Sam
Miro por la ventanilla y noto una estrella titilar, es raro porque ya estamos muy cerca de la ciudad, de reojo veo a Alex que va atenta al camino, siento su dedo pulgar acariciar mi mano y yo aprieto el agarré. Claramente puedo sentir mi corazón como late y lleva mi sangre por todo mi cuerpo, estoy nerviosa, no sé si quiero ir a su departamento, sé que nos dirigimos ahí pero no sé si es lo que quiero y no me refiero a estar con ella, claro que quiero... lo deseo. Pero no estoy segura de que quiera ir al departamento, viví increíbles y maravillosas cosas, pero también ahí sentí mucho dolor, sé que ya todo está aclarado, pero...
—¿Alex? —
—Sí Amor—Me quedé callada no sabía que decir realmente —¿Sam? —Sentí su mirada, nos habíamos detenido en un semáforo.
Me giré a verla y sujeté con mayor fuerza su mano —¿Podemos ir al hotel? —
—¿Quieres ir por tus cosas? —Me preguntó con entusiasmo, negué con la cabeza, sé que le dije que ya no quería separarme de ella, pero no quiero ir al departamento —Sam ¿Qué pasa? Sabes que puedes decirme todo, no importa qué—
—Lo sé Amor, pero...— Respiré profundamente —...no estoy lista...—
—Yo puedo esperar Sami, te lo he dicho te deseo, pero te esperaré—
—No...—
—¿No? —Soltó mi mano, pude ver miedo en su mirada —¿Te arrepentiste? ¿Ya no quieres estar conmigo? —
Tomé su mano de nuevo —No, digo sí, pero no... ¡Rayos!... Lo que no quiero es ir a tu departamento, no me siento lista para regresar ahí, no sé por qué, pero no quiero ir—
La escuché soltar el aire contenido —Me asustaste Sam—
—Lo siento— Le di un beso en la mejilla.
—No te preocupes, iremos cuando tú quieras, te llevaré al hotel—
Llegamos al hotel, Alex se estacionó frente a la puerta había estado un poco callada en el camino giré a verla y ella volteo a verme. Se ve tan linda que no pude evitar acercarme y besarla lentamente, un beso dulce de esos que te dan ganas de repetir y repetir y no dejar de hacerlo por horas, y yo me hubiera quedado así, si no es porque un coche tras de nosotras tocó el claxon.
—¿Subimos? —
—¿Y Danni? —
—Se fue con Israel y no regresará hasta mañana— Pude ver como el brillo de sus ojos se hizo más intenso, lo único que pude hacer fue morder mi labio por la anticipación.
Bajó del auto, me dijo que esperara la vi pasar presurosa hasta que estuvo a mi lado y abrió la puerta, me tendió la mano y la tomé con fuerza. Abrió la cajuela y sacó mi maleta.
—Trae la tuya, porque no sé si te dejé ir— Le guiñé un ojo y su sonrisa creció desmesuradamente. Me pregunto si Alex sabe lo que causa en mí, todo lo que mueve dentro de mí ser, en verdad la deseo tanto.
Ella quería llevar las maletas, pero le dije que si lo hacía como tomaría mi mano y solo así accedió a que cada quien llevara la suya.
Al entrar al hotel inmediatamente vi a los de seguridad y Alex también los notó, aún me siento apenada con todo lo que pasó.
—No me van a querer dejar pasar—Me susurró.
—Vas conmigo así que no habrá problema— Me solté de su mano para tomarla por el brazo y pegarla más a mí —Buenas noches— Les dije al pasar a su lado.
—Buenas noches señorita— Me respondieron ambos, les sonreí y ellos respondieron mi gesto, pero al ver a Alex pusieron mala cara y Alex como buena y educada niña les mostró la lengua burlándose de que iba conmigo y esta vez no podrían impedirle que pasara.
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Dos historias de un solo corazón (Libro 2)
RomantikUna relación de distancia, un amor de ensueño, una vida llena de sonrisas, amor, felicidad, una mala decisión, lagrimas, dolor y dos corazones rotos. Después de tres largos años que se han sentido como una vida entera, un reencuentro con heridas qu...