XIII

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Cada quién se mueve en la vida por sus meros intereses en particular y eso estaba bien, porque cada quien buscaba con qué satisfacerse sin importar nada más que eso, porque al final de cuentas podíamos ser lo suficientemente egoístas.

Sonríe al verlo acercarse a él, porque al fin todos sus años de sacrificio habían válido la pena, porque aunque no lo amara como debería, sí lo deseaba y necesitaba más que a nadie. Y en verdad confiaba en algún día llegar a amarlo, para poder retribuir aquel amor que se le era profesado.

Mira sus ojos color miel, y tal brillo se ve opacado por aquellos que también lo miran a él, acusándolo con justa razón, porque más de uno, de los que ahí estaban presentes sabían muy bien, la realidad de sus sentimientos, pero como la persona cínica que siempre fue finge no notar aquellas miradas acosadoras que tan bien parecen conocerlo, sin embargo, mientras su adorado tormento creyera en su mentiras, él seguiría de pie, junto a él, adorandolo, como lo que era; su adquisición más preciada.

La que es la mejor amiga, de su prometido le dedica una mirada acosadora, como también lo hace Marty, la pareja de Buffy.

Mira a su amiga Amber, quién a pesar de conocer sus planes, no fue capaz de detenerlo y prueba de ello era su presencia en aquel momento.
Incluso su amigo Reed sabe que algo no anda bien y aún así no lo detiene. Entonces todo es perfecto, porque todos lo saben, todos son cómplices. Nadie lo detiene.

Toma la mano de su de su prometido, y ante el juez su unión se vuelve oficial.

Cuando le toca firmar el documento que lo hace oficialmente la pareja de quién mantuvo como su juguete durante su adolescencia lo hace sin vacilar ni por un segundo, firmando de inmediato, entonces le sede la birome a Cyrus, quién lo observa por un momento, luego mira el documento ante él, como si fuera de lo más extraño. 
Pasan dos minutos de los más incómodos, en lo que el de ojos color miel parece dudar sin embargo, termina firmando sin perder más tiempo,y Thelonius vuelve a sonreír, colocando ahora aquel anillo de matrimonio en la mano de quién ahora es su esposo, Cyrus imita su acción y sin más espera de por medio, es besado ferozmente por su ahora esposo.

Y todo lo que se oye a continuación son aplausos, celebrando una unión que se dió bajo circunstancias de lo más extrañas.

—Ahora eres oficialmente mío—le dijo el de mirada verde, besando su mano.

—Lo soy—le sonrió con un amor infinito—porque ahora tú también eres mío.

Entonces una vez más se besaron, firmando así aquel pacto eterno de sumisión y adoración casi enfermiza pero que tan felices los hacía.

The end

Tira y Afloja |Tyrus|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora