¿Alguna vez os habéis imaginado que yo estuviera en el mundo de One Piece? Pues amigos míos, os digo que esto no es un sueño. Yo misma no podía creer que yo estuviera en este mundo de ensueño y que pudiera conocer a esos chicos tan guapos. ¡Ay, espe...
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—¡Qué gusto!
Exalté de alegría al acostarme en la cama. Fue un día exhausto y divertido en el parque acuático. Al llegar al cuarto, lo primero que hice fue darme una buena ducha junto con Poupou, y ahora mismo estaba en bata mirando al techo. La noche cayó tan rápido sin darnos cuenta y era muy tarde. Todos estábamos exhaustos y habíamos tomado la decisión de descansar para el siguiente día. El Log Pose iba a tardar bastante en recargarse por lo que debíamos de esperar. El pequeño búho-libro ya estaba postrado en la almohada con los ojos cerrados. Señal de que estaba durmiendo. Yo también debería irme a dormir. Y lo mejor sería quedarme así con esta ropa. Estaba cansada como para moverme y ponerme otra ropa.
No supe cuanto tiempo pasó en quedarme dormida, pero me desperté habitualmente para ir al baño. Ni sabía que hora era, pero intuyo que serían las 6:00 a.m. porque más o menos a esa hora tenía que ir al baño, si no explotaría. ¿Sabéis la gran jodienda? Que cuando volviese la cama, me despertaría dentro de dos horas. ¡Ay, que alivio más grande! Caminé en dirección a la cama a punto de acostarme. De repente, escuché un ruido afuera que me llamó la atención. Tenía curiosidad en saber que era. Mis pies se pusieron de puntillas para no hacer demasiado ruido, dirigiéndome a la puerta de cristal que daba acceso al balcón. Apreté el pestillo e iba abriendo lentamente. Uy, que pelete. La cerré cuanto antes para que no despierte Poupou.
Mis manos se apoyaron en la barandilla para ver la zona de abajo. Estaba viendo a un hombre bastante mayor manejando esos robots y otra persona que provocó en mí un escalofrío tremendo en mi cuerpo. Su rostro era humano y llevaba puesto una túnica de monje, pero sus alas estaban destacando demasiado. Alas de demonio. ¿Era uno de ellos? Uno de los Antiguos. Pero parecía muy relajado. Necesitaba acercarme para escuchar la conversación porque estaban hablando. Ojalá tuviera alas como Marco o tuviera la habilidad de Lucci o Sanji para saltar en el cielo. Tendré que salir como una persona normal y corriente, y llegar abajo. Fui directamente a la puerta teniendo cuidado en no hacer más ruido de lo normal.
Mierda, no me acordaba que había Den Den Mushi como cámaras vigilando los pasillos. Ese demonio controlaba nuestros movimientos. ¿Sabrá que estábamos aquí? Todavía recordaba la amenaza de los Antiguos cuando derrotamos al primero de ellos. Necesitaba averiguar que estaba pasando. ¿Cuál era su plan malvado? No me movía hasta que la caracola se moviera a otro lado y así podía ponerme debajo. El ascensor no era buena idea porque seguramente estará rodeado de cámaras y no quisiera llamar la atención. Fui a las escaleras de emergencia, dónde no había seguridad alguna. Rayos, este lugar estaba custodiado por ese demonio y a saber cómo se llamaba. El único que podía saberlo era Poupou.
Finalmente, llegué abajo sin ningún tipo de problema y salí del edificio para esconderme en los arbustos. ¡Por la Virgen del Pino! Ese demonio no era comparado con su hermano. Este era muy atractivo. Pero su mirada destacaba tristeza o desilusión. No sabría decir exactamente. Uno de los robots mostraba en una pantalla grande a los clientes que hicieron faltas; es decir, por no cumplir las normas. Gracias a mis gafas pude ver a Sanji, a Brook y a Cracker.
