Paso más de media hora en la ducha aquella tarde, no había podido resolver su problema más que con estar debajo del chorro de agua fría tratando de apartar cualquier pensamiento inapropiado de su cabeza.
Tyler se negó a satisfacer sus muy inesperados y extraños deseos carnales, principalmente porque no le parecía correcto hacerlo. Después de eso quería evitar a Josh pero era imposible hacerlo, no solo porque vivieran en la misma pequeña casa, sino porque realmente no podía ignorarlo, se negaba a hacer sentir mal a la persona que se había preocupado tanto por él por el simple hecho de ser una buena persona.
Seguía retorciéndose debajo de las sábanas mientras se torturaba con sus pensamientos y deseos, Josh ya se había marchado a trabajar desde hace rato así que se encontraba solo, aún así no se sentía más tranquilo.
Tyler tomó su celular, mordiéndose los labios al ver la cantidad de mensajes y llamadas que tenia, pero en ese momento lo único que necesitaba era hablar con alguien sobre lo que le estaba pasando. Así que, sin pensarlo mucho, llamo a su amigo de más confianza, el que iba a ser su padrino de bodas, esperando que atendiera la llamada, lo cual hizo de inmediato.
—Dios mío, Tyler, ¿dónde estás?, todos estamos preocupados por ti, ¿estás bien?, ¿por qué te fuiste?...
De inmediato el castaño fue bombardeado con preguntas y tuvo que gritar para que su amigo callara para permitirle hablar.
—¿Podrías callarte un segundo?—pidió Tyler aún sonando alterado.
—¿Tienes idea de lo preocupados que estamos por ti, Tyler?—dijo luego de un silencio, usando una voz débil.
Tyler soltó un largo suspiro—Lo sé, lo siento, es solo que...no supe como enfrentar lo que pasó.
—Oye...sé que fue algo difícil pero...
—¡Como sea, no es de eso de lo que quiero hablar contigo!—lo interrumpió Tyler dejando atónito a su amigo—Mark, no te diré donde estoy.
—¿Por qué no?—preguntó Mark confundido.
—Es complicado y muy extraño—Tyler hizo una mueca, suspirando luego—Me he estado quedando con un chico...
—¿Eh?, ¿acaso estás loco?—casi gritó.
—Yo también lo creía al principio pero él es muy bueno, Mark, me ha cuidado y me ayudado a sentirme mejor—habló rápidamente con la esperanza de que su amigo lo entendiera—Sabes, ni siquiera he tenido tiempo para sentirme mal estando con él, y...no quiero irme de aquí.
—Tyler...no puedes solo huir—dijo Mark con firmeza—¿Qué pasara con Jenna?.
—Fue ella la que me dejó el día de nuestra boda, Mark—replicó Tyler con dureza—¿Por qué ella no pensó que pasaría conmigo al dejarme?.
—¿Y tu crees que ella tenía planeado dejarte?, ni siquiera se han permito hablar de lo ocurrido porque tu simplemente te fuiste como un cobarde.
—¡¿Por qué solo yo soy el malo aquí?!—gritó Tyler con repentina furia—¡Fue ella quien me dejó!.
—Cálmate, Tyler, no quise decir eso.
—¿Entonces que quisiste decir?, ¿qué tengo que afrontar todo esto como si me afectara?, ¿cómo si no me lastimara?—Tyler sintió que sus ojos se llenaron de lágrimas—Es por eso que no quiero volver, no me había sentido mal hasta ahora, ¿por qué tienes que hacerme sentir que soy yo quien tiene que pedir perdón?.
—No te digo que tienes que pedir perdón, Tyler, pero, ¿no crees que te ayudaría hablar con Jenna sobre lo que pasó?.
Tyler calló unos segundos, respirando profundo y haciendo una mueca, sabia que tenía algo de razón.
