Secuela de «Los Hijos de Ipswich y el séptimo hijo».
Tras vencer al Oscuro, los Hijos de Ipswich deben enfrentarse a un grupo de cazadores de brujas que llegan a Ipswich guiados por los recientes acontecimientos.
Inicio: 12/01/2023
Final: 13/07/2023
El murmullo de todos estalló ante la noticia de la llegada de los cazadores de brujas a Ipswich. Discutiendo entre los integrantes de los círculos.
—No es momento de discutir —intervino Caleb —, es momento de actuar y es momento de ser un solo aquelarre —dijo.
—¿Qué es lo que estás tratando de decir? —demandó saber la mamá de Sarah.
—Tenemos una rama del aquelarre en Hiddenport —dijo Caleb, para mi sorpresa y la de todos —, y una bruja muy poderosa en White Bay.
—No —respondió el padre de Diana —. No vamos a involucrar a la Suprema en esto.
—Estoy de acuerdo con James —dijo Cordelia —. Esto es asunto de los círculos de Ipswich, no necesitamos a nadie más.
—Por supuesto que no —dijo el padre de Caleb al fondo, acompañado por la madre de Melissa, sorprendiendo a todos, especialmente a Caleb que no podía creer lo que estaba viendo.
Caleb cruzó el salón lentamente hacia él. Su mirada estaba fija en él pero desencajada. Estaba pálido y estaba claro que muy apenas podía mantenerse en pie por la sorpresa.
—¿Papá? —murmuró con voz entrecortada.
—Caleb —respondió Anders, sin inmutarse.
A diferencia de Caleb, Cordelia cruzó el salón a toda prisa y hecha una furia. Se plantó frente al hombre con firmeza y le plantó una bofetada.
—¿Cómo te atreves a aparecerte aquí? —le preguntó llena de ira.
Fiona y mi madre se acercaron a ella e intentaron calmarla.
—Escuché de un Consejo de brujas y heme aquí —dijo.
—¿Qué hace esta mujer aquí? —lo cuestionó Joseph, el abuelo de Caleb.
—Esther es mi pareja —respondió él —. Ella sabe lo que soy.
El resto se acercó a ellos para ver lo que estaba pasando. Sin embargo, ninguno de ellos importaba. El único que me importaba era Caleb, y él ya se había alejado de la multitud.
Faye, Sarah, Jake, Diana, Chase y yo nos acercamos a él.
—¿Estás bien? —le preguntó Faye.
—Necesito estar solo, chicos —dijo y salió corriendo.
Yo salí tras él.
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—¡Caleb! —le grité a mitad del muelle.
Caleb se detuvo a unos metros de mi. Se volvió para verme.
—Quiero estar solo, Nick —me dijo.
Caminé hasta él y lo tomé entre brazos. Estuvo renuente al principio pero al final también me abrazó y comenzó a sollozar.
