Sam
Ya era pasada media noche cuando regresamos a la habitación, caminamos por el pasillo tomadas de la mano, riendo de cualquier tontería que se nos ocurría, todo había sido increíble, fantástico, maravilloso... indescriptible y tal vez hubiéramos amanecido ahí en el jardín viendo ocultarse la última estrella, pero Alex tenía el compromiso de la boda y no podía faltar a ella. Al llegar frente a la puerta ella la abrió y me dio paso, me encanta su caballerosidad. Entré y me quedé de pie en medio de la habitación mirando la cama, quería que durmiera conmigo, pero no sabía cómo decirlo, de repente el silencio nos rodeó y aunque no era incómodo, se sentía muy raro después de platicar y reír tan solo unos minutos antes, era raro solo eso. Podía sentir su mirada, ella también se había quedado quieta en su lugar.
—Creo que voy a cambiarme—La vi tomar su pijama y entrar al baño.
Dejé escapar un suspiro y me acerqué a la cama por la mía, cuando salió fui yo la que entró a cambiarse, lavé mi cara, deshice mi peinado y me miré en el espejo —Quiero que duerma conmigo— Quiero sentirme cobijada entre sus brazos. Le sonreí al reflejo y salí decidida a decírselo, pero las luces estaban ya apagadas, solo la de mi buró estaba prendida y ella ya estaba acostada en el sofá, ¿Desilusión? No, eso no fue el sentimiento que me embargó, caminé a la cama y me recosté, apagué la luz y cerré los ojos esperando que el sueño apareciera para no pensar más en que me hace falta su presencia junto a mí.
—Buenas noches mi Sami—La escuché decir en medio de la oscuridad.
—Buenas noches... Alex—
Puedo sentir como el sol se filtra por las cortinas y la luz me da justo en la cara, ya es de día, pero quiero seguir durmiendo. Me doy la vuelta y de nuevo me comienzo a quedar dormida, pero algo roza mi mejilla y me hace cosquillas. Lanzo un manotazo, pero no le doy a nada, me vuelvo a acomodar y de nuevo siento esa molestia.
—Alex quédate quieta—
—Yo sé que eso no es lo que quieres— Me susurra una voz desconocida al oído.
Abro los ojos de golpe, pero la luz me nubla la vista y no distingo muy bien —¿Alex? —
—¡Buenos días amiiiiiiiiii! — Debí habérmelo imaginado.
—¿Danni? ¿Qué haces aquí? Mejor dicho ¿Cómo entraste? —
—Mucama despistada— Me dijo muy sonriente enseñándome unas llaves.
Miré hacia el sofá, pero estaba acomodado y vacío —Iba con la momia, por si eso es lo que te preguntas... ¿Dónde está tu adorada ruquis? — Podría reprenderla, pero con mi amiga no se puede.
—Seguramente se fue por cosas de la boda y yo quiero dormir así que ya vete—
—Aaahhh no, anda arriba...— Me dijo quitándome la sábana con la que me había tapado de nuevo —...que hay que arreglarnos—
—No quiero— Le dije arrebatándole la sábana y volviéndome a tapar.
—Saaaaam—
—Es temprano— Saqué mi mano y tomé mi celular y me fijé en la hora —Muy temprano, apenas las 8, la boda es al medio día Danni—
Insistencia debió ser el segundo nombre de mi amiga 5 de 'VAMOS, VAMOS' saltando sobre la cama fue más que suficiente para mí y una ducha de 15 minutos hizo que despertara por completo para estar más que lista para la sesión de belleza que Danni tenía preparada, lo sé por la enorme maleta de maquillaje que vi que traía consigo.
—¿Estás lista para que estas manitas te dejen hermosa? — Dudé, en verdad que dudé decir que sí —Saaaam no te quedes ahí parada—
—La última vez que dije sí a esa pregunta me dejaste sin ceja ¿Te acuerdas? — Le dije mientras tomaba asiento frente tocador.
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Dos historias de un solo corazón (Libro 2)
RomanceUna relación de distancia, un amor de ensueño, una vida llena de sonrisas, amor, felicidad, una mala decisión, lagrimas, dolor y dos corazones rotos. Después de tres largos años que se han sentido como una vida entera, un reencuentro con heridas qu...