W A R M

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-¿mi madre? -dije con la vista espantada.

-Claro, Inko Midoriya, esa perra debe morir -Shigaraki se veía muy convencido, me daba algo de miedo su permanente sonrisa mientras lo dice.

-Pero... ¿No que estaba en la cárcel? ¿Cómo la traeremos? -me oponía a la idea, no estaba listo, no, no estaba ni una mierda de listo, no podía verla ni en mi imaginación, me recorrían escalofríos por todo el cuerpo.

Kurogiri suspiró.

-Verás Izuku, lo diremos sin delicadeza, la puta de tu madre salió porque le pagaron la fianza.

¿Eh?

-Mientes.

No podía creerlo, ¿Midoriya Inko suelta?, ¿En las calles?, ¿Sin un ápice de arrepentimiento por las torturas que me hizo sufrir? 

-Es mentira ¿no? -mi rostro formo una sonrisa retorcida.

No puedo creerlo, es insólito, después de todo lo que hizo, después del maldito juicio, ella ganó.

Ella gana, siempre gana.

Y yo pierdo..

-Hahaha..hahahahahhahahahahahha~ 

-¡Izuku! ¡¡Izuku!! ¡Mira lo que hiciste Kurogiri!

Sentí unos fuertes brazos rodeándome, me sentía asquerosamente bien, maldición, me siento jodidamente bien.

-Izuku no llores... -la chica me miraba triste al verme así.

-No llores, tranquilo/ no eres un bebé -Twice traía pañuelos.

-¡¿Acaso merezco que me traten así?! -sonreía forzadamente, ¿por qué se preocupan por mi? 

-¡Si niño, lo mereces! -Magne gritó al verme alterado.

No quiero aceptarlo, no debo.

-Si lo acepto... los recuerdos son más dolorosos -susurré para mi mismo.

Shigaraki me abrazó con más confort, era tan cálido, que me hacía sentir terrible.

¿Cómo se supone que me sienta al probar la máxima dulzura después de mi amarga y detestable vida? 

Las cosas se calmaron y mi cuerpo descansaba sobre el de Shigaraki, quien me seguía abrazando.

Siento que no pertenezco a este lugar.

-No pertenezco a ningún lugar, no debo, si fuera así el mundo se convertiría en el infierno, si fuera así, mi esperanza de vivir en paz desaparecería.

-Shh~ -Tomura acariciaba mis cabellos con libertad, pues se veía extasiado tocando mis hebras de pelo cuando me mira dulcemente y me responde- Sabes... nosotros tampoco éramos felices, pero por algo nació este grupo, destrozaremos ese mundo, volviéndolo en la paz que buscamos.

Sus toques cada vez eran más suaves, sentía mucha calidez en sus palabras y roces.

-No te preocupes, Midoriya Inko morirá, nosotros te protegeremos Izuku, confía en mis palabras.

Quizás por primera vez dejaré que esta ilusión perdure y que su calidez me envuelva.

-Gracias por dejarme vivir.

Enterré mi cabeza en su cuello, sollozaba levemente, pero esta vez, de felicidad.

-Te amo Izuku -susurró en mi oído estremeciéndome levemente, algún día quizás pueda demostrar y sentir amor por mi salvador.

Reposé mi cuerpo sobre él hasta sentir que su respiración se pausaba, cuando pensé que se durmió me levanté para ver que me sonreía de oreja a oreja.

Me sonrojé al instante y troté por reflejo hacia la habitación de entrenamiento, mierda, mierda, Izuku no te sonrojes así.

Me acomodé en una silla al costado para no molestar.

Dabi y Twice entrenaban mientras Toga y Spinner hacían estiramientos con unas máquinas.

Me gustaría ser fuerte.

Mientras estaba sentado se me acercó Dabi, y se apoyó al lado mío.

-¿Estás mejor? -dijo sin interés mirando al otro lado.

-S-si, gracias por preguntar -mi sonrojo ya había desaparecido, menos mal.

-Sabes chico... entiendo un poco.. ya sabes, como te sientes.

-¿Huh?

-¿Has oído hablar del héroe n° 2? ¿En... -se detuvo en la palabra con una mirada cargada de odio- Endeavor.. -la gravedad de su voz era escalofriante.

-Lo odias... -me miró cuando lo dije y asintió más calmado.

-Mi padre no me quería, cuando nací me entrenaba para ser una máquina, pero mi quirk lo arruinó. y prefirió a la escoria de.. Shoto.

-No entiendo nada de lo que dices, pero está bien -suspiró y dio una leve sonrisa.

-Es mi culpa por no saber explicar, prefiero que me llamen Dabi, solo Dabi ¿ok?

-Por supuesto que si, supongo que me siento mejor al escuchar que me comprenden.

-Si supieras -rio por lo bajo, se sentía un ambiente más cómodo que antes.

Sonreí, calmado, quizás esto no sea tan malo, quizás puedo pertenecer a un lugar.

Suspiré y Mr Compress traía algunas cajas de municiones.

Dabi se despidió y empezaron a hablar de la próxima invasión, o algo así, yo solo me quedaba en el bar a limpiar y a ser... mimado.

Me siento algo inútil.

Me fui de allí y caminaba recordando desde que llegué hace apenas una semana y unos días, veía las noticias las hazañas de la Liga, los muertos, las explosiones, los ataques a UA y a diversos héroes.

Me sentía orgulloso de estar aquí.. pero a la vez me daba pena ser tan inútil.

Mientras pensaba esas cosas Shigaraki me abraza por la espalda.

-Sabes... hace poco me di cuenta que mi quirk no te hace efecto..

Lo miré con un pequeño sonrojo cuando de repente pone ambas manos en mis mejillas, y no pude evitar ponerme totalmente rojo.

Sentía el rostro todo rojo, me puse incontinentemente a temblar y solo podía verlo sonreír por mi reacción.

-Me alegro, cada vez que hago esto te pones más expresivo.

Este imbécil es mi salvador, recuérdalo Izuku.

-Jaja vamos no pongas esa cara.

Será mi salvador pero no tiene gracia.

Cada vez esta calidez era más placentera.



Eterno [shigadeku/tomudeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora