La vida presenta jugadas muy curiosas ; muchas veces, nos hace tocar fondo para forzarnos a poner los pies en la tierra y ver las cosas con claridad. Obligándonos a tomar un camino muy distinto de lo esperado.
Sin embargo, a pesar de que las ci...
—Lamento si esto se hace sentir incómoda —hablo el chico mientras caminaban por una estrecha calle, hacía media hora que se habían encontrado e iban de camino hacia el misterioso (al menos para la psíquica) destino a su vez que evitaban la muchedumbre.
—No te preocupes —respondió mientras bajaba sus lentes de sol y las guardaba en un pequeño bolso, la mujer había optado por llevar un vestido que llegaba un poco más arriba de los tobillos, de color blanco con detalles en lila, haciendo juego con unos tacones de color claro al igual que su sombrero.
Observaba las diferentes casas mientras caminaban por aquella zona residencial, le sorprendía ver que había unas más pequeñas que su habitación, se preguntaba cómo harían esas personas para respirar en un lugar tan apretujado como esa residencia.
—Genos...
—¿Hm?
—¿Hace cuánto que vives solo? —Sí, Fubuki se había tomado en serio su relación, lo cual para ella significaba; "Averiguar cada pequeño detalle de tu pareja"
A éste le sorprendió lo repentino de la pregunta, pero sabía que la esper no lo dejaría descansar hasta que le respondiera— Desde hace 4 meses y medio —indicó.
—¿Y es pequeño el lugar? ¿Te sientes como una sardina metálica en una pecera pequeña?
Ok, el amor hace que uno pierda la cabeza, pero sencillamente esto ya es desmesurado...
—...¿Quieres que te compre una bebida?
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Luego de caminar varios minutos, entraron a un extenso parque, la psíquica miró a su acompañante, éste hizo una seña con su dedo para que lo siguiera en silencio.
Llegaron a un imponente árbol, su copa era alta y muy extensa, parecía sacado de un mundo de fantasía, bajo su sombra,había una mesa circular de madera y dos sillas hechas del mismo material.
La chica estaba sorprendida, por el árbol y por aquel detalle que Genos se había tomado la molestia de hacer, a pesar de que en el fondo se sintiera algo incómoda, no era del tipo que prefería los lugares abiertos y con vegetación. Mas bien prefería todo lo contrario.
¿Un ascensor, tal vez?
—No debes sentirse a gusto con esto —manifestó el rubio mientras tomaba asiento frente a ella, la esper lo miró sorprendida, como si él se hubiera metido en su mente. —,sabía que te gustan los sitios cerrados, pero decidí hacer esto para sacarte de tu zona de confort, así es más probable que esta cita sea inolvidable —Tomó la mano de Blizzard, haciendo que un sonrojo se apoderara de sus mejillas.
