Tira y Afloja |Tyrus|

VIII

Sus ojos color miel, observan con asombro, cómo mientras que él está en la cama semi desnudo, cubriéndose con las  sábanas, por pedido de su compañero, este último lo observaba con una gran sonrisa, que dejaba a la vista sus perfectos dientes, a la vez que después de haberse lavado la manos, se colocaba unos guantes de látex, y mentiría si no confesaba que desconocía sus intenciones pero si de algo estaba seguro, era que pese a esto no sentía miedo ¿Por qué lo haría? Si con TJ se sentía más seguro que con nadie.

Lo que sucedió a continuación, no le provocó miedo pero sin gran curiosidad, ya que le tocó ver como el basquetbolista, sacaba de uno de los cajones de su cómoda, un objeto pequeño, demasiado pequeño, midiendo quizás unos seis o diez centímetros como mucho, era un objeto de acero inoxidable con una forma bastante peculiar, ya que en la punta poseía más de una esfera de metal, que se unía más a bajo a otra pero de menor tamaño, era algo que sin problema podía ser sostenido por una sola mano, entonces Cyrus en un comienzo especuló creyendo que podría tratarse de un vibrador como el que una vez usó pero descartó tal suposición al ver como su compañero de cama, higienizaba dicho instrumento de metal con alcohol, ¿Qué se suponía que haría? Porque la asepsia que estaba aplicando era tan absurdamente meticulosa.

Y sin mencionar nada continuó observando, entonces pudo ver, como después de limpiarlo de arriba hacia abajo, lo terminó bañando con gran cantidad de lubricante pese a su diminuto tamaño.
Ya para ese momento, el amigo de Buffy, sentía que moriría de tanta curiosidad pero él no podía hacer nada, mucho menos cuestionar cualquier cosa que TJ quisiera hacerle puesto que su cuerpo entero le pertenecía.

—¿Te gusta? —Con aquel plateado objeto en mano, se acercó hasta a él—es un dilatador uretral.

Y era para él.

Una vez que pudo asimilar sus palabras, sintió un escalofrío recorrer no sólo su columna vertebral sino también todo su cuerpo, y es que sabía lo que vendría a continuación pero sin embargo, no fue capaz de soltar palabra alguna para detenerlo.

Su compañero habló y le pidió que se quitará las sábanas de encima, Cyrus de inmediato obedeció sin chistar, entonces esta vez le pidió que también cerrará los ojos y se dejará llevar y sólo unas palabras bastaron para que sus párpados se cerrarán por completo, entonces sólo se dedicó a sentir bajo absoluta sumisión.

TJ se deleitó con ello más de lo que nunca imaginó.

Besó sus ojos, sonriendo.

Con su mano sobrante tomó el pene flácido de su compañero, y sin más comenzó a masturbarlo hasta conseguir que el mismo estuviera completamente erguido como quería, usando sólo su mano libre, y aunque poseía el guante de látex en esta, nada impidió que sus caricias surgieran efecto, sujetando ahora con firmeza el miembro ajeno, permitió que el dilatador uretral, que hasta ahora estaba bañado en lubricante, se introdujera dentro del pene de Cyrus, permitiendo también que este se deslice por sí solo hasta dar con la uretra, sabiendo bien que no podía forzar por ningún motivo su intromisión así que dejó que se deslizará.

Cyrus gimió de dolor pero no lo detuvo, y es que el malestar que sentía no se trataba de un dolor que no pudiera soportar, era un dolor normal y creía que su cuerpo debía adaptarse al nuevo intruso y así estuvo por un momento hasta que la molestia se hizo leve hasta desaparecer por completo.

Aprovechando esto, TJ comenzó a mover aquel objeto manualmente girándolo asegurándose también de que tal acción no le provocará dolor al de ojos color miel, y un dulce gemido de placer así se lo confirmó, incitándolo a seguir mientras que Cyrus no podía dar crédito al goce que su cuerpo estaba experimentado teniendo dentro de él aquel objeto extraño.

Gimió nuevamente, a los pocos segundos lo volvió hacer y cuando sintió que ya simplemente no sería capaz de soportarlo más, apretó las sábanas de la cama mientras que sin darse cuenta, los dedos de sus pies se doblaron anunciando así que su orgasmo había llegado, entonces se dejó ir.

TJ al verlo consumido por un gran placer, no pudo dejar de pensar en todo lo erótico que se veía tratando de recuperar el aliento mientras que permanecía desnudo en su cama, siendo esta una clara invitación a pecar, por lo que retirando con el mayor cuidado aquel objeto de su interior, lo dejó de inmediato de lado y sin detenerse por un segundo más, se bajó el pantalón y abriendo las piernas de Cyrus, que no demoraron en rodear su cintura, lo penetró de una vez, dejándose llevar ante el placer que el cuerpo del otro le proporcionaba. Era en verdad una droga aquel cuerpo para él y de aquello ya no le cabía duda.

Cuando sintió que su cuerpo estaba a nada de sucumbir ante un orgasmo inolvidable, le ordenó cambiar de posición, quedando en cuatro sobre la cama, entonces lo continuó penetrando a su gusto mientras que se permitía ver como el interior de Cyrus lo succionaba con tantas ganas como si aún no hubiera tenido suficiente de él, y esto sólo lo motivó a tomarlo con mayor violencia, dejando la piel ajena marcada dado la gran fuerza que había empleado para sostenerlo de  la cintura y sin más llegó a su orgasmo igual que lo hizo su compañero por lo que sus piernas perdieron fuerza y se dejó caer sobre la cama, mientras que sentía como su interior había retenido todo el semen dado.

Sé sentía pegajoso pero también muy satisfecho, tanto que no pudo evitar quedar profundamente dormido mientras que TJ se complacía al ver el bonito desastre que había hecho de él.