Eterno [shigadeku/tomudeku]

4 de Agosto

Como siempre.. caminaba por las calles de mi ciudad, mi punto de encuentro era el parque, allí me reuniría con mi mejor amigo.

Bakugo Katsuki, después de un día soportando sus burlas nos reuníamos aquí.

-¿esperaste mucho?

-no realmente Kacchan.

Me abrazó y se sentó en un banco cercano.

-¿Te dejé la bota muy marcada? -uso un tono suave, masajeó mi espalda donde anteriormente me había marcado.

-Está bien, ya no duele.

-Perdóname Izu.

Me acarició la cabeza.

-Kacchan, hoy no quiero ir a casa.

Se quedó callado, sabía que mi madre... era agresiva conmigo.

-Yo... sabes que te llevaría a la mía pero.. no se si te deje..

-no, no me deja.

-Izuku.. eres mi amigo, me preocupas.

Su reflejo en mis ojos expresaba la preocupación de un niño de 10 años, es así..

-Kacchan.. estoy harto de vivir con mi mamá..

Las lágrimas salieron, sin control alguno.

-Izu.. ¡mira allá!

Apuntó a un punto en específico, ahí estaba All Might capturando un villano.

-All Might..

Mis lágrimas pararon y me paré del asiento atónito.

-Kacchan.. es All Might..

-¡Si Izu! Ahí está nuestro héroe.

Me tomó del brazo y fuímos a verle más de cerca.

Aunque fuera por un segundo.. sentí un alivio.

Realmente es él.

Mi símbolo de la paz.

Se fué como llegó, rápido, veloz, audaz.

-Kacchan...

-¿Si?

-Dejé de creer en las cartas..

-Izu.. por-

-Pero seguire escribiendolas, ya cuando las junte las quemaré.

Le dí una cálida sonrisa.

-No quiero quedarme con esos recuerdos..

-Claro.

Me abrazó de los hombros, me dolía pero no lo tenía que demostrar.

No debía demostrar mi dolor.

-Tengo que irme, la vieja no me dejará irme tan tarde.

-Cuídate Kacchan.

-Tú más Izuku.

Me sonrió, y se fue corriendo.

Esos momentos me daban la fuerza de ir directo a casa.

Cuando abrí la puerta un olor repugnante me invadía.

Había basura acumulada, comida rancia, y manchas de vomito.

-Ya llegué.. -susurré desanimado.

¿cómo llegué a esto?

Miré hacia la cocina, ahi estaba mi madre comiendo como cerda otra vez.

Para después vomitarlo.

Me fuí corriendo a mi habitación, me saqué mi ropa y me puse unas prendas que había lavado ayer.

Si ella se duerme podré comer tranquilo.

Lamentablemente esa noche mamá permaneció despierta hasta las 5 de la madrugada.

Mi fatiga no me dejaba caminar, asi que me arrastré por toda esa mierda y fui directo a comer un poco los fideos que preparé hace tres días.

Comí por necesidad.