Hearts never lie [Seungbin]

3

Me meto en la cama y le doy las buenas noches a Felix, que está sentado en el suelo jugando a algo en su teléfono. Quiero aprovechar y dormirme antes de que Changbin se duche y decida venir a la habitación.

Pero pese a haber tenido sueño durante todo el día, ahora no consigo dormirme.

Escucho a Changbin entrar en la habitación un buen rato después y decirle en voz baja a Felix que ya ha terminado y que puede ir al baño el siguiente. Sigo haciéndome el dormido porque no quiero enfrentarme a Changbin, pero cuando Felix abandona la habitación, noto una mano apoyada en mi espalda y, segundos después, me mueve para que me despierte.

—Hyung... ha sido un día muy largo... deberías respetar mis horas de sueño —digo, removiéndome para que me deje en paz.

—Ya lo sé, lo siento. Es que he encontrado algo en el armario de las toallas que creo que te pertenece.

Me giro de golpe, haciendo que aparte la mano y me mire con sorpresa. Está arrodillado en el suelo para estar a mi altura y lleva el pelo hecho un desastre. Para ser sincero, en pijama, sin maquillaje y con el pelo así es cuando más me gusta.

Rápidamente esos pensamientos se pierden en mi mente al ver cómo levanta un cuaderno gastado de tapa blanda y azul oscura.

—¿¡Qué haces con eso!? ¡Dámelo! —exclamo, y se lo arrebato de las manos—. ¿Has leído algo?

—No. Sé que es tuyo porque te he visto más de una vez escribiendo en él. ¿Por qué estaba en el baño? ¿Escribes allí o qué?

—A veces.

—¿Por qué?

—Porque el baño es el único sitio donde puedo concentrarme para expresar bien mis pensamientos sin que ninguno de vosotros me moleste.

Changbin se queda pensativo.

—Vale. ¿Encontraste tu calcetín amarillo?

—¿Qué? Ah, sí.

—Parecías bastante desesperado.

No respondo porque se ha levantado y mientras se acerca a la cama de Jeongin, se quita la camiseta.

—¿Qué haces? —pregunto, tapándome la cabeza con las mantas.

—¿Cómo que qué hago?

—La camiseta —respondo. La voz me sale amortiguada, pero no pienso destaparme.

—Siempre duermo así. ¿Te molesta?

—No —me apresuro a responder.

Hay una pausa en la que aprovecho para cerrar los ojos y preparar mi mente para dormir.

—Seungmin —me llama. Me hago el dormido, pero no desiste—. Seungmin.

Asomo la cabeza lentamente y me lo encuentro sentado en la cama de Jeongin mirándome fijamente.

—Si duermes así te vas a ahogar.

—Hace frío, hyung. Si tú duermes tan destapado te resfriarás.

—Es más cómodo —dice, tumbándose y mirando hacia el techo—. Deberías probarlo.

—¿Yo? —Frunzo el ceño al imaginarme durmiendo en esta habitación compartida con él sin la camiseta—. No, ni de broma. Voy a dormir.

Escucho su risa y pronto todo es oscuridad.