Hearts never lie [Seungbin]

5

Varios días más tarde estoy sentado en el rincón del salón mientras todos están alrededor de Chan, leyendo comentarios sobre el nuevo álbum y gritando con felicidad. Quiero unirme a ellos y enterarme de lo que Stay está diciendo, pero necesito terminar de escribir en mi diario.

Hoy ha sido un día bastante largo y me gustaría anotar las nuevas sensaciones que me provocan estos momentos, el buen humor que va siempre por encima del cansancio y de todo el trabajo.

Cuando sea mayor y esto me quede lejos, espero poder recurrir a esta libreta para experimentarlo todo de nuevo. No quiero olvidarme de nada, porque no estoy escribiendo para el presente, estoy escribiendo para el futuro.

Miro a los chicos y por unos momentos me siento triste. Ojalá pudiera atesorar todos y cada uno de los instantes que estamos viviendo juntos.

Me pregunto si ellos alguna vez pensarán en esto.

Es entonces cuando Changbin levanta la vista de la pantalla y se fija en mí. Frunce el ceño y ladea la cabeza.

—¿Qué haces ahí? Ven con nosotros, te lo estás perdiendo.

—Estoy escribiendo...

—Ya lo harás más tarde, idiota. Ven.

Me da lo mismo que me haya insultado. Solo siento unas ganas increíbles de abrazar a todos uno por uno.

—Chicos —digo poniéndome de pie y dejando el diario en el rincón. Todos me prestan atención más rápido de lo que esperaba—. Eh...

—¿Hay algo que te preocupa, Minnie? —pregunta Chan.

Me acerco hasta que solo la mesa frente al sofá me separa de todos ellos.

—Es que... He estado pensando en algo... y necesito que me hagáis una promesa.

Veo cómo Jeongin muestra una expresión confusa y apoya la cabeza en el hombro de Hyunjin y cómo Chan me observa con determinación. Parece dispuesto a aceptar cualquier cosa que diga solamente para que me calme.

—Dinos —dice Felix.

—Necesito que prometáis que nosotros no vamos a terminar cuando esto se acabe.

—¿Qué quieres decir? —pregunta Jeongin.

—Que somos una familia, y las familias permanecen juntas hasta el final. Y me refiero al final del final.

Minho bufa y se recuesta.

—No estoy entendiendo nada, niño.

—Quiero decir que quiero que me prometáis que estaremos juntos para siempre, aunque no sea encima de un escenario y aunque todos se hayan ido.

—Pensaba que era algo obvio —dice encongiéndose de hombros.

Todos miran hacia otro lado y parecen perderse en sus pensamientos. Me siento ridículo de pie delante de los ocho chicos, exponiéndome a sus bromas estúpidas.

Sin embargo, pronto todos empiezan a hablar casi a la vez.

—Lo prometemos —dice Jisung, rodeando la cintura de Felix, sentado sobre sus piernas.

Los demás empiezan a hablar a la vez.

—Yo paso de vosotros, sois unos cursis —comenta Minho.

Changbin le da un manotazo en el brazo.

—¿Es que por qué tenemos que verbalizar esa promesa? ¡Me quedó claro desde el primer día que os vi la cara de idiota que os iba a aguantar hasta que me muriera!

Changbin se ríe y luego se gira hacia mí.

—Claro que sí, Seungmin.

Por último miro a Chan, que es el único que no ha dicho nada. Está contemplando sus manos entrelazadas con demasiada concentración. Para cuando levanta la cabeza y nos echa un vistazo a cada uno, con una pequeña sonrisa en los labios, Changbin se ha acercado a mí y me ha rodeado los hombros con el brazo.

—Tú lo has dicho, somos una familia, así que pase lo que pase, yo estaré para vosotros —dice, mirándome fijamente—. Siempre podréis contar conmigo, incluso si estamos enfadados.

—¿Creéis que podríamos... esto... dormir juntos hoy? —pregunto, apretándome un poco contra Changbin y tratando de que no se den cuenta de que me estoy sonrojando por la vergüenza.

—¿¡Dormir con todos vosotros!? —exclama Minho.

—Aquí hay hueco de sobra si ponemos todos los colchones juntos —señala Hyunjin.

—Hoy Minnie está sensible —dice Felix con una sonrisa.

Le sonrío de vuelta porque sé que no se está burlando de mí. Él nunca haría eso.

—¿Y por qué tenemos que pagarlo todos?

—Que alguien le vende la boca —dice Jisung, y Minho le lanza una sonrisita.

—Traigamos los colchones —añade Jeongin.

Los seis se levantan en seguida, entre ellos Minho, y se ponen en marcha.

Dejan los comentarios de Twitter para otro momento.

Porque hoy la noche es solo para nosotros.

De repente Changbin me presiona más contra él.

—¿Era solo eso lo que te preocupaba? —me pregunta en voz baja.

Le miro y tardo unos segundos de más en responder. No quiero mentirle, pero no puedo dejar que sepa que eso no era todo, porque mi otra preocupación es exactamente esa, que descubra que hay algo más, que ese algo es él.

—Sí.