Tira y Afloja |Tyrus|

VII

Había colocando la alarma el día anterior, pero tal parecía que no había hecho falta dado que se había despertado sin ayuda de esta. Entonces tomó tu móvil, lo encendió y apagó dicha alarma, que hubiera sonado dentro de una hora más, una vez hecho esto, regresó su móvil a la mesita de noche, y pasó ambas manos por su rostro. La verdad era que había estado durmiendo tan bien que no comprendía la razón por la que había despertado antes cuando en aquella habitación no se oía nada y las oscuras cortinas impedían que la luz solar se filtrara a la habitación, pero aunque todo lo dicho anteriormente era cierto, decidió que era mejor levantarse de una vez porque le sería imposible volver a dormir después de ya haber despertado. 

Con tal idea en encima, quitó la mano ajena que descansaba sobre su cintura y se sentó sobre la cama para después poder inclinarse y tomar su ropa interior, la cual estaba en el suelo, una vez que se colocó la misma se puso de pie y caminó por la habitación hasta dar con el resto de su ropa la cual también se colocó y recién en ese momento fue al cuarto de baño, que quedaba al lado de la habitación, pero esa vez no tenía problemas en circular por la casa ya que sabía que los dueños de esta estaban ausentes.

Y después de vaciar su vejiga, se lavó la cara, se cepillo los dientes y se peinó y salió del cuarto de baño, para volver a la habitación y buscar su móvil, al entrar a la misma, la persona que dormía sobre aquella cama parecía no tener intenciones de despertar por lo que decidió bajar a desayunar solo.

Y al estar en la cocina de la casa, encendió una vez más su celular y vio, que al igual que el día de ayer, los mensajes de su amiga seguían ahí, esperando por él. 

El día de ayer cuando TJ le dijo que pasarían el fin de semana juntos, se vio obligado a decirle a sus papás que pasaría el fin de semana junto a su amiga Buffy y cuando esta última le preguntó por qué no podían salir el sábado, le dijo que porqué estaría en casa de sus abuelos, excusa que era válida en él porque en verdad si visitaba seguido a sus abuelos aunque en aquella ocasión hubiera mentido. Era así como a pesar de aquel pequeño detalle su mentira estaba bien elaborada.

Y cuando después de vertir el dulce en la tostada se lo llevó a la boca, poco le duró la tranquilidad de la que disfrutaba, porque aunque no alcanzó a probar la taza de té que se había preparado, TJ apareció en la cocina, estando sólo en ropa interior, buscándolo a él.

—¿Quieres?

Preguntó extendiendo la tostada al alcance de su compañero, y sin que este la tomará la mordió, entonces Cyrus pensó que sería bueno preparle también una taza de té por lo que se puso de pie para poder hacer esto mismo.

—Quiero darme un baño primero.

El desayuno lo dejaría para después.

—Y tú lo tomaras conmigo.

Entonces Cyrus también tendría que dejar el desayuno para después. Y es que él también había querido ducharse pero había pasado que aún era muy temprano para hacerlo pero al parecer a TJ le daba lo mismo.

Sin meditarlo mucho caminó de regreso a la habitación así como lo hizo su compañero, una vez ahí, reviso que en su mochila tuviera un cambio de ropa y al ver que sí, fue hasta el baño, en donde TJ ya estaba desnudo para poder ducharse, y una vez que cerró la puerta del cuarto de baño, también comenzó a quitarse la ropa hasta quedar completamente desnudo. Pudor como siempre tenía pero no era la primera vez que le tocaba estar desnudo frente a su compañero o tener que bañarse junto a él.

Y aunque tenía sus dudas con respecto a las intenciones de su compañero, actuó con la mayor normalidad posible, dándose en baño, a la vez que intentaba ni siquiera rozarlo aunque esto fuera casi imposible y casi todo transcurrió con normalidad hasta que después de que TJ se quitó el shampoo, le pidió que le ayudará con la limpieza de su cuerpo, haciendo uso del jabón, y aunque sabía que aquello no indicaba nada bueno, obedeció porque tampoco era como si tuviera más opción.

Con sus manos aún temblando, deslizó el jabón primero por el tórax demorando lo más que podía en este, hasta que una de las manos del basquetbolista, sobre la suya lo obligó a descender, llegando así al abdomen de este, deslizando el jabón por toda la longitud del mismo hasta que la espuma se formó, entonces fingiendo total naturalidad bajó hasta el semi erecto miembro porque su toque así lo había provocado, entonces una vez más, TJ lo incitó a centrarse en este, por lo que sin desearlo, al menos no conscientemente, dejó caer la pastilla de jabón de sus manos y comenzó a masturbar el sexo ajeno, consiguiendo que su indecente compañero gimiera por su causa, y esto le avergonzaba tanto.

Tocó con verdadero frenesí el pene de TJ deseando que este pronto se corriera, por lo que haciendo uso de todo lo que ahora sabía, después de un año de relación sólo sexual, comenzó también a tocar los testículos, procurando dar el mayor placer posible, y parecía que lo estaba logrando puesto que a quien torturaba no dejaba de gemir, y cuando se animó a tocar el glande de aquel pene, para que de una vez pudiera tener su orgasmo, TJ lo detuvo, alegando que ya había sido suficiente, entonces lo colocó de espaldas a él, logrando que su cuerpo diera con la fría pared, gimió desconforme cuando esto sucedió, pero su molestia fue reemplazada con un auténtico gemido de placer de su parte, cuando su entrada comenzó a ser invadida por aquellos largos dedos, que ahora se dedicaban a complacerlo y lo estaban logrando con gran éxito ya que no demoró demasiado en ponerse duro.

Y no hubo suplica de su parte, que impidiera que el jugador de basquetboll, arremetiera contra él de una sola estocada, provocando que gritara en el acto, entonces su cuello fue devorado, mientras que su interior estaba siendo destruido sin contemplación, porque TJ buscaba su placer absoluto.

Besó y lamió tantas veces como quiso su cuello, mientras que se permitía salir de él una y otra vez sin detenerse, dejándose llevar y gozando de esto como un demente. Penetrarlo con tal fuerza, poder enterrarse en lo más profundo de él una y mil veces más, era como poder conocer el cielo y el infierno a la misma vez. 

Y en cuánto a Cyrus, disfrutaba también y mucho pero nunca demasiado porque después del orgasmo, siempre aparecía la culpa por haberse enredado en aquel tipo de relación.

Su orgasmo llegó y lo gozó en toda su extensión aunque no tanto como lo hizo TJ al correrse en su interior, llenándolo por completo.

Sólo entonces, Cyrus, pudo sentir como aquel miembro pedía toda rigidez en su interior. Y sólo después de aquello su respiración volvió a la normalidad, sólo que TJ permaneció aún dentro suyo mientras que su semen se escurria un poco por sus piernas ¿Cómo era posible que se corriera tanto si tenían sexo de forma frecuente? Pensó el de mirada color miel, estando un poco avergonzado.

—…¿Esto estuvo mejor que el desayuno? 

Preguntó a modo de broma y las orejas como mejillas de Cyrus estuvieron rojas a lo que TJ rio.

—Tomaré eso como un sí.

Entonces por fin lo liberó de él.