Illegal Privileges [Jenlisa]

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Pov Lisa

08:47 AM

— ¿Entonces te veré el próximo semestre?

— Claro que sí Lisa — Sonreí ante la respuesta.

— Voy a extrañarte Sana...

— Awww, yo también — Nos dimos un fuerte abrazo, hoy era el último día que Sana vivía en mi casa. Ella vendría a vivir a Seúl, pero no la vería hasta el próximo semestre de preparatoria — Nos vemos luego — Dijo tras separarnos.

— Adiós... — Asentí forzando una sonrisa cabizbaja, de verdad no quería que se fuera.

10:28 AM

Ya me había lavado los dientes, fuera de broma, como unas diez veces, estaba nerviosa, muy nerviosa, mucho muy. Tenía miedo de hacerme pipí cuando ocurriera o no lo sé, tener una erección en medio de los besos.

Bajé las escaleras con la esperanza de que mi madre me diera permiso, si no, tendría que mentir. Pero no podía faltar por nada del mundo.

— ¿Mamá? — Dije tras verla lavar los platos.

— ¿Mhhm?

— ¿Pu-puedo salir?

— Pregúntale a tu padre — Oh, no de nuevo. Caminé hasta el cuarto de mis padres y toqué la puerta.

— Adelante.

— Hola cariño.

— Hola papá...

— ¿Necesitas algo? — Preguntó mientras leía su revista de chismes.

— Yo... Bueno, quería ver si podía salir.

— Pregúntale a tu mamá mi niña — URGHSKDJSKDJS MÁTENLOS.

— Ya le dije y me dijo que te preguntara a ti.

— Mhmm... — Se quedó pensativo, me estaba poniendo más nerviosa de lo que ya estaba — ¿A dónde irás?

— Voy a... Iré a comer un helado — El entrecerró los ojos y me miró con desconfianza.

— ¿Estás segura que no es para ir a comprar esas revistas?

— ¿¡QUÉ!? ¡¡NO!! — ¡Qué vergüenza! ¡¿Cuándo se le iba a olvidar eso?!

— Okay... ¿Irás sola?

— Ahm... Sí.

— ¿Por qué saldrás sola hija?

— Porque quiero... Pensar cosas... — El siguió mirándome con desconfianza — ¡Oh vamos, por favor! — Ni siquiera se inmutó por mi suplica.

Dejó su revista a un lado, se puso de pie con los brazos cruzados y me miró un momento.

— Está bien — De inmediato sonreí y lo abracé. Gracias, gracias, gracias.

— ¡Gracias papá!

— Ya, ya, ya... Pero el domingo irás con Jihyo a la iglesia.

— ¿Por qué irí...? Olvídalo. De acuerdo, el domingo en la iglesia.

— Cuídate mucho mi niña — Besó mi frente — ¿Tienes quién te lleve?

— Sí.

— Bueno, diviértete entonces — Me dedicó una paternal sonrisa y salí casi brincando de ahí, salí de la casa y esperé a Tzuyu. Ella me llevaría.

Sé que ella solo lo hacía para sacarme información de Sana, pero yo igual se la terminaría dando y además ganaba un aventón a ver a la mujer más hermosa del jodido planeta.