Los Hijos de Ipswich y los cazadores de brujas

4. «Aquí todos hemos perdido a alguien»

Faye

—Tost —dijo Caleb apenas se cerró la puerta de su habitación—. Estamos bajo un hechizo de silencio —dijo —. Nadie fuera de esta habitación puede escucharnos.

—¿Por qué no quieres que tu madre se entere de lo que eres realmente? —preguntó Nick a Izán —, ¿Por qué diablos le diste la misma advertencia que a Caleb? —me preguntó.

—No lo sé —respondí.

Miré a Izán, esperando que él tuviera una respuesta, pero se limitó a hundirse de hombros.

—¿Quiénes son ustedes? —preguntó Caleb —Mamá nunca había hablado de ustedes.

—Mi madre es una cazadora de brujas —respondió el chico —. Seguramente vino hasta aquí para hacer un trato con tu madre —dijo.

—Así que eres una bruja, hijo de una cazadora de brujas —Caleb señaló la ironía.

—¿Por qué están en Ipswich? —pregunté.

El chico suspiró profundo. Había algo en el que le daba un toque de misterio y melancolía que me resultaba bastante atractivo.

—Detectaron una concentración inusual de magia en el pueblo —respondió por fin.

—¿Cómo lo hacen? —preguntó Nick.

—No lo sé, ¿cómo le haces tú? —contravino.

—Es uno de mis dones -respondió el rubio, —¿cuáles son los tuyos?

—No lo sé. Ni siquiera sé qué es lo que puedo hacer —admitió con frustración.

—¿Aún no has ascendido? —preguntó Caleb.

—¿Qué es eso? —preguntó el chico.

—Oh, por Dios, ¡no de nuevo! —exclamó Nick —. Primero fue Chase y ahora él.

—Lo de Chase es diferente —le aclaró Caleb —. Es un Hijo por derecho propio.

—Ese mote de Los Hijos de Ipswich es ridículo —apuntó Izán, y la verdad es que tenía razón.

—Chicos, nos estamos desviando del tema —dije —. Creí que la advertencia era sobre el Oscuro.

—¿Qué es un Oscuro? —preguntó el chico.

Caleb, Nick y yo rodamos los ojos.

—No hay tiempo para explicarte eso —dijo Caleb —. Mejor dinos, ¿por qué no deberíamos destruirte a ti y a tu madre y ahorrarnos cualquier problema que estén aquí para causar?

—Yo no quiero ningún problema, chicos —aseguró Izán —. Ustedes son como yo —nos miró —, ¿podrían enseñarme a aprender a utilizar mis poderes?

—Faye, ¿y si la premonición es uno de tus poderes? —sugirió Nick, ignorándome por completo.

—Eso tendría mucho más sentido —completó Caleb.