Prólogo: «Los cazadores»

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Tan antiguos como las brujas mismas, son aquellos los que se dedican a darles caza y los que las llevaron al borde la extinción y provocaron la masacre de Salem y su posterior aislamiento del mundo exterior, ocultando sus poderes y buscando santuarios para sobrevivir.

Ipswich es uno de los pocos santuarios de brujas y hechiceros.

El Círculo Rojo es un grupo de cazadores de brujas, conocidos por ser tan efectivos como despiadados a la hora de cazar brujas. Proveniente de una larga línea de cazadores, su actual líder se caracteriza por arrancar los problemas de tajo, su nombre: Paz Nomdedeu, irónicamente.

Paz no era ajena al pueblo y a sus brujos. Años atrás, ella y su legión de cazadores visitaron Ipswich con la encomienda de hacer una tregua con los brujos, en orden de conseguir un objetivo mucho mayor. Pero no todos los seguidores de Nomdedeu estaban de acuerdo con el pacto, sin embargo, tras conseguir su objetivo, Paz y los suyos se marcharon del pueblo, sin olvidar a aquellos brujos que se escondían entre los habitantes, pero así como era despiadada y cruel, Paz era una mujer de palabra y habría de respetar el pacto con el círculo.

Pero desde entonces, la organización estuvo pendiente de la actividad mágica en Ipswich, y la batalla con el Oscuro, los había alertado del despertar de un poder más allá de lo conocido. El grupo estaba nervioso y exigieron tomar cartas en el asunto. Fue así como El Círculo Rojo, desplegó a sus mejores cazadores en el pueblo y como una muestra de su honor, Paz decidió hacer acto de presencia también.

El Círculo Rojo peregrinó hasta Ipswich para hacer valer su lema: Aut neca aut necatus eris, que significa matar o morir.

Y no dudarán en hacerlo cumplir.

Los Hijos de Ipswich y los cazadores de brujasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora