7. «El Hijo perdido de Ipswich»

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Luke

Esta mañana he recibido la visita de Paz Nomdedeu —reveló Cordelia —. Los cazadores de brujas están aquí y vienen por todos nosotros.

El murmullo de todos estalló ante la noticia de la llegada de los cazadores de brujas a Ipswich. Discutiendo entre los integrantes de los círculos.

—No es momento de discutir —intervino Caleb —, es momento de actuar y es momento de ser un solo aquelarre —dijo.

—¿Qué es lo que estás tratando de decir? —demandó saber Fiona.

—Tenemos una rama del aquelarre en Hiddenport —dijo Caleb, para sorpresa de todos —, y una bruja muy poderosa en White Bay.

—No —respondió James —. No vamos a involucrar a la Suprema en esto.

—Estoy de acuerdo con James —dijo Cordelia —. Esto es asunto de los círculos de Ipswich, no necesitamos a nadie más.

—Por supuesto que no —dijo el padre de Caleb al fondo, acompañado por la madre de Melissa, sorprendiendo a todos, especialmente a Caleb que no podía creer lo que estaba viendo.

Caleb cruzó el salón lentamente hacia él. Su mirada estaba fija en él pero desencajada. Estaba pálido y estaba claro que muy apenas podía mantenerse en pie por la sorpresa.

—¿Papá? —murmuró él con voz entrecortada.

—Caleb —respondió Anders, sin inmutarse.

A diferencia de Caleb, Cordelia cruzó el salón a toda prisa, hecha una furia. Se plantó frente a aquel hombre con firmeza y le plantó una bofetada.

—¿Cómo te atreves a aparecerte aquí? —le preguntó llena de ira.

Fiona y Frida se acercaron a la madre de intentaron calmarla.

—Escuché de un Consejo de brujas y heme aquí —respondió Anders.

—¿Qué hace esta mujer aquí? —lo cuestionó el abuelo de Caleb.

—Esther es mi pareja —respondió él —. Ella sabe lo que soy.

El resto se acercó a ellos para ver lo que estaba pasando. Sin embargo, Caleb comenzó a alejarse de la multitud.

Faye, Sarah, Jake, Diana, Chase y Nick se acercaron a él. Yo también me lo hice, pero mantuve mi distancia.

—¿Estás bien? —le preguntó Faye.

—Necesito estar solo, chicos —dijo y salió corriendo.

Nick salió tras él.

El resto de nosotros también.

—¡Caleb! —le gritó Nick a mitad del muelle

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—¡Caleb! —le gritó Nick a mitad del muelle.

Caleb se detuvo unos metros delante y volvió hacia él. El resto de nosotros aguardamos unos metros atrás.

Los Hijos de Ipswich y los cazadores de brujasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora