¿Alguna vez os habéis imaginado que yo estuviera en el mundo de One Piece? Pues amigos míos, os digo que esto no es un sueño. Yo misma no podía creer que yo estuviera en este mundo de ensueño y que pudiera conocer a esos chicos tan guapos. ¡Ay, espe...
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Me estaba faltando aire y no sabía cómo de la nada conseguí una bolsa de papel para calmar mi taquicardia. ¡Maldigo a los médicos que no le hicieron cesárea a mi madre! No podía ser que tuviese delante a Katakuri, a Cracker y a Smoker. Bueno, más bien les estaba dando la espalda para poder recuperar aire. ¡¿A quien me iba a encontrar?! Ya tenía suficiente con Lucci para soportar otros tres. Vale, creo que ya se me pasaron los nervios.
—Vaya, hacía tiempo que no te veía nerviosa ante mi presencia —habló Cracker muy cerca de mí. Di un brinco tremendo que me alejé casi chocando con la pared de un edificio.
—¡No te acerques así, pollaboba!
—¿Pollaboba? Oye, si tú vieras mi polla no dirías eso.
—¡No me refería a ese contexto, papafrita! —le grité de puro nervio.
—Deja que respire —habló Katakuri. ¡Ay, Dios, su voz era tan profunda que me enamoraba más!
—Aún tengo cuentas pendientes con vosotros dos —amenazó Smoker, apuntando a los dos Charlotte con su Jitte.
—Oh, vamos, ¿es qué no me dejas por lo menos visualizar a la pequeña Princess? —preguntó Cracker con mucha desilusión—. Que hacía tiempo que no la veía nerviosa ante mi presencia. —El condenado se estaba riendo y a mí me daban ganas de golpearlo.
Yo no sabía quién era peor si Lucci o Cracker. Pero la cuestión era que hacían aquí. Miré a Smoker con su ceño fruncido mostrando su carácter fuerte y agresivo, pero poco a poco se iba relajando al verme. Bajó su Jitte y suspiró a regañadientes liberando ese humo denso.
—¿Puedo saber qué haces aquí, Princess? —cuestionó el hombre.
—Esa misma pregunta os lo tengo que hacer yo. —Me reincorporé de mi sitio y evitando la mirada perversa de Cracker—. Yo iba en dirección hacia la torre porque han capturado a mis dos amigas.
—Cracker y yo estamos en busca de nuestras hermanas hasta que nos topamos con “cazador blanco” —dijo Katakuri muy relajado. Espera ¿buscando a sus hermanas?
—¿Están raptadas también?
—Al igual que Tashigi.
—¡Genial! Todas las mujeres secuestradas por ese grupo. —Cracker alzó todo su cuerpo para mover sus brazos a modo cómico—. A saber que pretenderán hacer con ellas, pero como toquen a mis hermanas ¡los mato! —Las chispas de sus cabellos se avivaron sin descaro alguno.
Esos hombres que vi hace unas horas eran unos machistas y cabía la posibilidad de que las secuestraron para hacerles cosas malas e incluso violarlas. Por eso, tenía que ir hacia ese edificio cuanto antes y poder rescatarlas. Sí es que pudiera hacerlo, ya que Luffy y los chicos estaban allí para ayudarlas. Tashigi y las hermanas de los Charlotte. ¿Quién más? ¡Malditos desgraciados! Iba a dar un paso, pero un brazo me detuvo o me alzó, como si fuera un saco de papas. Miré al causante de esto y era Cracker quien estaba esbozando una sonrisa de lo más tonta.
