16 de Noviembre

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Sonreí sincero, besé esos finos y suaves cabellos, olía ese aroma tan peculiar, tan dulce, tan suave, el calor que emanaba era maravilloso, era... increíble, era todo para mi.

Me sentía en el cielo, y aquellos ojos me miraban con miedo, con nerviosismo, esperando a que le hiciera daño.

Mi comodidad dejó escapar una suave risa, ensoñando, hacía tiempo que anhelaba hacer esto, anhelaba tenerlo entre mis brazos.

Cuando de sus suaves y rosados labios pasaron las palabras escritas en sus ojos.

-¿Q-quien eres? ¿por qué estoy... vivo?

Suspiré con una sonrisa y miré directamente a sus ojos confusos, junté nuestras frentes y dejé salir las líneas que había practicado tantas noches en vela.

-Soy Shigaraki Tomura, osea.. tu salvador.. y futuro esposo.

Tomé con cuidado sus frágiles manos y lo miré ilusionado, había esperado tanto tiempo para este momento, había soñado muchas veces en decírselo.

-Y-yo... ¿p-p-p-por qué? digo, soy... despreciable, una basura.. no debería-

-Te quiero Izuku, leí tu diario tantas veces que me lo sé de memoria, te revivimos y eres un Nomu.

Me miró intentando procesar todo lo dicho, que era difícil de entender.

-¿Cómo puedes quererme?... es absurdo..

-Déjame mostrarte... deseo hacerte sentir calidez, la que nadie te ha dado jamás.

Lo miré determinado, te protegeré Izuku, serás feliz conmigo.

-Apenas... leíste.. mi diario.... yo... -estaba con los ojos llenos de lagrimas, sus temblores eran bruscos y se veía realmente frágil.

-No debes preocuparte por nada.

Me senté en mi cama y dejé que siguiera mis pasos para sentarse a mi lado, confundido, pero con una rota sonrisa que creía que me costaría recuperar.

-Parece un sueño...

-No lo es, oh bueno, los sueños se pueden volver realidad, ¿era así el dicho? ahg.. -rasqué mi cuello bruscamente pero me detuve y al verlo sonreí nuevamente.

-Es que... es tan.. irreal, nadie debería.. nadie lo..

-Esta bien, la escoria de los héroes jamás lo entenderían, Izuku, vuélvete villano conmigo, y con todo nuestro grupo eliminaremos a esos hipócritas que te dieron la espalda, a los que no escuchaban ni veían tu sufrimiento, los que te hacían sufrir, los futuros héroes que te hicieron el infierno.

Me miró y sus ojos muertos volvieron a tener ese brillo que denotaba su vitalidad, sus ojos reflejaban la esperanza que le habían quitado.

-Creemos un mundo nuevo, Midoriya Izuku.

Sonrió y aceptó con las lágrimas desbordando.


Eterno [shigadeku/tomudeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora