- Alastor...- Sus delgados y suaves brazos intentaron liberarse de su agarre.
- Alastor, espera... - Las garras del demonio de la radio perforaron la piel de sus muñecas.
- ¡Alastor! Nghhh... - Los sonidos guturales que brotaban de la boca de Charlie, podrían ser de placer, dolor, angustia. Era difícil descifrarlos.
En la quietud de la suite, el ambiente comenzó a tensarse.
Charlie no podía explicar porqué, pero esto comenzaba a separarse de la línea del placer, al menos para ella.
La boca de Alastor rebosaba de su sangre y la imagen la hizo sentirse un poco mareada. ¿Cuánta había sacado ya? Incluso lo escuchó deglutir una buena cantidad. Sintió que sus piernas temblaban.
El rostro del demonio de la radio estaba perdido en el placer. Aunque Charlie hubiese intentado pararlo con un simple "basta", no la habría escuchado. Así que procedió a desaparecerse de entre sus brazos y reaparecer una distancia prudente.
La frustración en su cara no se hizo esperar, sus ojos brillaron al igual que su sonrisa, y alargó su mano para volver a someterla. Su mano ahora lucía unos dedos esqueléticos y alargados, que se acercaron hasta quedar a centímetros de su piel. Aquellos ojos oscuros y profundos, con una luz en forma de dial de radio.
Estaba tan concentrado en la sangre que aún brotaba de la herida en su cuello, que no se percató de la metamorfosis demoníaca que envolvió a la princesa del infierno. Lucía un poco mas delgada, su cabello se había soltado y flotaba a su alrededor, sus manos crispadas por la furia y con garras color negro listas para penetrar y desgarrar la carne, y sus ojos rojos, con elegantes cuernos que brotaban de su frente y se proyectaban hacia atrás.
Alastor la había subestimado en definitiva, y lo tomó completamente por sorpresa, cuando una fuerza intangible lo sometió contra el suelo. Volvió en sí casi en seguida y sus pupilas se dilataron ante el aspecto temible de la heredera al trono.
Observó desde el suelo los pies ligeros de Charlie que se acercaban lentamente, uno detrás del otro. Sonrió con altivez y colocó uno de sus pies en la frente de Alastor, empujándolo hacia un lado para mirarle a los ojos. Estudió el alcance de su fuerza, ese poder era propio de la sangre de los Magne, ese y muchos más. Charlie nunca había hecho uso de ellos, abogando que sus acciones jamas requerirían de someter al contrario sino de apoyarlo.
Ciertamente alterar la realidad y la teletransportación, así como la disociación física de su sombra, no se contaban dentro de los poderes que poseía antes del trato. Estaba conforme con los resultados obtenidos, y había aceptado los términos de convivencia con Alastor, pues también resultaba gratificante para ella... al menos hasta ahora.
Pero estaba claro que el demonio que yacía en el suelo, no se lo pensaría dos veces para asesinarla y saciarse de su sangre, arruinando todos sus planes y aspiraciones. Era tiempo de marcar un límite.
Se agachó y lo sujetó de una de sus astas, tirando de ella mientras de acomodaba en cuclillas.
El cuerpo de Alastor, completamente flácido no hizo por defenderse. Hizo un breve gesto de dolor que en seguida cambió a una sonrisa amplia y escalofriante. Charlie no se dejó intimidar y sonrió también, abofeteándolo con fuerza.
- Espero que te hayas saciado, idiota. Por que no volverás a tener la oportunidad. – Dicho esto, lo soltó y se puso de pie. Se cambió el traje de baño a un vestido recatado color rojo largo hasta el suelo, con un tronar de dedos y caminó hacia la puerta.

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Paradise
FanfictionHola a todos. Esa imagen que ven en la portada, me dio la idea para empezar esta historia. Traida a nosotros por la excepcional artista Allison https://twitter.com/astrallyyyy/status/1236069283026939905/photo/1 Los personajes de los que se ha habla...