09

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Los besos de Lauren eran como besar el cielo y volver a bajar hasta la mitad, quedando en el aire y flotando con tranquilidad. Con una paz que no se encontraba en cualquier lugar. Nos separamos por un instante y me fijé en sus ojos, los cuales tenían un brillo especial en un verde claro. La sensación de tener los labios hinchados estaba muy presente en mi boca.

Demonios, amaba besar a Lauren.

Ella rió. Al parecer era por como miraba embobada su rostro. No me importaba que se notara en mis facciones lo maravillada que estoy por su belleza ¿Cómo era posible ocultarlo?

—Camz... — Me llamó en un susurró. Salí del trance de sus ojos y caí en sus labios.

—Dilo otra vez. Amo cuando lo dices. — Pedí. Ella sonrió.

—Camz...

—¿Si, Laur?

—Los niños están esperando por ti.

Fruncí el ceño cuando la escuché. Estábamos en la casa de playa y se supone que los niños no estaban en el lugar. Quizás lo dejamos con sus padres.

—No arruines el momento, mi amor. Sigamos. — Me incliné un poco para besarla y ella rió más fuerte que antes y se alejó. ¿Qué mierda?

—Amaría besarte, de hecho, extraño tus labios pero es muy capaz que sueñes con una Lauren que ahora no soy.

Abrí los ojos inmediatamente. La luz natural que entraba por la habitación me cegó los ojos, logrando que me fuera difícil mirar mejor el lugar. Unos minutos después pude detallar que estaba en mi habitación. No quería levantar la vista del suelo, sus pies estaban perfectamente impecables, sus uñas estaban pintadas de un color rojo que hacia juego con los tacones negros. Conozco esos pies.

—No estaba soñando contigo. — Dije apenas me cubrí el rostro con las manos.

—Claro y uno de tus apodos para mí no es Laur. — Rió.

—Lauren... — Gruñí. De seguro mis mejillas estaban sonrojadas, el ardor me lo advertía.

—¿Qué? ¿Estoy arruinando el momento, mi amor? — Odiaba su voz burlona.

—¡Lauren! — Grité. Salté hacia ella sin importarme algo y empecé a golpearla ligeramente. Su risa era se hizo más alta. — ¡Ya deja de avergonzarme!

Antes de hacer otra cosa, sentí que tomó con fuerza ambas muñecas y me hizo parar. Por fin pude ver su rostro y era tan parecido al que vi detalladamente en mi sueño pero con la leve diferencia de que llevaba maquillaje puesto y se le notaban las ojeras pero eso no me importaba, Lauren siempre era hermosa. Sus ojos estaban iguales a como lo proyectó mi imaginación; unos brillosos ojos verdes claros.

—Te amo. — Soltó de la nada.

Mi cuerpo se tensó, mi cerebro parecía haber colapsado. El sentimiento era igual a la primera vez que ella lo dijo hace años en nuestro noviazgo. No sentía paz interna sino miedo.

—Lauren no. — Logré decir.

—Camz, tienes que escucharme. Yo-

—No. Me voy a duchar, dile a los niños que me den un momento. Ayer acordé con Ally para que los llevara al parque con sus hijos. Necesitamos hablar sobre qué haremos con tu novia, el colegio de Joe y ¡No cualquier complicación que salga de la nada! — Me separé de ella y comencé a deambular descalza por la habitación

Mi fiesta de cumpleaños no fue la mejor pero tampoco la peor. El ambiente fue tenso, los padres de Lauren no estaban para nada contentos con ella, cosa que fue más notable cuando volvieron una hora después de hablar con su hija. Apenas tuve un momento a solas con Ally, le pregunté si ella podía llevar a mis hijos a una cita de juegos con los suyos al día siguiente. Le expliqué que era para tener un tiempo a solas con Lauren y platicar mejor las cosas.

Divorce (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora