Capitulo 2

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-¡Hola grupo!- La fuerte música retumbaba en mis oídos. ¡Por Dios!, ¿Por qué los vecinos tienen la música tan fuerte?. 

-Mmh... ¿Q-qué... HACES?. ¡No saltes sobre mi y baja la música Marina!-

-¡Na, na, na na nanananana, na! ¡U know my hips don't lie!-

-¡Marina!- Le tiro una almohada.

-¡Hey!- Marina toma mis sabanas y las jala. Y sin previo aviso caigo al frio y duro suelo.

-¡Auch!, ¡se que me quieres pero me vas a matar, estúpida!-

-Ves, ya te levantaste, ahora ayúdame a despertar a Luci.-

-Ay por Dios estas loca, toma mi bocina, es más potente, mientras... yo me tengo que preparar y por cierto, las quejas y multas provenientes de los vecinos las pagas TÚ.- Digo felizmente. Ella toma mi bocina y la música empieza a sonar con más potencia.

Preparo mi smoothie y me alisto para salir, tomo mis llaves y...

-¿A dónde crees que vas?- Dice Marina devolviendo mi bocina a la cocina.

-Tengo que ir a entregar unas cosas y a la uni también, tarada-

-¡Ey!- Me ha tirado un cojín - ¿Y con quién nos iremos?, a Luci y a mi nos entregaran los carros mañana, tu eres la única que nos puede llevar-

-Esta bien, dejala. Llamaré a Adam- Dice con un bostezo mientras que yo tomo los libros y me dirijo a la puerta...

-¡Espera!-

-¿Ahora qué Marina?- Digo cansada -Voy a llegar tarde y más con este trafico-

-El tonito Nicoll, deje su malcriadeza, yo soy mayor que usted. Llegó un paquete, para algo las estaba levantando-

-Aja y ¿Qué es?, ¿Y quién lo manda?-

-Nuestras madres, son unas mochilas-

-No inventes, están hermosas.- Luci empieza a inspeccionar el contenido del paquete minuciosamente 

-Bueno me tengo que ir, adiós. Las veo en la universidad.- Tomo mi nueva mochila, saliendo al fin por la puerta.

-Bye-

Después de unos minutos llego a la dirección marcada, sea quien sea que viva aquí tiene dinero, mucho dinero, es uno de los edificios más lujosos que hay en NYC . La familia de este estudiante de seguro puede donar más de un edificio a la facultad.

Subo al ascensor y voy al piso 18 donde marca el post-tip, me acerco al número de departamento y toco el timbre.

Ding*

-Ahhh...- Alguien bosteza y la misma persona que lo hace abre la puerta.

Y al ver esa escena mi corazón se estropea.

Mis ojos no pueden creer lo que ven y lo que eso representa

-Hola...-

Es el, es el en carne y hueso frente a mi. Aun soñoliento. Es él, ese tema intocable, y hasta ahora mi única verdadera debilidad. Y lo tengo justo al frente en este momento.

Mis piernas comienzan a temblar y mi respiración ya es irregular, siento que el aire no me da ni siquiera para hablar y esa estúpida sensación llega a mi estomago otra vez.

 -Hola...- trato de contenerme para que mis lagrimas no recorran mis mejillas, pero por Dios, es él, él que me hizo descubrir que era el amor, él que tuve que dejar con dolor y el que acabo de encontrar por error.

Old CityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora