I. Inicio

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Los dos se encontraban en los vestidores sin los demás miembros del equipo dado que estos se habían marchado, entonces Cyrus, escuchó una pequeña vocecita en su cabeza, que le decía que debía marcharse de ahí, que corría gran peligro, y aunque esta misma era muy constante, no obedeció, se quedó ahí, junto a aquella persona de tan mala reputación, por Buffy, sólo por ella y la estúpida esperanza de poder llegar a convencer al capitán del equipo de básquet, de que su amiga debía ser parte de este.

 Y el que pensará que Cyrus Goodman era un idiota por aspirar a tanto, bueno esa persona tenía mucha razón, era un idiota, pero uno con muy buenas intenciones al final de cuentas ¿No? Al menos si iba a morir en los vestidores de su colegio, sería por una noble causa: darle la mayor felicidad a su casi hermana, lástima que al solamente estar con el bravucón de ojos color verde, no habría nadie que le pudiera contar a sus amigos y futura novia sobre la noble razón de su muerte a tan corta edad. Porque si lograba salir vivo de ahí, le pediría a su compañera Iris, que fuera su novia.

Claro que no parecía ser muy consciente de que en realidad no tenía porqué estar preparándose mentalmente para su funeral, nadie lo mataria y es que Kippen podía ser muchas cosas, en serio muchas cosas, y en su mayoría todas estas cosas podrían hablar pestes de su persona pero aunque no era ningún santo tampoco era un asesino, al menos no por ahora, además de que hasta el temible chico sabía que un lugar tan concurrido como lo era una escuela no era el mejor lugar para debutar como asesino adolescente, aquí lo que en verdad debía llamar, por lógica, la atención del más joven, era el increíble hecho de que alguien como TJ estuviera dispuesto a dedicarle algo de su tiempo, cuando después de saber que no se conocían, podría haberlo mandado al diablo, pero no, eso no ocurrió, es más, por alguna razón estaba interesado en saber, qué quería el extraño chico, (del que sólo conocía su nombre), con alguien como él, y es que a simple vista se podía ver claramente que no parecían tener mucho en común, de hecho no tenían nada en común.

Y es que la única razón por la que TJ, seguía de pie ahí, frente a aquel inofensivo chico, era porque el mismo le parecía perfecto para pasar un muy buen rato, uno sin duda muy bueno si podía sacar provecho de aquella boca tan pequeña y estrecha, sin olvidar aquellos labios tan carnosos.

Porque aunque se inclinara mayormente por las mujeres, si tenía la oportunidad de disfrutar de chicos tan tentadores como Cyrus, sin pensarlo tomaba dicha oportunidad, porque las mismas no se presentaban con mucha frecuencia y es que tampoco buscaba tal oportunidades, si se daban bien y si no también. Y es que no era del tipo de chico que buscará propiciar algún tipo de situación, excepto cuando pensaba que el sexo con aquella persona podría valer realmente la pena.

—¿Qué puedo hacer por ti? —Le cuestionó sonando lo más amable posible, tomándose la molestia de fingir esa amabilidad que sólo parecía tener cuando quería follárse a alguien.

Y en este caso el quería follárse a Cyrus.

—Es que tengo...una amiga—y sin que lo pudiera evitar su voz temblaba, como si fuera un niño pequeño  que había roto una taza y había sido descubiertos por sus papás en tal hecho—que quiere ser parte de tu equipo, que  es muy buena en el básquet y yo quería saber…

Su acompañante lo interrumpió involuntariamente a soltar una risa para nada alentadora, y es que, ¿Acaso toda la población femenina de ese colegio se había puesto de acuerdo en querer fastidiarlo? Kippen, comenzaba a creer que si, primero la chica de rizos había venido con esa estúpida idea y ahora aparecía alguien más con aquella estupidez. Ya era el colmo.

—¿Cómo se llama tu amiga, Cyrus?

No, a él no le gustaba el tono con el que aquel chico pronunciaba su nombre. Le producía escalofríos.

—Driscoll Buffy—respondió.

La sonrisa del engreído chico se amplió, ¿Así que se trataba de la misma chica de hacía dos semanas atrás? Vaya que el mundo se empeñaba en querer molestarle, y es que justamente esa chica no le agradaba ni un poco, es más la consideraba hasta insoportable y con un ego que si no se equivocaba estaba a la misma altura que el suyo, y no, él no quería a esa persona jugando en la cancha con él, porque no hacía falta ser un genio para saber que sería una verdadera tortura tener que soportarla durante los partidos como nada más y nada menos que como compañera.
Kippen definitivamente no quería tener que someterse a aquella infernal situación, no, no, no, por ningún motivo, no podría soportar a alguien con el carácter tan podrido como el suyo, a alguien tan irritante, pero la cruel realidad no parecía estar muy de acuerdo con él, o mejor dicho, aquella boca tan apetecible no parecía estar muy de acuerdo con él, y es que sentía que podía ser capaz de soportarlo todo si aquellos labios tan sensuales prometían envolver su pene para llevarlo así al mismo cielo. Y así y sólo así él podía al menos considerar que una mujer formará parte de su equipo.

—¿Driscoll te envío? 

Si era así dos cosas pasaron por su mente: esa insoportable no sólo conocía sobre su bisexualidad si no que también conocía muy bien sus gustos y además si había sido enviado por ella ya podría cerrar su boca y comenzar a quitarse la ropa.

—¡No! Buffy no me envió, ni siquiera sabe que estoy aquí—era una verdadera decepción, pensó el otro—¡Por favor no le digas que estuve aquí! Me mataria si lo supiera.

Y es que él era muy joven para morir.

—¿Entonces qué haces aquí??

—Creo que ella debería estar en tu equipo.

Porque era un as para el básquet, y porque sin duda sería lo mejor que le podría pasar a su equipo, pensó Cyrus pero no se atrevió a decirlo en voz alta.

Y es que pese a que TJ se había portado mejor de lo que esperaba con él aún seguía considerándolo como alguien de cuidado.

—Entiendo, ¿Pero qué gano si tu amiga es parte de mi equipo? 

¿Cómo que qué ganaba? Buffy era la mejor, tanto que seguro que después de que ella comenzara a jugar no volverían nunca a perder ningún partido, y no se trataba de estar dándole demasiado mérito, porque sin duda era la mejor, allá él si era tan ciego como para no poder verlo.

Fue ahí cuando supo que sólo había estado perdiendo su tiempo.

—Será mejor que me vaya.

TJ sonrió, era un chico adorable.

—Nos vemos pronto Cyrus.

Se despidió satisfecho pese a que el más joven siguió su camino y no le devolvió el saludo.

Y quizás nunca lo hubiera imaginado pero a partir de esa conversación su vida tranquila y monótona pasó a dar un giro de 180° y todo gracias a TJ Kippen.

Tira y Afloja |Tyrus|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora