Pequeña Estrella (2024)

Verdades

Historia 021: Spica Natsuki 4

Era temprano por la mañana,

En una habitación muy amplia, un no tan joven hombre despertaba lentamente.

Luego de lavarse el rostro y cepillarse los dientes se cambio su pijama y vistió su usual kimono llevando algo de abrigo extra debajo.

Luego de deslizar la puerta de la habitación, fue hacia el pasillo principal.

Varios metros de un pasadizo de tatami con varias puertas y ventanas de una larga extensión.

— Huh…

Mirando hacía el patio, podía ver algo peculiar.

Y eso era, la primera nevada del invierno.

Afuera de casa, una pequeña tormenta de nieve estaba empezando.

— Este año sucedió antes, quien lo diría. – Luego de apreciar como los copos de nieve caían, siguió su camino.

Caminando por el pasillo pudo escuchar un tarareo familiar. Una mujer que despertó aun mas temprano para preparar el desayuno. Aunque no era exactamente quien el hubiera querido ver.

Al menos no hace un año atrás....

Al deslizar la puerta, pudo verla. Una mujer de un extenso cabello blanco vistiendo una yukata del mismo color. Subaru sabía su nombre.

— Zarestia. ¿Llegaste temprano? – Estaba acostumbrado después de todo a su presencia. Luego de sentarse, la mujer dirigió su mirada hacía el.

— Huh, lo lamento. ¿De verdad estabas pensando que no llegaría hoy?

— ¿Qué clase de pregunta es esa? Son las 6 de la mañana, si desperté temprano era para preparar la merienda de Rigel y cuidar de Spica media hora mas antes de irme a trabajar.

— ¿Desprecias el tener una hora para cuidar de ella?

La dama de cabellera blanca dijo ello y luego callo simplemente, luego de eso, dejo sobre el mostrador un plato de huevos y beicon.

— ….

La verdad esto lo enojo un poco, pero con el olor que desprendía no podía resistirse.

Luego de un ligero suspiro, tomo un tenedor de entre los cubiertos, llevando el plato a la mesa se sentó nuevamente y comenzó a comer.

No paso mucho antes de que Beatrice junto a Shaula ingresaran al comedor.

— ¡Buenos días, Maestro! ¡Afuera esta nevando!

— Buenos días, Subaru. Huh... veo que ya estas comiendo, ¿te costaba despertar a Betty para desayunar antes contigo?

— Si, buenos días Shaula, Beako. Y, de verdad lo lamento.

Beatrice miro a Subaru detenidamente, Shaula en cambio ya se había sentado y luego de un rato recibió su ración. Como era costumbre ella se sentó al lado de Subaru.

— Has cambiado mucho, ya ha pasado un año, sabes.

— Huh, si. No me di cuenta hasta ver la nevada.

— ¿Qué sucedió hace un año? -  Zarestia siendo la ultima en sentarse, llevaba consigo dos platos. Pues, ella esperaba a alguien más.

Subaru bostezo, sus ojeras eran evidentes. Durante casi un mes ha tenido un pésimo descanso, desafortunadamente su rendimiento laboral se redujo ligeramente debido a su extremo cansancio. Ya que ahora trabajaba casi todos los días.

— Bueno, hace un año… veras….

Recordarlo lo deprimía, pero no decirlo era como no afrontar la verdad de los hechos.