13

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Esa noche no deciden beber directamente, sino emborracharse a partir de un juego estúpido.

—Hyunjin, ¿puedes traer zumo para Jeongin? —pregunta Chan mientras va llenándonos los vasos a los demás.

El chico le lanza una sonrisa al más pequeño y se marcha corriendo a la cocina. Cuando vuelve, le echa el líquido en un vaso como el de todos los demás, y se lo entrega.

Jeongin le da las gracias con un tono de voz bajo y se apoya en Felix.

—Yo nunca me he equivocado con el número de gatos que tiene Minho hyung —dice Jisung con una sonrisa de suficiencia.

Minho le rodea los hombros con el brazo y observa con molestia cómo todos los demás damos un trago.

Las preguntas siguen siendo simples e inocentes durante la siguiente media hora, pero empieza a notarse la presencia del alcohol.

Y entonces Chan, entre risas, hace la última pregunta de la partida:

—Yo nunca me he enamorado.

Veo que Jeongin y Hyunjin se miran a la vez y ambos apartan la mirada deprisa. Por su parte, Jisung no duda en beber y de repente todos empiezan a gritar con sus voces de borrachos.

—Hey, pero nos tienes que contar la historia —exclama Hyunjin.

Jisung se ríe y se niega mientras Minho le observa con fijeza y parece querer llevárselo de ahí cuanto antes.

Yo me levanto y me retiro intentando pasar desapercibido.

Pero Changbin me coge del brazo antes de entrar en mi habitación.

—¿Por qué te vas?

—No me apetece seguir con el juego.

—¿Es porque tenías que beber?

—¿A ti qué te importa?

Me suelta el brazo y se ríe ligeramente.

—No te sienta bien el alcohol.

—No estoy borracho —digo—. A diferencia de ti.

Entonces me empuja hacia el interior de mi cuarto, cierra la puerta y me acorrala contra la pared. Seguidamente, me coge la cara entre las manos y veo que alterna la mirada entre mis ojos y mis labios. Sé qué es lo que está a punto de hacer.

—Hyung, no.

—¿Por qué no?

—No quiero que lo hagas estando como estás.

—¿Por qué? —susurra.

El tacto de sus dedos en mis mejillas hace que me tiemble la voz cuando digo:

—Porque me respeto, y porque te respeto. Eres distinto cuando estás borracho a cuando no lo estás.

—Estoy siendo sincero.

Niego débilmente con la cabeza y Changbin apoya su frente en la mía y cierra los ojos.

—Quiero besarte.

—Puedes besarme cuando quieras, pero no ahora —respondo, sabiendo que no lo haría en ningún otro momento.

—Quiero decirte todo lo que nunca me atrevo a decirte.

—¿Para tener que rectificarlo por la mañana?

—Tú... No dejes que lo haga.

Pongo mis manos en sus brazos e intento que me suelte, pero no lo consigo.

—Te quiero, Minnie.

—Cállate, joder. No quiero escucharte.

—Pero yo quiero que me escuches.

Giro la cara para que no pueda seguir mirándome de frente y sigo intentando apartarlo mientras él se resiste.

—Te quiero, y es lo que más miedo me da en el mundo —dice.

Nunca le había escuchado usar ese tono.

—¿Miedo? —pregunto, parando de forcejear y contemplándolo.

Tiene los labios entreabiertos y el ceño suavemente fruncido.

—Tengo miedo de que por nuestra culpa todo esto acabe, de que alguien se entere o de que simplemente no salga bien...Y te... te tengo miedo porque eres el único con esa capacidad para herirme. No quiero que me hagas daño, y no quiero hacértelo yo.

—Estás diciendo tonterías.

Changbin sacude la cabeza con frustración.

—Estoy enamorado de ti —dice.

Estoy temblando y quiero estar solo. No me puedo creer que haya tocado un tema que sabe que me afecta tanto. Lo aparto de un empujón.

—Minnie, por favor... De verdad, yo...

—No me importa —respondo, y choco el hombro con el suyo cuando abandono mi propia habitación.

Hearts never lie [Seungbin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora