El suave maullido fue su despertador esa mañana de sábado, se estiró sobre la cama dándose cuenta de que estaba solo. Tyler talló sus ojos para poder aclarar su vista, buscando a Josh quien el día anterior había dormido a su lado, era extraño como el dormir junto a alguien que apenas conoció no le hacía sentir inquieto o incómodo, sino todo lo contrario.
Cuando su mirada se posó sobre el balcón, pudo identificar a Josh ahí, acariciando al lindo gato negro que estaba al borde de la barda, por su cabello desordenado pudo saber que acaba de despertar. El gato negro maullo, posando sus oscuros ojos en Tyler, como avisandole al otro que ya había despertado, Josh volteó hacia atrás, sonriendo cuando se encontró con el castaño observándolo.
—Buenos días—Josh se encaminó a la cama, sentándose ahí—¿Dormiste bien?.
Tyler asintió con una pequeña sonrisa, riendo cuando Josh revolvió su cabello de forma cariñosa.
—Bueno, lindo durmiente, una amiga mía vendrá a entregarme una canasta con fresas de que ella cosecha, quiero que la conozcas es muy agradable—le aviso Josh—Ponte decente, una dama vendrá.
—Claro—dijo Tyler con calma.
Luego de eso, Josh se apresuro a tomar una ducha mientras Tyler esperaba su turno recostado en la cama aún, soltando una queja cuando el gato saltó para subir a la cama y se sentó en su cara.
—No seas mal educado—la voz de Josh se hizo presente, llamando la atención de Tyler.
El castaño tomó al gato apartandolo de su cara pero rápidamente volvió a colocarlo en su lugar cuando vio a Josh solo con una toalla amarrada a su cintura.
—¿Por qué tienes que aparecer casi desnudo?—preguntó Tyler con pena.
—Lo siento—Josh rió bajito—Estoy acostumbrado ya que vivo solo, me gusta andar sin ropa pero creo que tendré que cambiar eso por ahora.
—E-Estás loco—tartamudeó el castaño, sacándole una risa al otro.
—No vayas a mirar—avisó Josh.
Tyler siguió con sus ojos cubiertos, ahora por sus manos, escuchando la toalla caer y a Josh caminando por la habitación.
—¡Listo!—dijo Josh sonriendo—Estaré en la cocina mientras tú te duchas, puedes tomar mi ropa con confianza y ayer compre ropa interior para ti, esta en los cajones de abajo.
—Que humillante, un extraño comprandome ropa interior—murmuró Tyler entredientes.
—De nada, Tyler—dijo Josh riendo, saliendo de la habitación.
El castaño suspiró con fuerza y se levantó de la cama, entró al cuarto de baño donde se deciso de su ropa. Mientras el agua tibia mojaba su cuerpo, se puso a pensar, quizá demasiado, el como ser rechazado por su novia el día de su boda lo llevo a huir y esconderse de todos, ni siquiera había hablado con sus padres, hermanos o sus amigos.
Tyler llevó sus manos a su rostro, comenzando a preocuparse de que las personas pensaran que pudo haber cometido alguna estupidez, tampoco quería que Jenna lo pensara y se sintiera culpable o algo, tal vez ya era hora de regresar.
En cuanto termino, se vistió rápidamente y bajó para encontrar a Josh y decirle que se iría, pero se detuvo cuando en la cocina se encontró a una chica bastante bonita de cabello rubio y muy largo, sentada sobre la barra de la cocina mientras le daba a Josh una fresa quien la tomó con la boca.
—Hey, ¿él es tu huésped?—habló la chica con una sonrisa amable.
—Oh, sí—Josh mordió la fresa y luego la tomó con su mano, sonriendo—Es Tyler, y Tyler, ella es Ellie.
