New Paradise II

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New Paradise II (2/3)

-Alguien amaneció muy feliz el día de hoy- me dijo y sonreí.

Ella salió de la cama, fue a la cocina, puse la alarma y volví a hacer el mismo procedimiento del desayuno anterior: de sacar un huevo y agregar una taza de azúcar.

Salió del horno la tarta, la dejamos enfriar, le dimos la primera cucharada y le encanto, la alagué y fuimos otra vez a la calle, otra vez a nuestros trabajos.

Todo está sucediendo igual ¿pero por qué no recuerdo lo que pasó antes de la boda la segunda vez que reviví?

-Bueno mi amor aquí nos despedimos- me dijo.

-Mmm... bueno, te extrañaré- le dije.

-Yo también, chao- me dijo y se fue, pensé que la despedida sería más larga, más romántica y dramática, no es como lo recuerdo, sólo se fue y ya, así de fácil.

En el trabajo no pasó nada extraordinario, sólo sumaba y restaba números, hablaba con gente que no me importaba y la extrañaba a ella, todo mi tiempo se enfoca en saber ¿qué estará haciendo?, ¿estará bien o mal?, ¿ya habrá comido?, la extraño tanto, yo no puedo estar lejos de ella, ¡la amo, carajo!

Al fin acabo la jornada laboral y me voy a mi casita con mi querida esposa.

Llegué a mi casa y ella ya estaba ahí como siempre, tan bella, pero se la veía cansada, llegué por detrás y comencé a masajear sus hombros.

-Mmm... qué rico, gracias cosita- me dijo, ¿cosita? Ella nunca me había llamado cosita, yo la llamaba así, bueno debo calmarme, siempre cambia la manera de cómo me llama, tal vez quiso intentar algo nuevo.

-¿Cómo te fue en el trabajo?- le dije y sentí un sobresalto.

-Bien y ¿a ti?- me preguntó.

-Sin ti- le dije.

-¿Eso qué significa?- me preguntó.

-Que te extrañaba, que estaba mal sin ti- me dijo.

-¡Qué tierno!- me dijo.

-Pero te puedes calmar un poco que ya me tienes demasiado mareada con tanta cursilería- adjuntó.

-Pero es lo que siente mi corazón, no se puede callar- le dije.

-Pero ya ha sido demasiado, todos los días son así, siempre estás diciendo cosas cursis, son cuatro años de escuchar que no puedes vivir sin mí, que soy tu todo, el amor de tu vida...- me dijo, pero la interrumpí.

-Pero...- le dije, pero ahora ella me interrumpió.

-Sólo quisiera llegar un día del trabajo del cual llego cansada y acostarme en mi cama viendo Netflix mientras como palomitas sin tener que escuchar tus cosas románticas a cada segundo, te amo, pero es demasiado, vas a hacer que se me vayan las ganas de casarme contigo- me dijo, ¿no casarnos? Enserio me dijo eso.

-Lo siento, voy a la habitación, estoy cansada- me dijo.

-¿No casarnos?- dije.

-¿¡Es enserio!? ¡Dije más de mil cosas y sólo oíste que no quería casarme contigo! voy a la habitación, no me hables, nos vemos mañana- me dijo y cerró la puerta de la habitación.

-Lo siento- dije, pero no me escuchó, el día continuó siendo como en el trabajo, sin ella.

Estaba aburrido, es como si ella aún estuviera muerta, pero no lo está y estoy aquí para hacer que eso no pase, pero todo lo que hago sólo hace que siga fallando y que ella se acerqué cada vez más a la decisión de suicidarse.

Normal, Tierno y DolorosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora