No entendían nada de lo que sucedía, Xie Lian miraba las túnicas blancas con un semblante confuso, el chico miraba hacia todos lados confundido, y Qi Rong, bueno, él solo gritaba y maldecía.
— Qi Rong, no creo que sea una buena idea que te quedes aquí — Le dijo a su primo, notando su cuerpo tembloroso por el miedo. — Vuelve al castillo y cuéntale a mis oficiales lo que sucedió —
Él solo suspiró agradecido con los dioses. — Está bien, primo príncipe heredero, aunque no quisiera dejarte aquí con éste mocoso, es mi deber — Decía dramáticamente, como si irse fuera la peor tortura.
— ¡Ve rápido, Qi Rong! —
El pelinegro se asustó y salió corriendo, sus verdes túnicas poco a poco se fueron mezclando con el paisaje, quedando fuera de su campo de visión.
Xie Lian volteó a ver al pequeño muchacho a su lado, y pensó que, si lo había seguido desde el castillo hasta esta montaña tan alejada, entonces decirle que se fuera ahora sería un poco cruel, además, había demostrado que era valiente.
Podría serme útil para descubrir qué sucede con ésta montaña...
El motivo por el que había enviado de vuelta a su primo, era porque había una extraña aura en aquél bosque, como si algo no anduviera bien. Iba a compartir esos pensamientos con su compañero cuando escuchó un ruido extraño y vio algo saltando hacia él.
El chico a su lado rápidamente reaccionó y cortó a la extraña criatura en dos, esparciendo una sangre verduzca en el pasto. Xie Lian inspeccionó el cuerpo con detenimiento, averiguando inmediatamente al tipo de criatura que se enfrentaban; binus¹. Éstos seres, si bien no eran muy poderosos, llegaban a ser bastante molestos. Le hizo una señal con su mano al joven para que lo siguiera, y éste lo hizo sin chistar. Había un ruido extraño detrás de un arbusto, por lo que ahí se dirigieron primero, pero al llegar, la vista fué una bastante horripilante.
El cuerpo de un hombre rodeado de binus, que masticaban y digerían su cuerpo lentamente, solo quedaban algunas partes de lo que fueron sus extremidades y su cabeza, a punto de ser zambullida por uno de los monstruos.
— ¡ATACA, RÁPIDO! — Gritó Xie Lian blandiendo su espada contra los seres.
— ¡SÍ, ALTEZA! — Dijo mientras desenvainaba su humilde espada de metal y le daba estocadas a los monstruos. Xie Lian, como buen espadachín que era, no pudo evitar prestar atención a los movimientos del menor, pensando en algunos consejos que le daría cuando terminan su labor.
Estaban algo cansados de tanto luchar, pero finalmente habían vencido a cada binu que yacía en aquella montaña.
Usualmente los binus aparecen junto a males peores, como esbirros de un ser más poderoso...
Pensó algo alarmado el príncipe, pero trató de calmarse, recordó de lo que quería hablarle al chico a su lado y lo llamó para hablarle.
— Sabes, eres bastante bueno con la espada, pero... — Al otro se le iluminaron los ojos al principio, pero al final de la oración creyó que había cometido algún error. — ...creo te quedaría mejor utilizar un sable —
El pequeño se sorprendió, pues estaba esperando un regaño o algo similar.
— S-si su alteza lo dice — Respondió nervioso.
— Jajaja, te daré algunos consejos, pero antes debemos de seguir el rastro de sangre que dejaron estos binus — Anunció, señalando el cuerpo desmembrado, se podía distinguir un camino de sangre que había dejado probablemente al ser arrastrado, o quizás huyendo. — Mantente alerta —
— Sí, su alteza —
Ambos caminaron juntos por aquel sendero incierto, mientras un aire misterioso y maligno soplaba a cada paso.
Después de una caminata bastante corta, el rastro de gotas carmesí había culminado en una cueva bastante extensa. Ambos se dirigieron una mirada al otro mientras entraban un poco en aquella cavidad.Lo que encontraron adentro ya se lo esperaban; un montón de cadáveres apiñados los unos con los otros, en el suelo pedregoso habían charcos de sangre seca y alguno que otro carroñero monstruo disfrutando del banquete.
Y sollozos.
Eso los tomó por sorpresa.
Buscaron rápidamente a la dueña de esos quejidos y la encontraron a un costado de la cueva, mientras un binu devoraba sus intestinos.
Los dos desenvainaron sus espadas y comenzaron una danza sangrienta en la que cualquier criatura demoníaca que les hiciera frente terminaría partida por la mitad.
Luego de rematar al último binu, Xie Lian comenzó a acercarse a la joven, para así tratar de ayudarla aunque fuera a calmar su dolor.
— Alteza... puede que ella sea un espíritu maligno o un demonio, tenga cuidado — Xie Lian se sorprendió ante las asertivas palabras del menor, asintió con una sonrisa y se puso en cuclillas al lado de la mujer.
Ya había considerado esa posibilidad, por supuesto, así que no iba a bajar la guardia tan fácilmente. Pero el hecho de que todos los cadáveres pertenecían a gente proveniente de Yong An, lo hacían sentir emociones complicadas.El príncipe sacó de entre sus bolsas un pequeño saquito lleno de una espesa crema medicinal, y lo frotó con paciencia en las heridas de la muchacha. — Con ésto ya no sentirás más dolor — Dijo con una sonrisa. — ¿Cómo es que sucedió ésto? — Preguntó.
La mujer dejó de sollozar y se secó las lágrimas para comenzar a hablar.
— Y-yo estaba tranquila con mi hermano y mi padre, y l-luego los mataron... — Hizo una pausa. — ¡TÚ LOS MATASTE! —
El agradable rostro de la chica se distorsionó en una extraña mueca y se impulsó con sus pies para atacar a Xie Lian, pero el joven que aún seguía en pie no dudó en darle una estocada directamente en el corazón. Rápidamente notan que ella, o fué poseída, o no era del todo una humana.
El mayor se quiso poner en pie pero un extraño mareo se apoderó de su mente, casi cae al suelo de no haber sido porque reaccionó lo suficientemente rápido.
De reojo Xie Lian nota como de una flor rosa de aspecto encantador sale una carcajada maliciosa y aguda, dándose cuenta de la trampa a la que había sido conducido.
La tierra del afecto.
¹ Son una especie de demonios que viajan en manadas, usualmente vienen antes de un desastre peor.
Les agradezco a todos los nuevos lectores y a las personas que comentan y dejan sus estrellitas.
Y lamento la demora de éste capítulo.
Gracias por leer ♡
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(Cancelada) El Sistema del Dios de la Desgracia
Fanfiction《Éste fanfic ha sido cancelado, no tendrá continuidad》 Xian Le es un fiel lector de "La Maldición del Oficial Celestial", sin embargo, no puede evitar sentirse agraviado al leer la naturaleza cruel de el protagonista, quién es el príncipe de un rein...