Con su cuerpo siendo prisionero, de aquellas hábiles manos, que ahora se estaba encargando de bajar su pantalón, procuró hacer lo posible por no terminar gimiendo, y es que no quería ser descubierto. Porque aunque hacer lo que ahora estaban a punto de hacer, estaba muy mal, nada había detenido al basquetbolista, que sin miramientos lo había arrastrado hasta los baños de la escuela, pese a que ahora él debía estar en clase, en lugar de esto, estaba en uno de los cubículos del baño de hombres, con sus pantalones abajo, mientras que su compañero, que se encontraba de espaldas a él, se encargaba de quitarle la ropa que lo cubría de la cintura para abajo, puesto que le había apetecido tocarlo y lo haría porque nadie se lo iba a impedir, ni el mismo Cyrus siquiera.
Rodeándolo con sus brazos, besó su nuca, para después trasladarse con toda lentitud a su cuello, el cual besó, lamió y hasta se atrevió a succionar a voluntad, disfrutando a su vez sentir como su acompañante hacia hasta lo imposible para no terminar gimiendo ante sus caricias.
Era tan divertido, pensó mientras que a propósito frotaba su erguido sexo contra el trasero ajeno. Le gustaba hacer aquello, y es que el poder penetrarlo incluso sobre la ropa interior le provocaba un gran goce.
Y sin dejar de torturar su cuello, mientras que continuaba embistiéndolo sobre la ropa, llevó sus manos hasta el sexo ajeno para comenzar a estimularlo, haciéndolo lo mayor placentero posible para su compañero, porque ese día estaba de muy buen humor y se le había antojado darle un gran orgasmo, a quien ahora estaba totalmente entregado a él.
Haciendo uso de sus manos, recorrió toda la longitud, del ahora semi rígido pene, acariciando frenéticamente este, torturando con su dedo pulgar la punta de este, provocando como consecuencia, que Cyrus soltara un gemido de placer, acompañando de otro, y ante esto no pudo hacer más que horrorizarse, ante el temor de ser descubiertos, por lo que, haciendo uso de sus manos se cubrió la boca, lo que provocó que TJ aumentará el ritmo de sus caricias y sin más sus piernas comenzaron a temblar, mientras que su trasero todavía era usado para el placer del otro, quien en verdad disfrutaba sentir como su sexo se resfregaba contra este sin cesar.
Y sin poder controlar su propio cuerpo, Cyrus terminó llegando a su orgasmo gracias al toque del otro.
Entonces su respiración de a poco fue retornando a la normalidad.
Y antes de que TJ se lo ordenara como otras veces, tomó la mano que este había usado para masturbarlo, y que permanecía cubierta por su esencia, y comenzó a lamerla, quitando de esta los restos de su propio semen. Chupó también dedo por dedo, lamiéndolos también para asegurarse de que no quedarán rastros de su semen, y mientras realizaba esta tarea meticulosamente, TJ con su mano sobrante, liberó su duro sexo y comenzó a masturbarse, gimiendo descaradamente sobre el oído ajeno, porque a diferencia de Cyrus, él no se contenía en lo más mínimo, y tras un último gemido se terminó corriendo, y Cyrus como el buen chico que era también se encargó de limpiar la otra mano, disfrutando quizás un poco más que la vez anterior, ya que esta vez era el semen de TJ el que probaba.
Una vez que su labor estuvo concluida, se arregló la ropa y salió del cubículo del baño, y Thelonius lo imitó.
Y mientras se secaban las manos con toallas de papel después de habérselas lavado, el basquetbolista, observó cómo Cyrus seguía, junto a él a la espera de una palabra suya.
—Te compré un regalo—rompiendo toda distancia entre ambos y se atrevió a tocarle el trasero, masajeandolo a su gusto—te gustará más que el vibrador de la otra vez.
Cyrus bajó la mirada, al recordar lo que había pasado hacía unos días atrás, incluso su mismo cuerpo lo traicionó ante el recuerdo, y comenzó a sentir todo su ser arder, mientras que sus paredes anales se contrajeron involuntariamente mientras que las manos de su compañero no dejaron en ningún momento de torturarlo.
Complacido por el pudor evidente de quien no se atrevía siquiera a mirarlo a los ojos, se acercó a su oído y se permitió lamer este mientras que continuaba hablando.
—Haré que te vengas sin penetrarte—entonces no estando conforme con sus interminables suspiros, le mordió suavemente el lóbulo de la oreja—te haré rogar por esto.
Y sin más dejó de torturar su trasero, para conducir una de las manos del asustado chico hasta su entrepierna.
Claro, que estando preso del pánico, ante el temor de ser descubierto, retiró su mano de inmediato, como si el cuerpo de TJ quemara.
—Te espero en mi casa este fin de semana.
Y sin decir más se marchó.
Dejando a su compañero con su cuerpo andiendo por las palabras dichas.
Con sus manos aún temblando, abrió la llave del lavamanos y sin esperar más, se mojó la cara con toda intención para intentar miserablemente recobrar la cordura perdida.
Tenía miedo, y es que se sentía tan mal con él mismo ¿Qué le estaba pasando? ¿Por qué su cuerpo parecía estar de acuerdo con las intenciones del otro? ¿Acaso se había vuelto loco por completo? Ahí sobre el piso de aquel baño quedó, con su cabeza recostada sobre la pared.
Sacó su celular del bolsillo de su pantalón, y al hacerlo, pudo darse cuenta de que tenía mensajes sin leer, seguramente eran sus amigos que habían notado su ausencia, puesto que ahora estaba demorando en regresar, a diferencia de otras veces.
Entonces sin más opción, se puso de pie y salió del sanitario, y cuando lo hizo fue en busca de sus amigos, y de verdad esperaba no tener que dar explicaciones porque ni él sabría qué decir.
….
Estando en su habitación con su computadora encendida, mientras que aquella videollamada se estaba llevando a cabo, se preguntaba si el basquetbolista ¿No sabía que las noches también estaban hechas para dormir? Puesto que a pesar de ser las 2am, estaba obligado a estar frente a su computadora hasta que el de ojos color verdes, se cansara de él y por lo visto no parecía ser pronto.
—¿La puerta de tu habitación tiene seguro?
Cyrus dejo de mirar un momento su laptop para mirar hacia la puerta de su habitación y estar seguro de que esta tenía seguro, una vez que se aseguró de esto, miró a TJ de nuevo.
—Sí…
—Perfecto—entonces con todo tranquilidad sacó el regalo que guardado para su compañero, mostrando el mismo con una sonrisa en sus labios, dicho obsequió consistía en bolas anales de pequeño tamaño, una unida a la otra como si se tratase de un collar femenino pero estaba claro que no lo era.
¿Pensaba introducir aquello en él? De sólo pensarlo se estremeció.
—¿Te gusta? Lo compré pensando en ti.
Tenía tantas ganas de ver como el trasero de su compañero, era capaz de aceptar y retener aquellas bolas anales, que servirían para dilatar su esfínter anal, facilitando su trabajo a la hora de penetrarlo.
—Quita esa cara—sonrió ante la expresión de horror del otro—te gustará.
Y es que planeaba hacerlo llegar al orgasmo haciendo sólo uso de aquel objeto.

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Tira y Afloja |Tyrus|
FanfictionNo todo sacrificio es lo que parece, no todo chantaje es lo que se cree... Tanto TJ como Cyrus son dos personas totalmente diferentes, con una sola cosa en común: el interés mutuo por fornicar con el otro. +18 🚫 •Fanfics basado en el one-shot TJ de...