Ya dime quien es, me gustaría agradecerle por hacer de su vida más feliz.

—No tienes remedio —contestó su amiga.

—Excelente Alex, ya estas comprendiendo mejor las reglas —contestó —Pero recuerda siempre mantener un pie flexionado detrás del otro.

Estaban tan concentrados que no notaron a la chica vestida de rojo que ingresó al campo.

—¿Y esa quien es?—dijo uno de los chicos —Que carácter, ¿como osa entrar en nuestra cancha?

Fue entonces que Adrien reparo en la joven que estaba delante suyo.

—Escuche por aquí que esta es la mejor escuela de esgrima, bueno si ese es el caso —dijo —Usted, quiero que elija a su mayor opción para combatir contra mí.

—Jovencita, que falta de modales —regaño el director —Pará empezar; ¿quien eres tú y que haces aquí?

—Mi nombre es Kagami Tsurugi, mi familia es una de las más prestigiosas de París y estoy aquí para ampliar mi conocimiento en el deporte que ha sido el legado de mi familia por años.

—Mmm... La hija de la reconocida esgrimista, Tomoe Tsurugi, esperábamos su llegada pero no a mitad de año —dio a entender el director —Esto es una verdadera sorpresa, esta bien. Te dejaré luchar con uno de mis mejores discípulos. Adrien por favor pasa al frente.

—¡Vamos Adrien, demuéstrale quién manda en este colegio!—apoyo uno de sus compañeros.

—Solo te advierto —dijo él —Suelo ser estricto con mis combatientes, espero ese no sea problema alguno.