14

2.4K 373 45
                                    

Cuando abro los ojos a la mañana siguiente estoy tumbado en el colchón con la ropa del día anterior todavía puesta. Ni siquiera deshice la cama.

Me tomo más tiempo que de costumbre para levantarme debido al fuerte dolor de cabeza. Pese a esto, soy completamente consciente de todo lo que pasó anoche y de las palabras de Changbin.

Consigo ponerme de pie y miro hacia la cama de Jeongin para ver si se ha levantado, pero me encuentro a Felix durmiendo como un bebé. No escucho la suave respiración que siempre se oye en la habitación cuando el pequeño duerme, así que me asomo a la litera de arriba por asomarme, porque, como me imaginaba, está vacía. 

—Quizá está desayunando —digo en voz baja, y decido irme directamente a la ducha para quitarme el mal humor.

Al terminar, voy a la cocina. Minho y Jisung están sentados uno enfrente del otro y beben de sus respectivas tazas en silencio.

—Buenos días —digo—. ¿Habéis visto a Innie?

—En la cama de Hyunjin.

Mi brazo se queda a mitad camino de abrir la nevera debido a la sorpresa.

—¿Con él?

—Pues claro, ¿dónde quieres que duerma si no, en el suelo?

—No, pero... Jeongin no bebió, y la cama de Felix está libre.

—Te fuiste a dormir muy temprano —dice Jisung con una sonrisita—. Ven, siéntate para que te lo expliquemos.

Me sirvo un vaso de leche y obedezco con algo de miedo.

—Después de que te fueras seguimos jugando y Hyunjin acabó un poco... bueno, ya te lo puedes imaginar.

Minho mira a Jisung con intensidad y una media sonrisa.

—Ajá —respondo, mirando a uno y luego al otro—. ¿Y?

—Le pidió a Jeongin que se quedara con él.

—Y Jeongin aceptó en seguida. Han dormido juntos, pero nosotros no sabemos qué pasó —dice Minho.

—Pero tú compartes cuarto con Hyunjin —respondo mirando a Jisung.

—Ah, ya, bueno, es que dormí con este. —Señala a Minho y el aludido pone cara de enfado.

—Respétame, porque si no, no volverás a meterte en mi cama, pedazo de...

—Cállate —le responde Jisung.

—¿Que qué? Te voy a partir esa bonita cara de un...

—Vale ya —interrumpo, y vuelvo al tema principal—: No es la primera vez que duermen juntos, tampoco es tan interesante.

—Ya... pero por eso mismo, algo pasa ahí.

Bebo un largo trago de leche y, cuando dejo el vaso sobre la mesa, los dos chicos me están mirando.

—¿Qué os pasa?

—Puede que a Minho hyung se le escapara algo sobre ti anoche delante de mí.

Pestañeo un par de veces hasta que asimilo sus palabras. Luego dirijo mi rostro hacia Minho con lentitud.

—Perdón, no sé si he entendido bien.

—Estupendamente bien —responde Jisung con alegría—. Oye, pero no te preocupes, yo no digo nada.

—Tú sabes —digo mirando a Minho—... que si no fuera porque me das miedo cuando te enfadas... ahora mismo te estamparía la cabeza contra la pared.

—Había bebido, tío, pero Jisung es la persona en la que más confío. No va a pasar nada.

Cuando Minho dice que confía en alguien, es porque puedo fiarme de verdad. El problema... ya no son dos personas las que saben mi secreto, ahora son tres. Y siempre que lo sabe más de una persona, termina por enterarse todo el mundo.

—¿Changbin hyung está durmiendo en esa habitación? —pregunto.

—Sí, pero no creo que sepa nada. Desapareció cuando tú y no lo hemos vuelto a ver. Creemos que se fue directamente a dormir.

—Buenos días —exclama Jeongin con una sonrisa, entrando en la cocina con un pantalón corto blanco y una camiseta naranja bastante larga. Me quedo mirándolo unos segundos de más. Esa ropa no es suya—. Hola, hola.

—Buenos días por la mañana —responde Minho—. ¿Changbin está durmiendo?

Jeongin se sienta a mi izquierda.

—Ah, sí. Lleva en la misma posición desde que lo vi anoche. ¿Por qué? ¿Piensas que está muerto?

—¿Muerto? —pregunta Jisung, alarmándose.

—No sé, como no se ha movido...

—¡¿Has comprobado si respiraba?!

Jeongin se queda pensativo unos segundos.

—Vaya, pues no. Quizá debería haberlo hecho.

—¡Dios mío! —grita Jisung, y Minho pone una expresión de irritación que me causa gracia.

Jisung se levanta y se marcha corriendo a la habitación de Changbin.

—Claro que lo he comprobado —murmura Jeongin—. ¿Qué clase de persona no comprueba si su amigo está muerto?

—Bien hecho, pequeño —dice Minho.

—¡Respira! ¡Respira! —exclama Jisung mientras corre hacia nosotros.

No sabría decir si por alegría o pavor.

Y cuando escucho el grito sé que es por lo segundo.

—¡HAN JISUNG! —Changbin aparece descalzo y con el pelo revuelto—. ¿Por qué mierda me has tapado la nariz? ¿Eres idiota o qué?

—¡No me grites así, encima de que me preocupo por ti! ¡Pensaba que estabas muerto! —exclama, quedándose detrás de Minho y poniéndole las manos en los hombros para sentirse más seguro.

—Hazme el desayuno si no quieres ser tú el muerto.

Jisung abre los labios y Minho, en vez de defenderlo, se ríe, lo que hace que el chico le dé un manotazo en la cabeza.

—Buenos días —dice Changbin mientras se sienta enfrente de Jeongin y nos mira a ambos.

Respondemos a la vez y yo no tardo en abandonar la estancia e ir a cambiarme.

Hearts never lie [Seungbin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora