❝just movies❞

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—traeme un vaso de agua, por favor—. escuchaste a mingi desde la sala y llevaste un vaso de agua junto a unas papitas que habías comprado hace un tiempo.

llegaste y le diste el vaso, pegó un gran trago y lo dejó en la mesa y se recargó de nuevo en el sillón, te sentaste entre sus piernas y abriste tu bolsa de papas, sus brazos se entrelazaron por encima de tu vientre.
mingi había llegado sin previo aviso a tu casa con la excusa de que estaba aburrido y venía a tu casa a ver películas y pasar tiempo contigo.

—siempre escoges películas raras cariño—. le dijiste y dejaste tus papas a un lado de ustedes, tu novio tomó una del empaque a su izquierda y la comió.

—perdón, pero tú siempre escoges las mismas películas.

—pero siempre son buenas.

sentiste como rió un poco, volvió a dejar su mano izquierda ahora sobre tu muslo.
la película transcurrió normal, pero algunos minutos después comenzaste a notar la inquietud de la mano de tu novio, de pronto ambas subían hasta tu estómago y volvían a bajar a tu vientre, algunas otras una se ponía sobre tu muslo y otras acariciando tu cabello y parte de tu cuello.

—¿estás cómodo mingi?—. destapó parte de tu cuello del lado izquierdo dejando un beso.

—¿mmm? sí—. su voz era un poco profunda, como si tuviese sueño, pero pronto entendiste que no cuando comenzó a dejar más besos por tu cuello y hombro, inclinaste un poco la cabeza para darle mejor acceso.

siguió repartiendo lentos besos por todas partes, desde tu hombro llegando hasta la parte trasera de tu oreja o hasta tu nuca. su mano derecha se posó en la unión de tu cadera y tu pierna y entelazaste por encima de ella tu mano, sentiste cómo iba subiendo hasta tu abdomen por debajo de la tela de tu blusa, llegando peligrosamente a tu pecho, se detuvo justo donde empezaba a ajustar tu brasier y con tu propia mano que aún se mantenía sobre la suya la subiste un poco más posicionandola sobre tu pecho.

una risita salió de él—vaya, no serán sólo películas ¿eh?
—calla que tú has empezado—. sonreiste y giraste tu rostro hasta estar cerca del suyo, ambos se acercaron intuitivamente a besarse, mingi comenzó a tocar tu pecho de forma suave y consecuente.
sacó su mano de tu blusa y la quitó rápidamente separandote del beso pero una vez sin ella regresando a besarse, ahora su mano se encontraba en tu muslo, subía lentamente desde arriba de la rodilla, a la parte más alta de tu muslo, casi cerca de tu entrepierna. mingi, era algo lento, y eso te desesperaba, así que usualmente eras tú quien tomaba cartas en el asunto.

te separaste levantandote frente a él, quitaste tu sostén seguido de tu short de tela verde menta y tus bragas, recargaste tu cuerpo sobre tu rodilla en el sofá acercándote a él para besarlo, acercó su mano izquierda a tu pecho masajeandolo, su mano derecha estaba en tu rostro tomándolo para besarte te separaste y su dedo pulgar acarició a tus labios.
te sentaste nuevamente a espaldas de él entre sus piernas para besarlo como antes lo hacías, su mano izquierda se centró nuevamente en tu pecho y con la otra, acariciaba peligrosamente cerca de tu parte con la punta de sus dedos.
dejó de hacerlo para separar su beso y acercó su dedo índice y medio hasta tu labios empujando tus belfos abriéndose entrada a tu cavidad bucal, los chupaste llenándolos de saliva y los sacó una vez estaban húmedos.
soltaste un suspiro al sentir su dedo medio tocando tu clitor is, tiraste tu cabeza para atrás entre el espacio de su cuello de mingi, se encargaba de jugar con sus dedos por tus pliegues, así fue por un par de minutos, hasta que sentiste que uno de sus dedos entró en ti, un fuerte gemido salió de ti y te hizo retorcer entre él.
repartió un par de besos por tu cuello y comenzó a hacer un vaivén con el, y a los pocos segundos, un segundo dedo se sumó, comenzó a acariciar tus paredes con sus llemas.

—ah-ahhhg mierda—. gemiste.

—creo que lo encontré—siseo cerca de tu oído. soltaste una sonrisa de gloria mientras sus dedos jugueteaban en tu interior, agradeciste que sumara su otra mano húmeda previamente por su saliva a prestarle atención a tu punto sensible. tu sala se lleno del obsceno sonido que hacían los dedos de tu novio entrando y saliendo de ti.
condujiste tu mano izquierda hasta la parte de atrás de tu cuerpo, donde se encontraba presionando el miembro de tu novio aún bajo las telas del pantalón, la dejaste ahí masajeando un poco, eso era todo un reto pues el delirio que estabas teniendo con mingi se llevaba toda tu atención, pero no querías dejarlo sin disfrutar.
suspiros y algunos bufidos salían de él cerca de ti.
tu cuerpo comenzó a temblar, tus gemidos se hicieron frecuentes y sus movimientos más rápidos, tu orgasmo llegó en cuestión de segundos acompañado de un fuerte gemido.

soltaste tu cuerpo encima del de tu novio, tu respiración agitada se mezclaba con la suya.

—¿qué tal?
—mmm, un dos.
te giraste hasta estar a horcadas sobre él.
—tus gritos no decían un dos—. dejó un beso en tu mejilla—. ahora juega con mi amiguito.
—mingi—. le diste un pequeño golpe.

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𝖒𝖎𝖓𝖌𝖎 𝖗𝖊𝖆𝖈𝖙𝖎𝖔𝖓𝖘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora