- ¿Harold? –
Charlotte Magne se veía agitada y nerviosa, como no la había visto en mucho tiempo.
Harold Von Eldritch estaba agotado. El día no había marchado bien, y al fondo de la estancia, sus otras dos amigas cuchicheaban incómodas.
- ¿Qué ocurre, preciosa? – se masajeó las sienes con impaciencia, abriendo un ojo para mirarla.
Ella temblaba de pies a cabeza y se inclinó para susurrarle en el oído.
-El demonio de la Radio está en la puerta. – Hellsa y Octavia se miraron entre sí y abrieron la boca asombradas.
- Vaya... eso quiere decir que tu espantosa entrevista en verdad traerá a pecadores a este lugar. – Hellsa había cambiado mucho en los últimos años, y, a pesar de seguir siendo su amiga, a veces era muy insoportable.
- Y yo que creí que nos tomarían por un reality show para el entretenimiento de los ricos. -murmuró cerca de Octavia.
- Le abriré en seguida. – Octavia fue atajada por Harold, y se quedó de pie junto a Charlotte y a Hellsa.
Se arregló el sombrero y la solapa de la levita antes de abrir la puerta y encarar a uno de los Overlord más jóvenes del infierno, un pecador ni mas ni menos.
- ¿Puedo hablar ahora? – El demonio de la Radio, sin dejar de sonreír, ignoró abiertamente a Harold y pasó de largo, acercándose a Charlotte intencionadamente y tomándole las manos para acercarse hasta que pudo rozar su nariz con la de ella.
Harold habría querido parar el desplante de música y baile que vino después de que Charlotte aceptara que se quedara a ayudar a atraer a más personas a su programa de redención para demonios. "Al menos no selló algún tipo de pacto con él." Pensó receloso mientras los observaba cenar ese platillo especioso y apestoso.
El demonio de la radio, había traído consigo a un mujer pelirroja que lo desnudó con la mirada ni bien llegó, y a un gato antropomorfo con problemas de alcohol.
Charlotte estaba emocionada. Al grado que ni siquiera se opuso a que tuvieran un bar en la recepción, cuando el antiguo bar lo habían convertido en un maletero para los huéspedes.
Cuando al fin pudo arrancarla de sus brazos, ya era casi medianoche. Mandó a su hermana a su habitación y a Octavia a su casa en los círculos superiores.
Charlie se reía a carcajadas y tarareaba la canción que había bailado y cantado con ese cretino.
Entraron a la suite y el se puso el pijama en seguida, para meterse a la cama. Ignoró la invitación de Charlotte para bailar. Y la ignoró también cuando se desnudó frente a él con una sonrisa pícara en el rostro.
No estaba nada conforme con la manera en que ese día había transcurrido, y lo que mas deseaba era que terminara para poder tomar las riendas del siguiente día desde el principio
Charlotte le dio la espalda y, la sonrisa que apareció en su rostro desde que la mano del demonio de la radio se cerró sobre la suya, desapareció.
La fotografía sobre la cómoda de donde sacó su pijama, la hizo recordar, como es que habían llegado hasta este punto, en el que toda su vida parecía descansar peligrosamente sobre un frágil hilo.
Se acostó y se acercó lo más que pudo a Harold, que al principio se hizo el ofendido dándole la espalda, pero que eventualmente se volteó y la abrazó con fuerza.
Ambos miraron la fotografía del día de la graduación de Charlotte, y se quedaron profundamente dormidos.
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Paradise
FanfictionHola a todos. Esa imagen que ven en la portada, me dio la idea para empezar esta historia. Traida a nosotros por la excepcional artista Allison https://twitter.com/astrallyyyy/status/1236069283026939905/photo/1 Los personajes de los que se ha habla...