quiero que quede claro que Josh aquí es un ser súper inocente de buen corazón sin dobles intenciones
La cena continuó, bebiendo vino y disfrutando del pan recién hecho, Tyler llenaba su boca con aquella combinación nada común en él pero que en ese momento le resultó deliciosa, el alcohol ya comenzaba a subir por su sistema y cuando eso pasaba tendía a comportarse un poco raro.
—Este vino sabe tan bien, tu casa es tan linda—decía Tyler con una sonrisa tonta—Y tu eres un tipo raro con un buen corazón.
—Supongo que gracias—dijo Josh, soltando una risa cuando vio a Tyler mecerse en la silla.
—¡Y cocinas mejor que mi madre!—gritó riendo y luego soltando un ruido de sorpresa cuando cayó hacia atrás junto con la silla.
El rizado abrió sus ojos con sorpresa y rápidamente fue hasta él, arrodillándose a su lado, a pesar de la caída, Tyler seguía riendo y sonriendo, Josh también lo hizo, hasta que vio que lentamente su risa decayó y sus ojos brillantes se apagaron, quedando con un rostro serio y monótono, al parecer ni siquiera el alcohol lograba hacerle olvidar su dolor y sus penas.
—Quiero más vino, necesito mas vino—dijo Tyler alargando la "o", hablando muy lento—Necesito olvidar quien soy.
—Deberías dormir por hoy—dijo Josh limpiando la migajas de pan de la boca del borracho castaño.
—No, si duermo...puede que vaya a soñar cosas lindas, y no quiero despertar luego y ver...que todo es falso—dijo Tyler con ojos somnoliento y tristes.
—No será así, lo prometo—dijo Josh con voz suave, tomando la cabeza de Tyler con delicadeza y poniéndola sobre sus piernas.
Tyler levantó la mirada, su vista estaba un poco borrosa, cerró lentamente sus ojos cuando sintió que acariciaron su cabello, la relajante sensación hizo que se quedara profundamente dormido.
El rizado soltó un suspiró, hizo como pudo para cargar a Tyler sin despertarlo, y lo llevó a su cama, esta era pequeña pero podía hacer que ambos pudieran dormir ahí. Subió las escaleras con cuidado y entró a su habitación, en cuanto dejó al castaño sobre la cama fue hacia el balcón que daba a la parte delantera de la casa, cerró las puertas de cristal con llave, se dio la vuelta volviendo a la cama, las luces estaban apagadas y había dejado las cortinas un poco entreabierta para que la luz de la luna entrara.
—Es nuevo para mí dormir con un extraño—pensó Josh acomodándose junto a Tyler.
Ladeó un poco su cabeza al verlo con una expresion angustiada aún dormido, tocó suavemente la punta de su nariz con su dedo índice, riendo cuando vio a Tyler arrugar su nariz entre sueños.
Josh ladeó su cabeza al otro lado y tomó la mano de Tyler, entrelazando sus dedos, apretando el agarre de sus manos, recordando que eso siempre lo tranquilizaba, sentir que alguien lo sujetaba, el cálido contacto con otra persona, sonrió un poco al sentir que el agarre fue correspondido, y pudo dormir con tranquilidad cuando vio que esa expresión de angustia desapareció de la cara del castaño.
Una extraña sensación fue lo que lo despertó, pestañeo varías veces y se quejó al ver que el gato negro del día anterior estaba lamiendo su nariz.
Hizo un ruido de asco y se dio la vuelta ahuyentando al gato, talló sus ojos y miró a su alrededor, escuchaba a las aves cantar, se levantó acercándose al balcón, las ventanas estaban abiertas, se asomó por entre las cortinas, viendo a Josh salir hacia la calle con su bicicleta y luego irse, asumió él que tenía que ir a trabajar.
