Eterno [shigadeku/tomudeku]

1 de Septiembre

Estaba acurrucado en las bancas del patio, atrás de la preparatoria, expuesto al frío, a la soledad y desprecio.

Estoy harto de todo, mi madre es una puta cerda, mis compañeros son los villanos más asquerosos y repulsivos, mi mejor amigo es un demonio..

¿Qué hice para merecer esto? ¿Por qué todos me odian?

Me acurruqué aun más sintiendo las lagrimas caer.

Qué hice.... para merecer... el odio.

Lentamente pensaba las palabras que me decían a diario, las burlas de Kacchan, la mirada fría de los extraños a mi alrededor.

Quizás, el seguir con vida es un castigo peor que la muerte, ¿no es así?, mi padre... estará viviendo con una familia y unos hijos mejores que yo, no son inútiles.

Y tienen sueños posibles.

Me levanté y me dirigí a casa, la campana sonó hace rato, pero yo me había escapado de clases y me resguardé aquí.

Corrí como pude hacia ese lugar, esa peste, ese puto infierno.

Aun no sé que es peor, la preparatoria, o la casa, tengo 12 años y aun así no puedo decidir.

Suspiré exhausto, y vi una silueta obstruyendo el camino, era Kacchan.. Estaba solo, con la mirada fija en mi, estaba inmóvil, me dispuse a pasarlo de largo, hasta que siento que me atrapa entre sus brazos.

Me sentía repulsivamente bien, tan bien que las lágrimas salieron sin control alguno.

No quiero que me vea así otra vez.

-Izu, perdóname, estos meses han sido difíciles para ti, y yo... no me atrevía a verte a los ojos.

Sus brazos me apretaban contra su cuerpo, que a diferencia del mio era normal, tenía una musculatura sobre el promedio sin exagerar; era suave.. aunque me daba pena.

Solo en estos momentos me hacia sentir feliz, para después dejarme caer en la mierda.

-Suéltame.. estoy harto de esto..

-¿me estas escuchando mierda? lo siento.

-Haré lo que me dijiste hace unas semanas, acabaré con esto Kacchan.

-Izuku escúchame.. por ningún motivo te tomes en serio esa mierda.. en serio yo-

-Cállate... -mi voz quebrada hizo eco en la calle- si de verdad me apreciaras no serías como ellos..

Se quedó helado en su lugar, con una expresión digna de tomar foto, su expresión pálida y desesperada de algún modo llenaba este hueco de decepción para transformarla en aprecio nuevamente.

- Kacchan... no me puedes dar lo que necesito... no puedes..

Las lagrimas inundaban mi cara, sentía que todo daba vueltas, mi cuerpo temblaba y la fatiga se hacia presente otra vez.

 Cuando siento que unos suaves labios besaron mi frente, cálidamente mis lagrimas pararon y en vez de sentirme destrozado mi rostro sonrojado no me dejaba modular palabra alguna.

 -No podía verte, no quería aceptar que al final... me gustas.. mierda, ya, lo dije.. joder.

Su rostro indescifrable me dejaba aun más indispuesto a contestar, insultó al aire una cuantas veces para volver a sostener mi mirada.

-S-se supone debes contestarme.. mierda estúpida.

Se notaba que ya no podía parar de insultar.

-Kacchan.. no sé lo que es el amor, y lo sabes bien, no me dejes... pero tampoco puedo corresponderte.

Sentí sus brazos rodeándome nuevamente, y su rostro viéndome sonrojado y nervioso.

-Solo.. déjame hacer esto unas veces... yo.. voy a cambiar, lo prometo Izuku.

Acepté su abrazo, y lo rodee con mis débiles y lastimados brazos.

Nunca pensé... que a quien tanto admiraba, a Kacchan, con un quirk tan imponente... yo no pensaba en que alguien así se interesaría en mí.

Los días pasaron y todos mis compañeros tenían heridas de gravedad, gracias a Kacchan, quien me protegía, y compartía su tiempo conmigo.

Había olvidado como sonreír, pero a veces era tan natural que sus gestos instantáneamente me formaran una sonrisa y por supuesto un sonrojo.

Hacían meses sin sentirme.. protegido.

Todos los días eran un infierno para mí.

Kacchan ha hecho que este infierno sea más plácido.